1 0

47.6K 3.6K 564
                                    

Noviembre llegó muy pronto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Noviembre llegó muy pronto. Desde entonces, mi padre me ha llamado dos veces. Ambas ocasiones hablándome sobre mamá, y sus nuevas sesiones de terapia. Le estaba costando trabajo, pero él esperaba que, en un par de meses, yo fuese a visitarlos de nuevo. Sin crisis de por medio.

No volví a ver a Aiden por casualidad, ni siquiera cuando Greg me propuso una salida, donde su jefe iba incluido. Rechacé la oferta. No por hacerlo sentir mal, —lo cual mi versión anterior se alegraba—, sino porque no tenía cabeza para nada que no fuese mi nuevo puesto de trabajo, o la decepción que me causaba mirar a Lily más definida en mi reflejo.

Hace una semana que decidí concentrarme en el primer contratiempo. Owen había llegado una mañana, con una botella de champán estúpidamente cara, celebrando mi nuevo ascenso.

Me promovió a la vicepresidencia, que prácticamente era lo mismo que hacía para él, con la diferencia que ya no le llevaría su agenda de negocios y que tendría una oficina para mí. Ah, y me pagaría mejor, mucho mejor.

Hicimos mimosas de desayuno, y celebramos.

—Uf, quédate cómo estás, Madison... —dijo Ethan contrariado.

Hace unas horas que me había sentado en la barra del desayunador, leyendo un informe para construir refugios en África. Fruncí el ceño, mientras lo veía acercarse con su cámara profesional, se me cayó el lápiz de la boca y él gimió desganado.

—Vamos, cariño, muerde el lápiz de nuevo, te mirabas tan bien...

—¿Por qué no fotografías a Natalie? La modelo aquí es ella.

Le señalé a mi amiga, que se hallaba ocupada cocinando un enorme pavo con Nina. Era el día de acción de gracias americano, y nuestra queridísima sureña, no pensaba pasarlo sola y sin probar una buena porción de pavo horneado. Nosotros no tuvimos corazón para decirle que no.

—Oh, no. No lo quiero molestándome —gruñó la chica, inyectando la carne del animal medio cocido con una enorme jeringa—. Suficiente con que se escabulla en mi habitación y quiera tomarme fotos en lencería...

Me volví hacia Ethan, mirándolo boquiabierta. El ladino modelo, esbozó una deslumbrante sonrisa pícara, guiñándome un ojo.

—Soy un buen paparazzo...

—Eres un pervertido —lo regañé.

Nina rió detrás de mí, mientras Nat cabeceaba un sí, indignada. Pronto ellas regresaron a terminar de preparar la cena, mientras Ethan me tomaba fotos con sutileza en cada gesto que hacía al leer.

Luego se acercaba a mí, y me mostraba la imagen, diciéndome cómo me miraría mejor si cambiase mi semblante, o si acomodaba mi brazo de otra forma. Poco a poco empecé a jugar su juego, él era el fotógrafo, dándome instrucciones para mejorar mi postura.

—Tienes que sonreír diferente —admitió decidido.

Miraba la foto que acaba de retratarme con el ceño fruncido. Cuando la vi, noté mi mueca desganada que estiró las comisuras de mis labios.

NO TE ENAMORES DEL SR. SEXOWhere stories live. Discover now