SMILING PINK MILKSHAKE

23 (SPANISH)

Krist sentía su corazón latir fuertemente mientras observaba al penúltimo de los grupos terminar con su actuación. Habían estado geniales... especialmente el chico que había obtenido el papel de Puck. Sinceramente, no sabía cómo iba a hacer para lograr estar a la altura o, al menos, no hacer el ridículo tras una presentación como la que estaban viendo.

Sus ojos bajaron entonces al libreto que estaba en sus manos y, tras dejar escapar un suspiro, se volvió hacia su mochila y sacó una botella de agua. Su mirada se posó entonces en una pequeña pegatina que seguía pegada al plástico y que hizo que una leve sonrisa asomara a sus labios.

Y es que la carita sonriente que estaba devolviéndole la mirada no podía describirse más que como una broma.. una broma de Singto que, por el contrario, estaba logrando hacer justamente lo que el joven le había dicho unos minutos antes de separarse esa mañana.

"Toma, a ver si mirándola se te pega algo..que tienes una cara muy seria y triste. Deberías sonreír más...", le había dicho mientras se llevaba sus dedos a sus labios y hacía un gesto sonriente.

Krist sonrió con más fuerza para después, con cuidado de no dañar la pegatina, llevarse la botella a los labios y beber un largo trago. Todo ello mientras trataba de no atragantarse a causa de los nervios.

"Puedes hacerlo, Krist", se dijo mientras volvía a guardar la botella en su maletín, "has hecho ésto mismo con Singto muchas veces... tan sólo mantén la calma".

- "¡Siguiente grupo!"

Krist sintió que su corazón daba un vuelco en su pecho pero, al igual que el resto de sus compañeros, subió por las escaleras hasta el escenario y se colocó en posición.

Las luces se apagaron y el sonido de los grillos comenzaron a inundar la sala. Una leve brisa empezó a mecer las hojas de los arbustos y árboles colocados en el escenario. El joven tragó con dificultad para después, como tantas veces, cerrar los ojos mientras intentaba imaginar como sería la máscara de Puck.

Una leve sonrisa aniñada y juguetona asomó a sus labios.

Unos segundos después, cuando se oyó el sonido que indicaba el inicio de la obra, Krist ya no existía sino que en su lugar, se encontraba el maestro de las bromas Puck.

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Mrs. Amarette entró en la sala seguida de cerca por Singto y, tras buscar con la mirada a la directora, se dirigió hacia Madam Zuzu que, desde el fondo de la estancia, les hacía señas para que no dijeran nada. Ambos asintieron para, inmediatamente después, mirar hacia el escenario por unos segundos.

- "Casi hemos terminado... queda el último grupo" 

De repente, un segundo gong se oyó en la sala.

Una luz se encendió iluminando la figura de un joven que, tendido boca arriba sobre la rama de un árbol sonreía juguetonamente mientras balanceaba una ramita de lado a lado.

- "¡Puck!" - exclamó una voz imperiosa desde la oscuridad del escenario - "¡ ven aquí!".

El duendecillo levantó la cabeza y, un segundo después, estaba sobre la madera del escenario. Una rodilla sobre el suelo y la espalda inclinada en señal de respeto. 

Miss Zuzu abrió los ojos a causa de la sorpresa. Verdaderamente estaba impresionada. 

- " Se ha dejado caer al suelo haciendo un giro perfecto" - murmuró mientras se volvía hacia su mejor alumno con una pregunta en sus ojos. 

Una pregunta que fue contestada con la brillante sonrisa que Singto dirigía, en esos momentos, hacia el escenario. Una sonrisa claramente orgullosa y feliz.