34 (SPANISH)

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Singto observaba al grupo que estaba llevando a cabo la presentación sobre el escenario del salón de actos....

Eran buenos, sin duda alguna, y con toda seguridad debería estar analizando cada gesto, cada palabra utilizada en los diálogos. 

Sin embargo su mente no estaba cooperando. Sus pensamientos estaban confusos. Especialmente tras la aparición de sus amigos que, esa misma mañana y sin perder tiempo, habían comenzado a preguntarle acerca de su relación con Krist.

- "¿Estás seguro de que no está jugando contigo?" - Mook le había preguntado tan pronto como llegaron a clase.

- "Mira lo cerca que estaba de ese chico.." - Joss había intervenido entonces mientras le pasaba su propio móvil donde había una foto de Krist y un joven a quien no se podía ver con claridad.


Singto suspiró mientras bajaba, por unos instantes, la mirada hacia el suelo de la amplia sala. Estaba seguro de que los chicos hablaban de Gun, especialmente tras detallarle con lujo de detalles como era el joven que estaba con Krist. Incluso le dijeron el color de la gorra que le había regalado el "desconocido". 

"Están escuchando demasiado a Porsche ...", pensó mientras recordaba algunos de sus comentarios y cuán similares eran a los que el hombre había estado enviando a su propio teléfono.

-"¡Singto!" - exclamó el profesor haciendo que éste saliera de sus pensamientos y se volviera hacia el hombre de mediana edad que, con el ceño fruncido y el libreto enrollado en una mano, le observaba desde unos pasos de distancia.

El joven enrojeció y, tras disculparse, volvió a mirar hacia el escenario donde la representación seguía su curso.

"De ésta no me salva ni Madam Zuzu en persona...", se dijo mientras sentía aún la mirada enfadada del profesor sobre su rostro.

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Krist sonreía mientras escuchaba a su hermano hablar del final del curso y de cómo había decidido matricularse en la universidad de la capital para el año siguiente.

- "Con mis notas no creo que tenga ningún problema" - decía Win mientras hacía girar la pajita del batido que tenía frente a él- "pero me gustaría ir y asegurarme de los requisitos de acceso".

- "Seguro que podrás entrar en la que tu quieras" - respondió Krist mientras bebía de su malteada - "especialmente con tus notas. Al fin y al cabo tienes la mejor puntuación del año".

Win sonrió mientras levantaba la mirada y la fijaba en su querido hermano mayor. Sin embargo, en pocos minutos, su expresión cambió haciendo que Krist comenzara a preocuparse.

- "¿Ocurre algo?"

El joven negó con la cabeza para, inmediatamente, desviar la mirada hacia la calle que se veía desde los amplios ventanales del local.

- "No me mientas. Sabes que siempre te descubro..." - dijo Krist mientras fruncía el ceño. 

Y es que su hermano sólo evitaba los temas en muy contadas ocasiones y, generalmente, éstas acababan siempre de muy mala manera.

- " Yo.... yo.... ¡LO SIENTO!" - exclamó éste, de repente, mientras se levantaba de su asiento y se inclinaba a modo de disculpa.

Krist sintió que sus mejillas enrojecían, especialmente tras notar la mirada que les estaban echando los demás clientes de la cafetería. La voz de Win, de tono alto, había alcanzado hasta el último de los rincones del establecimiento haciendo que toda la atención se centraran en ellos.

"No de nuevo", se dijo mientras recordaba su experiencia con Knott y Singto en un establecimiento muy parecido.

- "No pensaba hacerlo, en serio, pero... pero pensé que era sincero... que aún podíais arreglarlo. Yo..." 

"Me niego a pasar por lo mismo...", pensó Krist, aún pendiente de las personas que estaban a su alrededor, tras lo cual se levantó y, con una sonrisa avergonzada, posó una mano sobre el hombro de su hermano haciendo que éste se volviera a sentar en su sitio.

Tras lo cual, inclinando la cabeza en señal de disculpa frente a los clientes que aún le observaban, ocupó nuevamente su asiento y miró fijamente a Win.

- "Espera un momento...¿de qué diantres me estás hablando?" - preguntó Krist cuando, finalmente, reparó en lo que su hermano había estado diciéndole.

- "De verdad... yo no sabía que tenías un nuevo novio. Sólo quería ayudarte... yo..." - musitó Win con un hilo de voz. Sus ojos comenzaron a humedecerse.

- "Entonces, ¿fuiste tú?"

Win asintió con expresión culpable.

- "Yo le dije a Knott donde estabas, incluso le pasé la dirección de los abuelos".

Krist palideció tras oír eso. Sin duda había sido una suerte que, tras la aparición de Fiat, Singto le hubiera propuesto quedarse en su apartamento. Y es que si no llega a ser así y Knott llega a encontrarlo a solas.. no quería ni imaginar lo que hubiera podido pasar.

"Al fin y al cabo siempre acabamos muy tarde con las clases. Especialmente ahora que las pruebas se acercan", se dijo recordando las calles solitarias de la avenida. Los rincones oscuros y los matorrales densos que bordeaban muchas de las casas..

Si..Sin duda había sido una suerte que aceptara la idea de quedarse con su novio, al menos hasta que las pruebas para la obra acabaran y pudieran dedicarse a resolver el problema de Fiat.

- "En cuanto vi el vídeo de la cafetería me preocupé...así que me vine de inmediato" - dijo Win mientras le agarraba una de las manos - "¡no dejaré que te haga nada más!".

Krist suspiró mientras movía la cabeza de lado a lado. 

¿Cuántas veces habían sido ya? 

¿Diez..?

¿ Veinte..?

Ya había perdido la cuenta de las veces en la que su hermano había salido en su defensa... su hermano pequeño...  al que debería estar protegiendo él...

Krist suspiró mientras cogía el vaso medio vacío y bebía un sorbo.

- "No es necesario... yo se cuidarme solo"

- "Si... eso ya lo vi"- musitó Win irónicamente - "si no llega a ser por tu novio no sé qué hubiera podido pasarte..."

Fue entonces cuando el joven abrió los ojos, sonrió ampliamente y sacó una libretita del bolsillo de su pantalón.

- "Hablando de Singto..., ¿Crees que se moleste si le pido un autógrafo?".




Mientras tanto, en una habitación de hotel, dos figuras se encontraban recostadas sobre la mullida cama.

- "¿Estás seguro de que va a funcionar?"

- "Por supuesto que sí... confía en mí" - respondió Porsche mientras daba una calada del cigarrillo para, inmediatamente, pasárselo al joven que estaba tumbado a su lado.

- "No sé..."

Porsche suspiró y, tras sentarse sobre el colchón, se volvió hacia el joven que le observaba con una expresión confundida pero a la vez llena de esperanza.

Sólo un poco más...

Sólo faltaba un último empujoncito y todo estaría listo...

"No sabes lo que te espera.. te destruiré completamente", pensó Porsche mientras una sonrisa asomaba a su rostro, " prepárate Krist.. porque de esta no vas a poder librarte. ¡Eso lo juro!"




SMILING PINK MILKSHAKEWhere stories live. Discover now