Mermaid (Taekook)

Sol y luna

Me levante temprano, quería preparar un rico desayuno para mi familia y tener una linda mañana. Huevos revueltos, tocino, tostadas, frutas, café y jugo recién exprimido puse sobre la mesa. Sonreí al ver lo lindo y delicioso que todo se veía.
Comencé a servir los platos cuando vi a Tae entrar al comedor con un bostezo, me acerqué y le di un beso en sus rojizos labios. Buenos días le dije. Este me abrazó y puso sus manos en mis glúteos mientras mordía su labio inferior. Buenos días respondió. Me sonroje al oírlo, pero tuve que decirle que se controlara ya que podían vernos a lo que me respondió que no le importaba, al fin y al cabo es mi esposo y tenía el derecho a demostrarme su amor con algo de picardía. Nuevamente lo bese y tome su mano, lo lleve hasta su silla, este se sentó y le serví su desayuno. Comenzó a comer y a elogiar mi comida como era costumbre.
Escuché pasos en las escaleras, al ver., Denali estaba lista para salir, le pregunté hacia donde iba y me respondió que quería dar una vuelta y que probablemente volvería tarde. Trate de sacarle más información pero me ponía nervioso al hacerlo además me dejó hablando solo ya que cundo vi ya se había ido.
Regrese a la mesa con una expresión seria, me senté en la silla aún lado de Tae, este al verme tomo mi mano y la beso. Volteé a verlo y este sonrió.
—No te sientas mal, debes ser paciente, aún no nos conoce y aunque no confíe del todo vamos a ir poco a poco, como pasos de bebé ok, debemos ganarnos su cariño y eso es un procesó, pero ya verás que te amará, como no podría hacerlo, mírame a mi, me tienes loco. Me reí al escucharle.
—¿Como logras sacarme siempre una sonrisa?
—Mmm no sé. Se puso en pie y me levanto hasta cargarme en sus brazos llevándome hasta el sofá más amplio en la sala, me coloco con delicadeza sobre el y puso su cuerpo sobre mi mientras besaba mi cuello provocando que mi piel se erizara, cerré mis ojos y abría mi boca resaltando gemidos casi mudos. Tae quito mi camisa y luego quito la suya. Miramos nuestros ojos fijamente y sin pensarlo ya nuestros labios estaban unidos, mordía su labio con suavidad y este repetía la acción conmigo. Sin pensarlo me volteé dejándolo sobre mis glúteos y espalda, este con sus labios recorría mi piel, de repente sentí como bajo mi pantalón junto a mi ropa interior de un solo tirón y sin aviso sentí su lengua y labios en mis glúteos lo que hizo que ahora mis gemidos fueran fuertes.
—¿Quieres? Susurro a mi oído a lo cual asentí. Ya desnudos, este introdujo su miembro dentro de mi, mordí el almohadón que tenía cerca de mi rostro. Comenzó a moverse con suavidad hasta que su velocidad comenzó a intensificarse y de repente la puerta fue abierta, grite y Tae saltó del susto, me cubrí con la cobija que cubría parte del sofá y Tae con un florero sus partes.
—¡Ah! Solo olvidé algo. Subió las escaleras hasta su habitación, quedamos estáticos, al estar nuevamente abajo, volteo a ver nuestros rostros enrojecidos por la pena. —Mmm no sé preocupen, tratare de borrar esta imagen de mi mente. Salió del sitio... caí sobre el sofá con gran vergüenza y cuando vi a Tae ambos comenzamos a reírnos sin parar.
—Pues creo que traumamos a nuestra hija. Dijo Tae. La arroje el cojín al rostro.
—La próxima vez que quieras jugar llévame al dormitorio y ponle llave a la puerta, ahora no vivimos solos, no podemos andarlo haciendo en cualquier sitio.
—¿Y terminamos lo que empezamos? Relamí mis labios tomé su mano y corriendo lo llevé hasta la habitación...