~On vzyal moyu odezhdu~

27 6 0
                                    

Desperté y vi que Aki está arrodillado en el piso junto a mi cama, noté que no llevaba playera y se veían varias marcas moradas en todo mi cuerpo, no lograba recordar mucho de lo que había pasado el día anterior, pero no parecía haber sido muy divertido.

-Oye... ¿quién se ha muerto para que tu estés ahí tirado?- pregunté con tono de broma combinado con algo de dolor. Él se levantó lentamente como si temiera verme a la cara, y no lo culpaba si mi cara se veía igual que el resto de mi cuerpo, era algo perturbador; me miró y se hundió en mi pecho pude ver que trataba de evitar algunas zonas de mi torso y supuse que era donde había marcas,podía sentir su respiración en mí. -¿Qué ocurre?- dije preocupado- No puedo ver tus gestos...por favor...dime que tienes...-trataba de aliviar la tensión que reinaba.

Se levantó y me besó, era un beso extraño, podía sentir cariño pero también dolor, me pregunté qué era lo que podría haber puesta a alguien tan inmutable como Aki en ese estado, nos separamos por falta de aire y él comenzó a hablar en sollozos.

      -Lo siento... lo siento Alva...yo debí protegerte...enserio lo lamento.

-¿Pero de qué estás hablando Aki?...-estaba confundido y preocupado, ¿acababa de llamarme Alva?-¿Qué ocurre Aki?...contéstame...-traté de sacudirlo pero el dolor me lo impidió y mi casi nula fuerza me lo impidieron.

      -No dejaré que nada vuelva a pasarte, lo juro, aunque me cueste la vida nada te pasará- me abrazó con demasiada fuerza pero rápidamente aflojó su agarre al notar como me tensaba un poco por el dolor que su agarre me estaba provocando.

-Te creo Aki-coloqué mi mano en su mejilla y le dediqué una sonrisa tímida- pero...deberás explicarme que tienes... ¿Quién es Alva?- dije de forma tímida y me arrepentí al sentir como era él quien se tensaba bajo mis manos.

      -¿Cómo sabes de él?- dijo agachando la mirada, en verdad la había vuelto a cagar.

-Bueno...no es que yo sepa algo, es solo que...me has llamado Alva...- dije cohibido.

      -Olvídalo- ordeno tomándome de los hombros y acercándome a él.

-E...está bien...- bajé la cabeza, ¿Por qué sus reacciones siempre duelen tanto? No entendía porque siempre estaba tan cerca y tan lejos a la vez. Me abrazó colocando su cabeza a la altura de mi cuello y dejó un pequeño beso en mi piel seguido de una leve mordida.

      -En serio lo siento, no dejaré que vuelva a pasar- sus labios aún estaban pegados a mi piel y sentí cada palabra como una caricia, los roces de sus labios contrastanban con la mordida que me dio con algo más de fuerza.

-A...aki...m...me estás haciendo daño- solté en un jadeo al sentir sus dientes en mi piel, me soltó y lamió la zona que acababa de morder para luego succionar con lentitud; estaba seguro de que eso dejaría una marca en mi cuello; al sentir la mordida un grito ahogado salió de mi garganta y todo mi cuerpo tembló en sus brazos, -P...por favor Aki...para...- exclamé con un hilo de voz que se mezcló con un gemido apagado.

      -¿Por qué habría de detenerme?- preguntó sin despegar su boca de mi piel, subiendo hasta mi oído dejando un rastro de saliva y mordiendo el lóbulo de mi oreja con fuerza y suavidad a la vez; apreté los labios y cerré los ojos con fuerza para no dejar escapar otro gemido que subía por mi garganta, nadie me había hecho eso antes, cada uno de los contactos en mi piel era algo nuevo para mí, pero no lo pude resistir por mucho y al sentir que jalaba mi lóbulo con más fuerza solo pude abrir los ojos echando la cabeza hacia atrás y soltar un pequeño grito, se separó y me miró con malicia.- No pensé que fuera tan fácil- dijo con voz lasciva, pasó su mano por el largo de mi quijada haciéndome subir el rostro a la vez que él se ponía en pie, - Debo salir un momento, regreso en unos 20 minutos- anunció saliendo de la celda sin quitar la lascivia de su mirada.

