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[AIDEN]

[Un año atrás]

Sus tacones altos repiquetearon contra el suelo de mi oficina cuando ella se fue. Todos los documentos que trajo consigo, ahora estaban en mi escritorio. Sentí rabia, y ganas de vengarme. Me ardía el pecho y cada pesada respiración inundaba de fuego mis pulmones.

Todo fue una maldita treta. Y Jason acababa de declararse ganador.

—¡Joder! —rugí, barrí el escritorio de un manotazo.

Todo cayó al suelo con violencia. Tomé el ordenador y lo arrojé con fuerza contra la ventana. No la rompió, pero sí fragmentó el vidrio. Tiré la silla lejos, y seguí creando el caos, ciego de rabia.

—¡Aiden! ¡Qué demonios! —intervino Greg.

Este entró corriendo a mi oficina, y tomó el CPU de mis manos, antes que le hiciera compañía a la pantalla rota tirada en el suelo. Después de forcejear lo arrancó de mis manos, y lo dejó sobre el escritorio. Cuando se giró a mí, su espanto se combinaba con adrenalina.

—¡¿Estás jodidamente loco?! ¡¿Qué carajo está mal contigo?!

—¡Todo! —espeté al instante pateando la silla en el suelo— necesito un trago.

Me alejé hacia el final de la habitación, mis ojos solo enfocaban una cosa y eso era la barra y la cantidad de licores en los estantes detrás de ella.

—¡Son las diez de la mañana, Aiden!

—Son las diez de la noche en alguna parte. Deja de joderme, Talbot.

Tomé la primera botella y saqué un vaso, llenándolo hasta la mitad. Greg pisoteó su camino hacia la barra, sus facciones se marcaban en su rostro, puro hastío bullía de él. Pura ira de mí.

—¿Qué diablos vino a hacer ella aquí? —preguntó en un gruñido, recuperando lentamente su compostura—. La encontré de salida en el ascensor.

Bebí el bourbon, sin apartar la mirada de él. Greg esperaba una respuesta, pero cada segundo de mi silencio lo volvía más impaciente.

—El trato está roto.

NO TE ENAMORES DEL SR. SEXOUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum