~Ty menya lyubish'?~

20 5 4
                                    

—Aki...-lo tapé con dificultad debido al dolor que a cada instante junto con el ardor en mi cuello, no me iba a quejar, sabía que me había sobre pasado con el hombre y no tenía argumentos para mi defensa, no quería seguir aguantando el trato del moreno; aun así...era el mejor amigo de Aki y tendría que tratar con él me agradase o no pero es q...

Sin darme cuenta me quedé dormido sintiendo los latidos de Aki como un arrullo constante y calmado durante toda la noche.

    —Oye- un llamado insistente me hizo abrir los ojos— Hola Yalek- de nuevo ese rostro que me hacía sentir que estaba frente a un espejo me regalaba una amplia sonrisa.

—Ho...hola... ¿do...dónde estoy?- miré a mi alrededor pero no lograba ubicar la habitación en la que estaba.

    —Estas en la celda de Aki- soltó una carcajada estruendosa— lo que ves es...-se detuvo pensando un momento como si buscara las palabras indicadas para describir aquel lugar— la habitación de Aki cuando tenía trece años.

No cabía en mí del asombro, jamás hubiera imaginado encontrarme en la habitación de Aki, un Aki de trece años más, un peso se colocó en mi pecho al recordar quién era el que compartía ese espacio con él, no quería admitirlo pero estar frente a ese chico tan parecido a mí pero que al mismo tiempo era tan diferente me hacía sentir patético, él era todo lo que yo nunca había sido y probablemente nunca llegaría a ser; ¿cómo competir con el amor que Aki le profesaba a Alva si eran tan perfectos el uno para el otro?

    —Yalek, Yalek, ¿sigues aquí?- lo miré un poco aturdido por la ola de sentimientos que me rodeaba, sonreía de lado y en ese momento entendí porque era tan imposible para Aki olvidarlo. Era simplemente la mejor persona que hubiera podido conocer fuera de mi familia, aunque según lo poco que sabía era mi hermano así que técnicamente era de mi familia, pero yo no lo conocí nunca, jamás nadie me dijo que tenía un hermano, jamás se presentó en casa diciendo quién era, antes de ese primer sueño ni siquiera conocía su rostro.

—Lo lamento- fueron las únicas palabras que mi aturdida mente logró formular— no debí interponerme.- soltó un largo suspiro desacomodando su cabello.

    —Bien, creo que debo hablar ahora- volvió a suspirar sentándose en la cama para luego palmear un sitio a su lado— ven acá Yalek- me acerco colocándome en el lugar indicado con la mirada gacha— vaya, casi tienes mi edad, ha pasado mucho tiempo...

— ¿Por qué estoy aquí?- pregunté realmente confundido por la situación consiguiendo otro suspiro rendido de su parte.

    —Quiero que sean felices Yalek- confiesa de pronto descolocándome por completo.

—¿No...no estas molesto?- me dedicó una sonrisa tranquilizadora negando con la cabeza.

    —Hace un par de años, tal vez más, me di cuenta de que las dos personas más importantes para mí eran terriblemente desdichadas, y...alguien me dio la idea de juntarlos, sé lo que piensas, pero me hace feliz que se quieran tanto- pude notar cómo su voz se quebraba pero inmediatamente volvió a tomar compostura y continuó— lo cierto Yalek es que el plan está saliendo bien, a pesar de todo ambos tienen ahora algo a lo que aferrarse, a alguien que son importar qué será su soporte; por eso quería decirte que no le temas a lo que sientes, aunque no lo creas así él te quiere.

—¿Por qué?

    —Bueno, porque eres adorable- rio suavemente.

—No, ¿por qué me lo estás entregando?- dije apenas en un susurro.

    —Porque ya no hay nada que yo pueda hacer por él, creo que ya te he retenido demasiado, y quiero que despiertes antes que él.

Antes de que pudiese decir nada más desperté encontrándome con que Aki seguía dormido en mi pecho con respiración calmada, haciendo que una sonrisa cálida se posara como un pájaro en mis labios, estirándolos ligeramente sin importar las heridas que aún se notaban en ellos; me acomodé mejor contra la pared llevando mi brazo a mi cabeza para cubrir mis ojos con él y poder pensar mejor en las palabras de mi hermano, notando que también la herida ahí había vuelto a sangrar. Estuve un rato en esa posición hasta que un movimiento del chico en mi pecho me sobresaltó, se tallaba los ojos despertando de una forma demasiado tierna para tratarse de Aki.

