~Otkroyte glaza na pravdu~

18 5 9
                                    


Miré a Aki que también sonreía, me sentí un poco más seguro pero no lograba quitarme los nervios y sentí como un sonrojo subía por mi cara.

    -La de siempre carnal- dijo entregándole a Aki una pequeña caja de madera, a lo que él sonrió abiertamente, abriéndola y observando su contenido.

      -La comida de aquí es un asco- dijo introduciendo uno de los pequeños rollos en la boca, sentí el hambre atacarme, era tanta que sentía náuseas y eso sumado a que nunca me había gustado el arroz en ninguna forma posible hicieron que se me revolviera el estómago, cerré los ojos y me hundí en el hombro de Aki- Come.-me ordenó Aki jalándome un poco.

-No...-respondí negándome a salir de su hombro- n...no tengo hambre...-mentí con la esperanza de que me dejara quedarme ahí.

    -Wey no mames, estas esquelético, tienes que comer- Aki solo rio por el comentario del chico, comenzaba a molestarme.

-No...-negué efusivamente con la cabeza.

      -Ahh...-Soltó un suspiro sacándome de mi escondite nuevamente tomando mi mandíbula con fuerza, tenía una expresión sería mientras tomaba un trozo de sushi y lo acercaba a mí.

Apreté los labios tratando de zafarme de su agarre sin dejar de negar con la cabeza; con un movimiento me abrió la boca introduciendo la comida haciendo que volviera a cerrarla sin dejarme hacer nada más que tragar el bocado.

    -Ya chingaste pendejo- comenzó a reír a carcajadas mientras yo comenzaba a toser buscando aire, la repentina intromisión en mi boca había provocado que casi me ahogara.

-¿Qué te pasa?- mire a Aki con reproche, estaba molesto, odiaba que me obligaran a hacer las cosas- deja de hacer eso...no soy un niño...-estaba ignorando la risa del moreno porque si no terminaría muy molesto con ambos y ni siquiera podría hacer algo al respecto.

      -Eh, no desperdicies así la comida, y sí, sí eres un niño- su comentario me dolió, más que molestarme me recordó que él solo me veía como eso, como un niño tonto con el que jugar un rato, deje mis pensamientos de lado al notar que el moreno comenzaba a toser, ahogándose a causa de su risa, sin embargo eso no le impedía seguir riendo a carcajadas.

-No soy un niño- me levanté alejándome de Aki, no podía evitar que doliera cada uno de los contactos con Aki, suspiró y se acercó a mí para darme la vuelta y mirarme a los ojos con una expresión tierna- n...no...me mires así...-bajé la mirada sonrojado- anda...sigue comiendo...-quería abrazarlo y rogarle que me diera una oportunidad para demostrarle que no era solo un niño pero mi parte racional me decía que sería inútil, era un niño y no solo eso, era el niño más estúpido en la faz de la tierra, caminé hasta la pared donde me deje deslizar al piso sin levantar la mirada, me sorprendí un poco al ya no escuchar la risa del moreno, no me había dado cuenta cuándo se había detenido pero lo agradecía.

      -Si tú no comes yo no comeré- cruzó los brazos con un pequeño puchero en sus labios.

-Que maduro- sonreí un poco ante su expresión- come tú y yo comeré lo que sobre...-ladeé un poco la cabeza mirándolo.

      -Nop, así no se juega esto, no comeré hasta que tú comas- me dirigió una mirada desafiante y llena de confianza.

-Eso es trampa...-sin querer había sonado a berrinche- si me muero de hambre será mi culpa ¿no?

     -Y si yo muero de hambre también lo será- me sonrió con gesto divertido.

-Eres un tramposo, eso es chantaje...-no iba a dejar de reprocharle y menos aún con lo divertida que le parecía la situación pero tenía razón, no debía; después de haber sobrevivido a tanto, dejarme morir de hambre- Ok...tu ganas...pero yo no como demasiado- confesé para que no me reprochara después.

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora