~Strakh pered vsem~

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Las carcajadas del moreno rompieron totalmente el ambiente que se había generado, el mismo que se generaba siempre que los ojos de Aki me atrapaban en ese remolino de metal líquido.

      ― Hazle caso a la doña de la casa wey- dio otro trago a su bebida ignorando mi mirada de odio, tomé la botella de Aki y la llevé a la esquina de la celda, al menos de esa manera le sería más difícil tomarla― Pos ahí nos vemos carnal, doña- antes de salir dio otro trago a la botella dejándola en el suelo.

     ― Hay como adoro a este pendejo- las risas de Aki no se hicieron esperar, me sentía molesto, toda mi "paz interior", si es que algo como eso podía existir para mí, se fue por el caño gracias a la aparición de cierto moreno que cada vez se las arreglaba para exasperarme más. Tomé la segunda botella decidido a llevarla al mismo sitio que la otra pero, como no podía ser de otra manera, en el camino tropecé y el recipiente de cristal salió rodando hasta chocar con la pared sin romperse, aun así el piso había terminado mojado con el licor y el ambiente se llenó del penetrante olor característico del alcohol―. Cariño...está bien que no te guste, pero no desperdicies así una botella de buen vodka.

Me encogí en mí mismo, ¿qué más podía hacer? Sin importar lo que intentara terminaba arruinando todo.

―Lo...lo siento...yo...limpiaré...- comencé a tentar el suelo lentamente rogando en silencia para no cortarme y empeorar el desastre que había causado. Por ver el suelo no me di cuenta de que ya me encontraba demasiado cerca de la pared, estaba aturdido, pero quería creer que aún era capaz de hacer las cosas sin ayuda, no quería sentirme aún más inútil de lo que ya era.

     ― Tranquilo ratoncito- parecía calmado a pesar de que aún se notaba el malestar en su voz, estornudó y me tomó por la cintura levantándome como si no tuviera peso, pegándome a su pecho.

― Lo...lo lamento Aki...- inmediatamente me puse en pie mirándolo a pesar de la vergüenza que se apoderaba de mi cuerpo― vu...vuelve a acostarte...por favor...

     ― Creo que te llevaré conmigo- me levantó una vez más lanzándome a la cama sin mucho cuidado, no dije nada, suficientes problemas estaba causando ya; se acomodó a mi lado envolviéndonos a ambos con las mantas. Me acurruqué sintiendo inmensas ganas de llorar.

― ¿A...aún te sientes muy mal?...

     ― Tranquilo cariño- me jaló pegándome a su cuerpo― si estás aquí yo estoy bien- sus caricias en mi cabello lograban calmarme de una forma incomprensible, dejé que las lágrimas silenciosas salieran de mis ojos como una mezcla de alegría y tristeza.

― Aki...- susurré sintiéndome bien entre sus brazos, su cercanía era suficiente para calmar todos mis males.

     ― ¿Qué pasa gatito?- me sorprendí un poco, no creí que pudiera escucharme.

― N...no...no es nada...d...disculpa...- me apegué más a él buscando llenarme de su calor ganándome una risa de su parte.

     ― Cariño, puedes confiar en mí-. Solo asentí sin decir palabra, sabía que lo decía enserio, pero había cosas que era simplemente mejor no decir― Me gustaría que me contaras que piensas, qué pasa por tu confusa mente de numeritos raros.

― La mayor parte del tiempo miedo- hablo sin pensar, al darme cuenta me tapo la boca con una mano, pero es que me era imposible ocultar mis pensamientos de ese chico que me hacía sentir tan tranquilo, simplemente las palabras salían sin permiso de mis labios.

     ― Tranquilo- me tomó de la nuca haciendo que mirara de nuevo esos hermosos y hechizantes ojos― ¿A qué le temes?

― A...a...- lo pensé un poco entonces me di cuenta de algo, la pregunta correcta no era a qué le tenía miedo, si no, ¿a qué no le temía?― a todo...- solté por fin.

     ― Te ves muy lindo- besó mi nariz provocando de nuevo la molesta sensación de picor, pero la ignoré y seguí mirando sus ojos― ¿Y por qué temes?

― P...por...porque...- cerré los ojos tomando el valor necesario para aceptar la verdad que ya todos conocían, y que sin embargo se sentía como un cuchillo que me atravesaba cada vez que me veía obligado a enfrentarla―. Porque soy el ser más estúpido de todos que lo único que hace es lastimar y hacer daño a los demás, sobre todo a las personas que son importantes para mí- jalé todo el aire que había salido de mis pulmones en mi explicación, ni siquiera había podido respirar por el miedo a que las palabras se atoraran y después ya no quisieran salir; en cambio Aki se veía de los más tranquilo, incluso había una pequeña risa sonando en voz baja. Desvié la mirada, no podía ser que se estuviera riendo de mí, me sentía impotente, un ser inútil, un estorbo―. Lo...lo siento...

     ― No te disculpes cariño, no hay nada por lo que disculparse- una de sus manos recorría lentamente mi espalda mientras la otra jugaba con mis mechones de cabello. Me abracé con fuerza a él aspirando su aroma, ganando algo de tranquilidad que me permitió cerrar los ojos y disfrutar de él.

   ― ¡Takame, hora de irse!

El grito llegó desde la puerta congelándome, no podían llevárselo, no ahora que estaba débil y enfermo, no podían ser tan crueles. Todas mis esperanzas se fueron al caño cuando Aki dio un beso en mi frente se puso en pie cubierto aún por la manta.

     ― Lo siento cari, arriba hay más.

Quería decirle que no se fuera, que se quedara conmigo, rogarle que no obedeciera...pero no podía hacer nada, si hacía cualquier cosa solo le daría más problemas y él no los necesitaba, solo podía quedarme en mi lugar con la angustia a flor de piel viéndolo mientras se alejaba por el pasillo arrastrando los pies.

El tiempo se detuvo después de eso, no quería saber más del mundo, sentía como si me hubieran arrancado el alma con esa simple orden. No quería, me negaba a aceptar que Aki siguiera sufriendo, más aún porque yo estaba casi seguro que sus castigos tenían que ver con que ya no me golpearan para que aceptara el contrato; no podía permitir que siguiera sufriendo por culpa mía. Al final y al cabo le estaba haciendo daño de forma indirecta.

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Hola...

Sé que probablemente los últimos capítulos no han sido tan interesantes, hasta yo siento que ya metí mucho relleno, pero prometo que son necesarios para la trancisión de los hechos...ya casi se viene la parte salseante de la historia, solo hay que dar un tiempo para que nuestros queridísimos personajes puedan desarrollar sus propias ideas...

Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora