Marea baja

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Aquel aguacero se había transformado en una delicada llovizna. Caminaba por las desoladas calles debido a lo tarde que era, para ser específico la madrugada. Estaba más relajado, pero aún no lograba encontrar a Tae.
Transcurrieron varios minutos hasta que por fin lo encontré, fui hasta el mar para poderlo hallar y no me equivoqué, estaba sentado sobre la arena frente al océano y sus inmensas olas. Me acerqué y me senté a su lado, este tenía sus ojos cerrados y repetí la acción, cerré mis ojos y dejé que mi oído se agudizara y poder escuchar aquella hermosa melodía, como se escuchaba el agua, las olas romper y desvanecerse entre la arena y aquella marea tan poderosa, fue encantador oírlo.
—Había olvidado lo hermoso que era esto.
Dije sutilmente.
—El océano es maravilloso, sentarme y escuchar su voz me relaja, es mi hogar y mi familia, al igual que tú. Toma mi mano la cual estaba apoyada en la arena, una sonrisa se dibujó en mi rostro, en ese instante deje caer mi cabeza sobre su hombro. La brisa movía nuestros cabellos llevando aquel dulce sonido.
—¿Kook? Me aparte para poderlo ver, este tenía sus ojos azules aquellos mismos que parecían dos diamantes, brillaban en la oscuridad y era muy hermoso. —Yo te amo, perdóname por haberte hecho daño. Respondí que no tenía porque disculparse, no tenía ni una gota de molestia dentro de mi. Este se puso de pie y me tomó de la mano nuevamente.,  caminamos cerca del agua pero sin que esta tocara nuestros pies. Me soltó y me pidió que esperara, en ese momento Tae se postró frente el océano y le miró fijamente con aquellos ojos de cristal. De repente una gran ola provenía pero se abrió en dos partes, el mar se dividió en dos dejando paredes de agua y un estrecho camino en medio de el, Tae camino por el mismo en busca de algo que aún no podía saber, encontro lo que buscaba en un coral, retrocedió y volvió hacia mi y una vez cerca, el océano nuevamente cayó y se unió en un gran estruendo. Tae regresó a sus ojos marrones y conectamos nuestras miradas. Y fue ahí cuando todo cambio, vi como se arrodillaba frente a mi, puse mis manos en mi boca sin poderlo creer, este extendió su mano y me mostró lo que había en ella, era la muestra de su amor, lo que nunca en mi vida creí llegar a tener. Era una anillo de compromiso, plateado con pequeños destellos y una perla que sobresalía. Mis lágrimas comenzaron a brotar y a caer sobre mis mejillas. Este tomó mi mano y entonces hizo la pregunta.
—Jeon Jungkook, se que nuestra historia ha sido muy complicada, somos de un mundo que tú antes no pensabas formar parte, hemos pasado por tanto y nuestro amor a prevalecido, eres el chico más maravilloso que pude haber conocido, cuando te vi por primera vez en aquellas librería supe que eras para mi y que un futuro juntos nos esperaba y aquí estoy ahora, te amo con todo mi corazón y quiero que estés a mi lado toda la vida, por eso te pregunto, ¿quieres casarte conmigo? Ni di una respuesta solo me abalancé hacia el en un abrazo. Este se puso de pie y me cargó entre sus brazos con una gran sonrisa.
—Ahora mi pequeño gorgon, estás comprometido, nadie más tiene derecho a verte. Dijo en un tono divertido.
—Yo jamás quiero que otro me vea, quiero que el chico de ojos de cristal sea el único que voltee a mirarme, oíste mi tritón. Beso sus labios y dejamos que el movimiento junto con nuestra pasión y felicidad se apoderar de ese beso...

Mermaid (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora