No soy nadie [BL] (EDICIÓN)

~Ukrytiye~

—¿Qué?- pregunté sorprendido por el repentino golpe de información.

     —Nada- entonces alzó la vista con una sonrisa forzada y una gasa cubriendo su pómulo casi por completo.

—Aki...¿qué te pasó?...-me levanté rápidamente para llevarlo hasta la cama y recostarlo a él— ¿Q...qué?...oh Aki...

     —Tranquilo fiera, que no ha pasado nada; digamos que es un juego que tengo con Carlos.

—No me mientas...- no podía con la impotencia y la culpa mientras retiraba cuidadosamente la gaza de su rostro.

     —No miento fiera, tranquilízate-. Trató de detener mi mano llevándose una mirada molesta de mi parte.

—Entonces déjame ver...-aparté su mano prosiguiendo para quitar la tela.

     —Cómo quieras.

—¡Aki!...- grité totalmente preocupado— ¿cómo puedes decir que no es nada?- tenía un gran hematoma que abarcaba desde su ceja hasta un poco más abajo del pómulo, la coloración de la zona variaba entre morados y verdes, era un golpe muy fuerte que además estaba bastante inflamado, tenía que drenar la sangre coagulada rápidamente para evitar que se pusiera peor.

     —No es nada tigre; ahora, ¿me la prestas?, que me mareo.

—No...- fui hasta el botiquín más preocupado aun por el nuevo dato, el mareo significaba que había demasiada presión en la zona y posiblemente tuviera daño en el globo ocular también. Tomé la navaja que tenía y encendí la vela— Quédate quieto...

     —Eheheheh...tranquilo y aléjate de mí con eso- se recorrió en la cama en un vano intento por huir.

—Aki...necesito drenar la sangre, tranquilízate...

     —Aléjate de mí- me pateo alejándome de su posición.

Me estaba desesperando y sólo se me ocurría hacer algo que había evitado todo ese tiempo. Por la fuerza nunca iba a poder acercarme, jamás ganaría una pelea contra él por más herido que estuviera, sin embargo él jamás podría resistir los efectos de mi plan Z. Me giré dejando la navaja a un lado y buscando algo en mis ropas sin que se diera cuenta; tomé el frasco vaciando un poco de su contenido en mi mano y con un giro rápido lo sople en su cara logrando mi cometido. Tosió ligeramente para instantes después caer inconsciente en la cama, verifiqué el color de la tapa, comprobando que era naranja.

—Necesito buscar un escondite para esto.

Retomé la labor de curar su herida calentando una vez más la navaja en la vela para luego proceder con un corte de medio centímetro de largo en su pómulo, dejé que la sangre escurriera libremente mientras evitaba que manchara todo con la gaza que antes usaba mi durmiente novio <hasta que por fin, me gusta esa palabra>. Por primera vez en mucho tiempo estaba de acuerdo con mi cerebro, adoraba poder decir que Aki era mi novio aunque fuera solo en mi mente, pero me había gustado aún más que él lo dijera como si fuera lo más normal del mundo.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que cuando me di cuenta la herida había dejado de sangrar dejándome ver como la piel del pómulo golpeado se veía un poco más normal que antes, quedaría un feo hematoma por algunos días pero no debería de haber más complicaciones. Curé con un poco de alcohol y preparé una pasta con algunos analgésicos que encontré en el botiquín.

Al terminar eso me di cuenta de que aún tenía unos veinte minutos para poder esconder los cuatro frascos que tenía en mi poder y tal vez si lo hacía rápido buscar el quinto en las ropas de Aki.

Busqué por toda la celda un lugar en el que no se le ocurriera esculcar esperando encontrar mis cosas y al final solo encontré que uno de los ladrillos sobre la puerta estaba suelto, lo retiré con cuidado y me sentí muy feliz de que hubiera un pequeño hueco en medio de la pared; metí los frascos y también una pequeña cuchara que había conservado. <¿Por qué guardaste eso?, tú amigo mío, estás completamente loco> No podía discutir con eso, me acostumbré tanto a tener la cuchara conmigo que simplemente la necesitaba. Una vez todas mis posesiones estuvieron dentro del agujero tomé el ladrillo regresándolo a su lugar, sin embargo la gravedad no estaba muy de acuerdo conmigo, <La gravedad no existe, tú lo sabes muy bien, no le eches la culpa a una fuerza ficticia>; está bien. Mi torpeza me hizo caer de espaldas al piso antes de poder colocar bien la piedra en la pared y para mi mala suerte Aki comenzó a despertar justo en ese momento.

Trató de abrir los ojos pero sólo consiguió que una pequeña lágrima resbalase por su mejilla herida.

—Espera, no lo fuerces...-me acerqué con una gaza limpia y le cubrí la herida— listo...debe descansar...

     —Alva...- hizo una pausa que sólo sirvió para hacer crecer la presión sobre mi corazón— te quiere- y volvió a caer inconsciente en la cama.

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Hola...

Nuevo capítulo...¿qué tal Yalek dialogando con su cerebro?...

Por cierto...Einstein demostró matemáticamente que la gravedad en realidad no existe, sino que el espacio tiempo de curvea empujando todo hacía un centro de masa más grande que sí mismo, algo así como si tuevieramos una red de pescar estirada y colocamos una piedra en el centro...

Lo que ocurre con la llamada gravedad es que ahora colocasemos una caníca en la red...la canica desenderá hasta llegar a la piedra y por más que la miremos y queramos alejar la canica de la piedra esta siempre va a tender a "caer" al centro de masa del sistema (la piedra)...

Espero que esta explicación haya sido de utilidad para entender por qué no existe la gravedad...en fin...de todas formas es mejor que se sepais la fórmula porque en física seguro que la ocupan...se las dejo por aquí...Gravedad= masa X aceleración (g=ma) y recuerden que la gravedad es una fuerza (ficticia pero una fuerza al fin y al cabo)...

Hablando de...se me ocurría hacer un libro donde les explicaría temas de cualquier área...(yo me dedico principalmente a ciencias pero por ustedes me vuelvo hasta chef)...déjenme su opinión en los comentarios...

Nos leemos luego...