Me quedé pasmado con lo ocurrido, me volví a recostar sintiendo un hormigueo por todo el cuerpo, llevé una mano a mi cuello repasando con los dedos la mordida y el camino de Aki hasta llegar a mi oído y me sorprendí con lo mucho que me había gustado tener sus dientes en mi lóbulo, pero no pude disfrutar mucho de ese pensamiento porque se escuchó el sonido de la puerta y vi la silueta de alguien en pie que me miraba directamente.

    -Quítate la ropa- ordeno de forma cortante, me levanté y me dirigí a lo que suponía era mi playera y suéter levantándolos y entregándolos junto con mi pantalón –Toda, hay que lavarla- me sorprendió la orden pero obedecí entregando toda mi ropa quedándome desnudo en la habitación vacía, tomé la vieja manta de mi cama y me envolví en ella como si de una toalla se tratara pero no dejaba de aflojarse y resbalarse por lo que me rendí con ella acostándome en la cama y poniéndome encima todas las sabanas que encontré, termine de taparme justo a tiempo para escuchar la puerta abriéndose a mi espalda y como Aki entraba en la habitación silbando.

      -¿Pero qué te pasa?...sal de ahí- habló con un tono de confusión mientras dejaba algo en el piso.

-No...nada...es que tengo mucho frío- respondí escondiendo mi rubor entre la tela.

      -¿Frío?...si cuando me fui estabas ardiendo.- dijo divertido mientras se acercaba a la cama.

-¿Q...que...?...n....no sé de qué hablas- dije nervioso sintiendo como mis mejillas estaban cada vez más calientes.

      -Creo que tu amiguito sabe muy bien de que hablo- dijo mirando hacia mi entrepierna que estaba cubierta por las delgadas sabanas.

-Eh...n...no- dije casi gritando y me di la vuelta al instante.

      -Con que has estado de pilluelo ¿eh?- su voz sonaba como una mezcla entre diversión y lujuria, yo me estaba poniendo muy nervioso mientras sentía como se acercaba más.

-¿Qué?- grité negando con la cabeza a la vez que daba un salto en la cama para quedar de frente a él otra vez- n...no...e...eso no es lo que ha pasado...- comencé a tartamudear como cada vez que me pongo nervioso, el calor de mis mejillas era casi doloroso y el no dejaba de mirarme-...e...es que...s...se...han llevado mi ropa...

      -Toda tu ropa ¿eh?- me acorraló contra la cama poniéndose sobre mí.

-¿Q...qué haces ahora?- cerré los ojos- aléjate...n...no me toques...

      -Tu otro yo no dice lo mismo...- dijo y comenzó a quitar las sabanas que cubrían mi pecho.

-No por favor...- supliqué al sentir como mi piel iba quedando descubierta y la sabana cada vez más abajo.

      -¿Por qué debería detenerme?

-Yo...eh...- quise decir algo pero mis palabras fueron calladas con un jadeo ahogado, siguió bajando quitando la tela que cubría mi cuerpo hasta que llegó a mi cadera, abrí los ojos y me di cuenta que estaba contemplando la parte que había quedado expuesta, me sentí avergonzado, yo no era como él, nunca había tenido los músculos bien definidos y menos en ese momento, seguro que estaba pensando que solo soy un niño débil y flaco que tiene más huesos que suerte; pero en el fondo no pude evitar agradecer que se haya detenido y me dejé caer hacia atrás en la cama.

      -Mañana me contarás a detalle lo que te ha pasado- me miró y se puso en pie dejandome nervioso por sus palabras, se dirigió hacia donde lo vi bajar lo que traía antes, tomándolo del piso y regresando a donde yo me encontraba.

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Where stories live. Discover now