14 (SPANISH)

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AL DÍA SIGUIENTE...

Krist despertó a primera hora de la mañana. Un leve gruñido salió de sus labios mientras que, con una de sus manos, se restregaba sus cansados ojos. Finalmente, con un suspiro, se acurrucó de lado mientras abrazaba la almohada con la firme intención de volver a dormirse.

Sin embargo la luz de la mañana hizo que, muy a pesar suyo, abriera sus ojos brevemente.

Por unos segundos su mirada quedó fija en el vaivén de las cortinas que bordeaban la amplia ventana de la habitación mientras que, a sus oídos, llegaban los trinos de los pájaros que estaban en las copas de los árboles que se podían ver en el pequeño jardín que bordeaba el bloque de pisos que estaba enfrente.

Por unos segundos su mirada quedó fija en el vaivén de las cortinas que bordeaban la amplia ventana de la habitación mientras que, a sus oídos, llegaban los trinos de los pájaros que estaban en las copas de los árboles que se podían ver en el pequ...

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Hmmm...

Krist frunció el ceño por unos segundos... Y es que, por unos instantes y a causa de su mente aún embotada, comenzó a preguntarse cuándo era que habían construido un edificio como el que estaba viendo y cómo era que no se había dado cuenta. Hasta que, bruscamente, recordó que se estaba quedando en casa de Singto. 

En el departamento del muchacho que, con el brazo echado sobre su cintura, dormía aún plácidamente arropado por las suaves sábanas de la cama...

Krist se sentó sobre el mullido colchón con los ojos desorbitados e intentando recordar cómo era que había llegado a la habitación del joven cuando, lo último que recordaba, era haberse acostado en la habitación de huéspedes.

- "Hmmm... ¿Qué...?" – murmuró Singto mientras se daba la vuelta y, con la cara aún pegada a la almohada, abría un ojo para ver qué era lo que lo había despertado.

Un minuto después estaba sentado también sobre el colchón, observando la cara completamente roja del muchacho e intentando descubrir cómo es que estaba allí.. en su cama.

El día anterior se lo había propuesto, como broma, ya que jamás pensó que Krist aceptaría y además, le encantaba ver la expresión avergonzada y tímida que el joven tenía cada vez que se le insinuaba. Y sin embargo allí estaba.. a tan sólo unos centímetros de distancia y apenas cubierto con su sábana.

" Pero...¿Cómo ha podido entrar? Estoy seguro de que cerré con llave", se dijo Singto mientras volteaba para ver, completamente asombrado, que la puerta de su cuarto estaba abierta.

- "¿Bu... buenos días?" – susurró Krist mientras intentaba no huir ni esconder el rostro bajo las sábanas.

- " Buenos días Krist..." – respondió Singto mientras se pasaba la mano por los cabellos – " esto... tal vez sea mejor que nos arreglemos y bajemos a desayunar a la cafetería de la esquina... las clases empiezan en tres horas. Tenemos el tiempo justo para eso...".

Krist asintió sin decir palabra y, sin siquiera mirar al joven, saltó de la cama. Luego, tras una breve mirada a su cuerpo y después al joven aún sentado sobre el colchón, corrió hacia el cuarto donde había dejado toda su ropa.

SMILING PINK MILKSHAKEWhere stories live. Discover now