      —¿Qué mierda?

—¿Haz despertado ya?- trate de que mi voz sonara suave, sin embargo había salido ronca por haber estado demasiado tiempo recargado en la pared.

      —Supongo que sí- de la nada me encontré con una mirada sugerente de su parte— aunque perfectamente podría ser un sueño.

—¿Cómo te sientes?- pregunté tratando de entender su estado.

      —A tu lado, mejor que nunca.

—A...m...me...alegro...-sentí el rubor traidor en mis mejillas— ¿te...te puedo cambiar la venda?...-desvié la mirada a la tela que antes era blanca y en ese momento se encontraba teñida de rojo.

      —Puedes hacer lo que quieras conmigo, soy todo tuyo- su voz era ronca y profunda, para ser honesto me daba miedo; me levanté con cuidado para acomodarlo en la cama y disponerme a cambiar su venda.

—Tal vez duela...-advertí.

      —El dolor no es algo que me incomode si me lo produces tú.

Decidí ignorar sus comentarios y dedicarme exclusivamente a retirar la tela manchada, limpiar la herida y volver a cubrirla cuidadosamente.

—Ya...ya está...

      —Y, cariño, ¿se puede saber por qué estoy en pelotas?

—¿E...eh?...pa...para...que no te lastimara la ropa...- estaba en ese punto donde si mis mejillas acumulaban un poco más de sangre en ellas explotarían.

      —¿Estás seguro que no ha sido otra cosa?- guiño el ojo descolocándome.

—S...si...- desvié la mirada en un intento desesperado de ocultar mi vergüenza a su mirada divertida que era acompañada por esa melodiosa risa que lograba derretirme fácilmente.

      —Está bien señor, fingiremos que le creo.

—¿Por qué no habrías de creerme?- pregunté un poco indignado.

      —Porque el que tengas la cara más mona del mundo no significa que seas un santo cariño- tomó una de mis mejillas aplastándola entre sus dedos.

—Pe...pero yo solo te he curado la herida...na...nada más...- negué efusivamente para hacer entender que yo no haría algo como lo que estaba planteando.

      —Está bien, si insistes te creeré- solté un suspiro aliviado que fue seguido por un beso en mi mejilla— o al menos creamos eso- miré sus ojos terminando por agachar la cabeza resignado, era imposible que le ganara a ese chico- Yalek...

—¿Qué ocurre Aki?- pregunté algo preocupado por lo que pudiera ocurrirle.

      —¿Tú me quieres?- volví a mirarlo a los ojos, diciendo con mi mirada todo lo que el miedo y la inseguridad me negaban expresar en palabras.

—E...eh...eh...de...demasiado Aki...- estaba seguro que sonaba patético balbuceando de esa forma sin poder decir la frase completa, pero al parecer a él no le importó porque me abrazó escondiéndose en mi cuello.

      —Gracias.- sus palabras fueron seguidas por el dolor de una mordida en la sensible piel de mi cuello provocando que un pequeño quejido saliera de mi boca, aun así ladeé mi cabeza dándole mejor acceso soportando el dolor hasta sentir como se rompía el tejido y dos pequeños caminos bajaban por mi clavícula, no pude retener unos cuantos quejidos más sintiendo ardor.

—A...Aki...- por fin me soltó dejando un beso cuya marca suave se mezcló con el ardor de la mordida y me llenó de tranquilidad— Aki...-le llamé en medio de risas que sus suaves toques me arrancaban— ¿T...tú...me quieres?...

No estaba seguro de querer escuchar la respuesta, pero mi parte racional me gritaba que necesitaba saberlo, saber que mi error no era total al pensar que podía confiar en ese chico que me volvía loco por todas las emociones que me hacía sentir a cada instante.

_______________________________________

Hola...

Esas confesiones tan tiernas...por si no se notó a Yalek le cuesta horrores decir lo que siente...es un bebo...

Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...

No soy nadie [BL] (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora