41 (SPANISH)

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Krist caminaba por los pasillos del hospital mental con el ceño fruncido. A su lado, con rostros pálidos y  expresiones de desconcierto, estaban Off, Win y Singto. Todos habían decidido acompañarle tras descubrir que pensaba visitar a Porsche y después de haber intentado, uno tras otro, que cambiara de idea.

- "Aún no entiendo por qué quieres verlo..." - musitó Win mientras se acercaba a su hermano para susurrarle al oído - "los médicos han sido claros... ha perdido la razón y no saben si algún día podrá recuperarse".

Krist, sin decir palabra, se mordió el labio inferior.

Por un lado no quería volver a ver al joven que había estado a punto de matarle. Ni a él ni mucho menos a Knott. Sin embargo había algo que quería comprobar... algo que, desde aquel día, le rondaba por la cabeza y no le dejaba tranquilo. Ni siquiera cuando dormía.

Y es que aún recordaba las últimas palabras de Porsche justo antes de que todo se volviera negro...



Flashback...

Krist, con la mente embotada a causa de la falta de aire, notó que los dedos que aprisionaban su garganta se aflojaban levemente. Con dificultad movió la cabeza y observó cómo Porsche, completamente pálido, miraba hacia donde estaba su viejo amigo.

- "No puede ser..." - murmuraba éste mientras observaba el garrote pero, sobre todo, a la figura que estaba a unos pasos de él.

El joven, intentando permanecer despierto y consciente a pesar de la oscuridad que comenzaba a adueñarse de él, sólo atinó a escuchar una última frase antes de que finalmente fuera vencido y perdiera la conciencia.

- "Pero si tu estás muerto... yo te maté..."

Fin del flashback...




Los cuatro jóvenes se detuvieron finalmente ante una puerta y una amplia cristalera que dejaba ver lo que ocurría en el interior del cuarto pero que, sin embargo, parecía completamente opaco desde el otro lado.

- "JAJAJAJAJAJA.... todos muertos... ¡sí!" - decía un joven mientras hacía saltar por el aire varias de las  figuritas con las que estaba jugando. A su lado, una enfermera y un vigilante observaban cuidadosamente su comportamiento. 

La joven, con el ceño fruncido y una expresión triste en el rostro, anotaba en una pequeña libretita mientras hablaba en susurros con el hombre musculoso que la acompañaba. Por su expresión, sin duda, la evaluación no parecía estar siendo muy positiva...

Krist suspiró y, armándose de valor, golpeó en la puerta.

La joven levantó la mirada y, con una leve señal al guarda, se acercó y salió al rellano.

- "¿Venís a ver al paciente?" - preguntó nada más ver a los cuatro jóvenes que estaban en la puerta.

- "Si" - respondió Krist mientras sentía que su corazón comenzaba a latir con más fuerza. Su mente, por primera vez desde que despertara en aquella habitación de hospital, comenzó a llenarse de dudas.

¿Era necesario todo éso?

¿Y si sólo generaba un mayor problema?

Pero, sin embargo, no tuvo mucho más tiempo para pensar en nada más ya que Porsche, tras levantarse del suelo, los observaba fijamente mientras se encaminaba hacia ellos con pasos lentos y pausados.

Sin embargo, un segundo más tarde, saltó hacia Win con un grito desgarrador que se oyó por toda la sección del hospital.

Los médicos comenzaron a acercarse corriendo mientras que el hombre de seguridad, con un movimiento rápido, había logrado alcanzar al joven enfermo y reducirlo hasta dejarle sobre el suelo, boca abajo, y completamente indefenso.

SMILING PINK MILKSHAKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora