Mermaid (Taekook)

Madre de todas las madres

Habían pasado algunos días tras la discusión y enfrentamiento que tuve con mis hermanos, mismos que ahora me han desecho de sus vidas, ahora soy alguien al quién detestan, una persona que no quieren ver. No sabía nada de ellos, Tae los ha buscado por varios días para llevarlos frente a las ancestrales madres, pero habían desaparecido sin dejar rastro. Tal vez es lo mejor, tal vez la vida para ambos irá con mayor estabilidad y paz en sus corazones.
Estaba recostado en mi cama, mientras mis ojos miraban hacia la ventana perdidamente, hasta que sentí algo arrastrarse por mi pierna, al ver, era Hera, fijamente la observé y comenzó a hablar mi madre a través de ella, pedía verme y en ese instante el portal se abrió, Tae no se encontraba en casa así que no tuve mas tiempo que esperar, entre hasta llegar al santuario donde las hermanas me esperaban sentadas en sus tronos. Al llegar les hice una reverencia y estás también repitieron el gesto conmigo. Fui hacia sus brazos, cada una depositó un beso sobre mi frente.
Estás me pidieron que me sentara, al hacerlo Medusa le pidió a su hermana Euríale que trajera un libro, esta obedeció, salió por unos segundo de salón y al regresar traía consigo un libro en sus manos, este mismo se lo dio a su hermana y esta lo paso a mis manos. No entendí de que se trataba, pero estaba muy intrigado así que lo abrí, había mucha información acerca de lo que parecía ser una Diosa que gobernó los océanos al inicio de los tiempos. Entonces Medusa comenzó diciendo que ellas me llamaban un Dios emergente no por casualidad ni ambición, yo tenía la sangre de un Dios y no sólo eso de una Titánide, era la madre de los monstruos, la madre del agua y de todo lo que hay en ella, la creadora de las gorgonas, la antigua madre de Medua, Euríale y Esteno, su nombre era Ceto, era mi abuela, la madre de mis ancestrales madres. Me quede sorprendido con lo que escuchaba, tenía una abuela y ella era parte de los antiguos Titanes, los padres de los dioses, yo provenía de su linaje.
Medusa la describió como un ser gigantesco, en vez de una cola de serpiente lo que poseía eran tentáculos como un pulpo o calamar, en vez de cabello poseía lo mismo, su rostro era similar a un humano pero lejos al mismo tiempo de parecerse a uno, tenía hileras de afilados colmillos, poderosos y fuerte brazos y sobre su cabeza dos grandes cuernos, lo que me estaba describiendo era un monstruo, pero al final no me sorprendía, todos éramos iguales al fin y al cabo.
—¿Que paso con ella? Pregunté.
—Cuando los dioses emergieron, destruyeron a los titanes y a otros los enviaron a sitios de la tierra como prisioneros, se dice que Ceto fue enviada a las profundidades del océano a una presión que nadie jamás ha visto, su vida o su muerte es un misterio, milenios han transcurrido y nunca supimos si sigue con vida o realmente esta muerta...
—¿Y que tiene que ver esto conmigo?
—Tú hijo mío, tienes mucho poder, por eso eres nuestra creación más perfecta, eres un Dios con sangre de Titanes, puedes gobernar este mundo, por eso queremos que te concentres y alcances la gloria de nuestra raza y de nuestro clan, hazlo por nosotras, por tu amado, por ti y por tu abuela, eres el ente que gobernará este mundo entendiste.
—Así lo haré mis amadas madres. Asentí con una sutil sonrisa, me despedí sin antes pedirles el permiso de poderme llevar el libro, estás aceptaron, así que me lo lleve, quería leer acerca de Seto, que al parecer era mi abuela, una Titánide de la cual nunca antes escuche, pero que ahora me urgía conocer...