Los reyes del bosque

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Ver al inmenso lobo era imponente, realmente infligía temor, los demás lobos al verle huyeron del lugar dejándonos a solas con aquella bestia oscura. No dejaba de mirarnos y de repente comenzó a mostrar sus inmensos caninos, sujeté la mano de Tae por mi inseguridad y este sorprendido me miró. Sin embargo en mi mente pasaban ideas con un final fatal pero no se aproximaba a la realidad. Cerré mis ojos y al abrirlos nuevamente ya no estaba el lobo, ahora había un cuerpo esbelto desnudó frente a mi, con una piel tan blanca como la misma nieve y un cabello oscuro que cortaba aquel escenario blanco. Era Jin.
—Lamentó haberlos asustado. Dijo con una sonrisa, se acercó a nosotros y me percaté que aún estaba sujeto a la mano de Tae así que la solté rápidamente. Jin estaba frente a mi y me alegraba hacerlo aunque no de esa manera ya que estaba completamente desnudo.
—Mmm creo que deberías cubrirte. Dijo Tae algo sonrojado, este mismo se quieto su abrigo dándoselo a Jin quien se cubrió con el así tapando gran parte de su cuerpo. Una vez con el abrigo encima corrí hacia el dándole un fuerte abrazo. Al apartarnos ambos no dejábamos de sonreír, la felicidad emanaba de nosotros.
—¿Que hacen aquí? Aquella sonrisa en mi rostro se esfumó. Le respondí que debía ver a Nam cuanto antes y ahí les explicaría el motivo de mi llegada. Este asintió y comenzó a guiarnos más profundo en el bosque. Minutos después llegamos a un árbol tan grueso y grande, donde las ramas se habían anclado cómo torres, era un castillo hecho y creado en el tronco del gigantesco árbol, había una puerta la cual fue abierta al mirar hacia arriba nos apuntaban con flechas algunos hombres, al entrar quede sin palabras, estábamos dentro del tronco de un árbol, era irreal era un amplio salón lleno de musgo y madera, habían aves revoloteando y una gran multitud, faunos, centauros, minotauros, enanos, duendes y elfos mismos que estaban afuera con flechas. Era increíble, sorprendente como un cuento de hadas. Al final del salón estaban dos tronos forjados por las mismas raíces, en uno estaba Nam y en el otro se sentó Jin. Brindamos nuestros saludos aunque yo fuera un rey ahora estaba en un reino ajeno al mío, incline mi cabeza y al mirar aquel serio rostro se levantó de su trono y se acercó a mi sin expresión, cuando estaba a centímetros instantáneamente sonrío abalanzándose hacia mi en un abrazo.
—Mi pequeño hermano. Luego de saludarme también se inclinó y después de hacerlo dijo: el es el rey Gorgón, un Dios de la tierra, destinado a salvar nuestro mundo. Todos al oírlo bajaron sus cabezas.
—¿Y que te trae por acá?
—¡Nam! ¡Jin! Necesito su ayuda, se que no terminamos bien y por eso se fueron de mi lado pero no estaría acá si fuese importante. Ambos se vieron nerviosamente. —Jimin fue herido de gravedad y si no lo ayudamos morirá. Los ojos de Nam parecía como si fuesen a salir debido al  asombro.
—¿Cómo pasó? Preguntó.
—El ejército de la peste oceánica nos atacó, luchó valientemente como mi general pero resultó herido y... perdí a uno de mis hijos también en la batalla, no puedo perderlo a él también, no estoy hablando con Nam en este momento, estoy hablando con Baeglor y Angra, refiriéndome a Jin, ustedes son dioses que tomaron cuerpos mortales mismos que pueden morir mientras que ustedes seguirán con vida, no pueden hacerle eso a Jimin así que necesito que ayuden a su hermano Cáele a seguir dentro de él. Nam y Jin se voltearon a ver, los ojos de nam se tornaron como dos llamas de fuego y los de Jin verdes como esmeraldas, señal que en ese momento eran los dioses los que me estaban prestando atención, ambos asintieron a mi petición. Caí sobre mis rodillas y les agradecí, no pude evitar derramar una lagrima de felicidad.
—Partiremos mañana a primera hora. Sonreí al oírlos.
Ya todo estaba en calma, Nam y Jin en sus tronos disfrutando de la alegría que había en lugar reflejada con música y bailes, miraba también a Tae saltando y bailando entre los elfos y faunos. Reí al verle. Mientras tanto yo estaba en una esquina observando todo, al voltear vi a un chico apuesto, de cabello marrón extremadamente lacio hasta las caderas, sus orejas puntiagudas y una belleza inmaculada y una piel con una tez mas bronceada.
—El rey Gogón, es un honor. Bajó su cabeza. —Lo lamentó, mi nombre es Kai, Cáele es un gran amigo, se que vive ahora en un chico llamado Jimin, si es así el también es mi amigo y lo que más quiero es que se recuperé.
—Te lo agradezco, ¿son todos? Pregunté mirando a la multitud, que realmente no era un gran gentío, podrían ser 30 aproximadamente.
—Tras la caída de los dioses y el resurgimiento de los Titanes sólo nosotros hemos quedado, somos el pequeño pueblo del panteón de los dioses, Baeglor, Kael, Cáele y Angra, tú eres nuestra esperanza, cuando oímos de ti supimos que aún la fé viviría en nuestros corazones. Tomé su mano en forma de agradecimiento.
—Perdona la pregunta, ¿perdiste un hijo?
—Tengo una hija de sangre y cuatro que críe como mis hijos, son serpientes o los grandes dragones sin alas. Este estaba tan emocionado al oírme.
—¿Dragones? ¿Creí que estaban extintos? ¿Tú tenías a cuatro de ellos? las criaturas más antiguas y misteriosas del mundo.
—Ahora sólo hay dos de ellos mi hermosa Hera y Gorgon mi príncipe, mi sol dorado Jawzhar fue el primero en ser asesinado por el ejército de la peste oceánica y mi copo de nieve Nervem la más pequeña de sus hermanos quien fue aniquilada hace poco.
—Lo lamento, los dragones son mis criaturas favoritas, estudié sobre ellos y en el pasado hubieron algunos realmente impactantes de ambas especies: los alados y los considerados serpientes gigantes ya que no poseen alas y sus cuerpos son como de una serpiente, hubieron algunos temibles y poderoso, los vi en un libro.
—¿No te gustaría verlos en vida? Este con una gran sonrisa afirmó...

Puse a Kai ya que en la realidad es un gran amigo de Jimin, así que quise reflejar ese dato en el fic, espero lo notaran.💖

Mermaid (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora