6 6

34.7K 2.2K 435
                                    

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.


Tenía sentimientos encontrados. Mi trabajo es importante, pero no quería que llegase el fin de semana, no con Aiden todavía molesto por irme. Pero no podía seguir sus órdenes todo el tiempo. Él necesita aprender que mi amor es suyo, pero mis decisiones no le pertenecen.

—Joder, no quiero que vayas —replicó de nuevo, sujetándome la mano con fuerza.

Ya me había despedido de mis amigos. Esta era la primera vez que me iba, y que Aiden era consciente de ello, por lo que me acompañó hasta el aeropuerto. Sería un fin de semana fuera, no un mes, pero la expresión en el rostro masculino de mi novio, me dejó saber que no le importaba cuánto tiempo era, ese ceño fruncido no lo borraría nada.

—Ya hablamos de esto, Aiden. Son solo dos días.

—Sí, pero en Sudán, Madison. No en las malditas Bahamas por vacaciones.

Exhalé con pesadez, escuché el primer llamado para mi vuelo en los altavoces del aeropuerto. Tenía que irme ahora. Lo abracé, le costó unos segundos, pero él me rodeó en sus brazos, estrujándome contra su pecho.

—Te amo.

—También te amo, Aiden.

—Tal vez debería ir contigo —murmuró contra mi cabello.

Sonreí, pero sacudí mi cabeza. Ya somos demasiado dependientes uno del otro. Él tenía que confiar en mí, incluso si no estuviese a mi lado. Sé que le preocupa el peligro, y por otra parte le preocupa Joe y sus intenciones. No puedo mentirle, diciéndole que el marine no estará ahí. Por lo que tendrá que conformarse con esperarme dos días.

—Ya te lo dije, no estás autorizado para estar ahí.

Aiden me frunció el ceño cuando me distancié.

—Siempre tienes un "pero" para dejarme fuera. Estoy algo ofendido, amor.

Reí en un aliento. Su cara de tragedia no me iba a comprar esta vez. Amo a este hombre, es como una droga para mí. No me canso de tenerlo cerca. Es tóxico, porque me hace ser dependiente de él, porque mi fortaleza la obtengo de él. Por eso tengo que aprender a manejar mis sentimientos antes que me consuman.

—Te conozco, Aiden —le advertí, sin poder ocultar mi sonrisa—. Tú no quieres ir como voluntario, sino como mi guardaespaldas.

—Porque necesito cuidarte —insistió, encogiendo un hombro.

—Y puedo hacerlo por mi cuenta, también... Te amo. Y volveré pronto.

Di un paso atrás, pero él tomó mi mano halándome de nuevo. Me alcé en puntillas y lo besé, maravillándome de la suave piel de sus mejillas. Es tan guapo sin barba. Lo hace lucir más serio, e irritado. Dejé un besito en su nariz, mientras él bufaba como el salvaje que es.

—Te prohíbo regalar tus besos.

Inclinó su rostro hasta unir nuestras frentes.

—No tienes que prohibirme nada, Aiden, porque no pienso dárselos a nadie, solo a ti, cuando regrese.

NO TE ENAMORES DEL SR. SEXOUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum