Mermaid (Taekook)

En alta mar

Recibí un mensaje, lo noté al ver la pantalla encenderse, al mirar provenía de Tae, mordí mi labio inferior y suspiré, mi corazón latía rápido. Tomé el teléfono y leí su texto, pedía que viera por la ventana, sonreí y obedecí. Al observar tras el cristal estaba a la orilla de la calle viendo hacia mi ventana, conectamos nuestras miradas y sonroje mis mejillas. Otro mensaje llega a mi celular, este me pidió vestirme con ropa cómoda, al parecer me tendría una sorpresa.
Corrí al baño, me duché a una gran velocidad, me coloqué un conjunto casual y relajado, baje las escaleras y fui a su encuentro, depósito un tierno beso en sus labios, este me toma de las manos.
—Kook, ¿estás listo?.
—¿para qué?.
—Hoy tendremos un día solo tú y yo.
Me sentía muy intrigado en saber lo que tenía planeado, pero asentí sin dudar, lo que más quería era este a su lado. Comenzamos a caminar, minutos en silencio, hasta que llegamos al muelle lugar donde me había lanzado como plan de Jimin para descubrir el secreto que Tae me guardaba, grandes recuerdos.
A la orilla de este se encontraba un yate de color blanco, la nave era "pequeña" y lujosa, subimos a esta, pero mi rostro se notaba confuso,
—confía en mi. Subí algo nervioso, pero confiado con quien iba. Tae enciende el navío y conduce a lo profundo del océano, al voltear nos alejábamos de tierra cada vez más, estaba muy inquieto ya que me atemorizaba el estar rodeado de agua.
La brisa azotaba en mi cuerpo agitando mi cabello al igual que mi ropa, el sol estaba en su esplendor junto a un cielo despejado, una imagen hermosa a la vista.
Tae detiene la nave, estábamos en lo profundo del océano, a donde vieras solo había agua y olas, me sujeté de la barra en la proa y cerré mis ojos, temblaba, pero sentí dos brazos rodear mi cuerpo.
—estoy aquí, no tengas miedo. Abrí mis ojos y lo mire a su rostro, sonreí nerviosamente y este se burla un poco por la palidez de mi cara.
—No es gracioso. Me quejé.
—Mira a tu alrededor, no es precioso, alejados de las personas, sólo escucha. Guardamos silencio, sólo los sonidos de la brisa marina, las gaviotas y las olas al moverse invadían el espacio, una sinfonía armoniosa.
De repente Tae quita su camisa dejando su torso al descubierto, guiñe su ojo y se lanza al agua, escuche el chapuzón, alguna gotas salpicaron mi rostro, me sorprendí.
Al buscarlo no lo encontraba, desapareció, gritaba su nombre hasta que por fin pude verlo, sus ojos azules y cristalinos y una gran cola tras de el, nadaba de un lado a otro y no podía dejar de admirar su belleza.
—Vamos Kook, ven. Negué con mi cabeza, este se acerca a la popa que daba al agua donde me encontraba sentado, este muerde su labio y me toma de mis caderas lanzándome al océano, grite del miedo, pero me mantenía sujeto a su cuerpo, Tae reía.
—No me sueltes. Le pedí con miedo.
—Tranquilo, no lo haré. Lo bese al escucharlo, relaje mi cuerpo y me deje llevar, solté su agarre y nade por mi cuenta, me mantenía a flote. Tae se movía a mi alrededor con una sonrisa resplandeciente, no dejaba de ver su cola en tono verdoso y a la vez azulado.
Se acerca a mi y me une a su cuerpo, sentía su respiración, su piel tenía venas que brillaban como escarcha y esos ojos que te dejaban sin aliento me observaban.
—Tae...eres...eres hermoso, completamente perfecto. Rodee con mis brazos su cuello uniendo profundamente nuestros labios, seguíamos el movimiento del otro con suavidad y dulzura.
Me sobresalte, arruiné el beso al sentir que estaba subido sobre algo, vi una aleta frente a mis ojos y grite pensando que era un tiburón. Tae no aguanta la risa, al mirar con cuidado estaba sobre un delfín, nunca había visto uno tan cerca y menos montado en el.
—Vamos, demos un paseo. Habla Tae, este se sumerge en el agua y segundos después aparece de un salto tal cual lo hace los delfines con un gran ¡Yuju!, fue fascinante. El delfín comienza a nadar, sigue a gran velocidad a Tae, sólo podía disfrutar el momento tan mágico, una experiencia que jamás olvidaría,
Al ver a mis lados no lo pude creer centenares de delfines saltaban y se sumergían en el agua y yo en medio de ellos, sonreía, no lo pude creer, grite de la alegría, no lo contuve, extendí mis brazos y cerré mis ojos, un sueño del cual no quería despertar.
Horas de magia. El delfín me lleva nuevamente al Yate, subí a la nave, Tae se despide de su amigo con un tierno beso, cuando esté se aleja, Tae se acerca a la popa y se sienta a la orilla, movía con suavidad su cola, hasta que esta desaparece en dos piernas desnudas.
—Oh! Mi dios. Me sonroje a más no poder, lo vi completamente desnudó. Escuché cómo se puso de pie y sus pasos tras mi espalda, da un beso en mi cuello el cual me estremeció, luego continúa hacia la cabina, minutos después sale con ropa, nos quedamos mirando el atardecer en la cubierta, sentados uno al lado del otro tomados de la mano, ese día que estuve con el jamás lo convidaría en la vida...
—Kook, te amo, realmente te amo.
—Y yo a ti, no sabes cuanto.Recosté mi cabeza en su hombro.