Sospechas

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Todo se encontraba en paz y tranquilidad, me había mudado con Taehyung, este insistió en n que lo hiciera para poderme proteger del mal que nos perseguía. No podía salir de casa, tuve que decirle a mi madre que me ausentaría un tiempo debido a un proyecto personal, no di mucho detalle sólo le pedí que estuviese tranquila, que iba a volver lo más pronto posible, pero tal vez nunca lo haría...
Habían pasado semanas sin saber nada acerca de Hoseok o Jimin, no los volvimos a ver, podía ser un alivio o solamente la calma antes de la tormenta. No lo sabía, ahora me costaba entender la situación por la que pasaba, nunca creí vivir esto, nunca pensé que este sería mi futuro, sin embargo estoy al lado de la persona que amo, estaré para él siempre, es una batalla en la que los dos participamos y nos cuidaremos uno al otro como uno solo.
La puerta principal es abierta, me asomé y era Tae, sonríe al verme y yo correspondo, corrí a sus brazos y lo abracé, al vernos a los ojos supe que tenía que decirme algo, se notaba en su mirada. Metió su mano en el bolsillo de su pantalón, luego sacó dos boletos de avión, le mire sorprendido. Los tome y mire su destino, Italia.
—¿Que es esto?, ¿Nos iremos?
—Así es, este lugar no es seguro para ti, por ahora debo mantenerte a salvo lejos del brujo, debemos comenzar de cero, un lugar donde nadie nos conozca, donde podamos tener una vida juntos, una familia. Dijo mientras acariciaba mi rostro. Derrame una lágrima.
—¿Y mi madre?
—Jungkook, ella estará bien, algún día volverás lo prometo, pero debemos irnos, ya es tiempo de que dejes el nido y vueles lejos de el, es tiempo de formar un hogar junto a mi, ¿te parece? Asentí a su respuesta, me dolía el corazón, no quería irme, una parte deseaba seguir aquí, pero por otro lado el deseo de formar una vida con el hombre que amo era mi felicidad y mi mayor anheló. Después de nuestra breve conversación comenzamos a empacar nuestras cosas, lo más necesario, al terminar Tae pidió un taxi, minutos después estaba frente a la casa, tomamos nuestras molestas y las llevamos al auto, subimos en el, ambos en el asiento trasero, este tomó mi mano sabía que estaba nervioso y triste por irme, me reconfortaba tenerlo ahí para mi, su tacto me relajaba. Llovía un poco, pequeñas gotas caían y mojaban todo a sus alrededor. Un viaje corto y estábamos en el aeropuerto, bajamos nuestro equipaje y fuimos a los filtros de seguridad. Después de todo el protocolo, fuimos a una sala de espera, mientras esperábamos nuestro vuelo, el cual salía en una hora. Respiraba hondo y el tiempo voló, escuchamos la voz que avisaba la partida del vuelo, nos dirigimos al avión, dentro de el, me puse muy ansioso y no podía evitar llorar, Tae me rodio con su brazo y recosté mi cabeza en su hombro.
—Tranquilo, estoy aquí. Respondió.
Sin pensarlo, el avión partió rumbo a su destino, era un viaje largo así que cerré mis ojos y caí profundamente dormido... al despertar ya habíamos llegado, Italia.
Bajamos y tomamos nuestras pertenencias, salimos a la parte exterior y nuevamente tomamos un taxi, Tae hablaba italiano y me sorprendió, el chofer comenzó a conducir, no sabía a donde íbamos pero al ver por la ventana todo me parecía hermoso. Después de una hora el auto se detuvo en una casa muy elegante y rústica, hecha de mármol y arcilla, decorada con madera fina y acabados lujosos.
Bajamos todo, pero yo seguía impactado con la hermosura de la casa, Tae se puso a mi lado.
—¿Te gusta?
—Es muy bella, pero no debiste conseguir esto, algo más sencillo hubiese sido suficiente.
—Lo mejor para ti, además hace muchos años vine acá y compré este lugar, me encantó la tranquilidad, la paz que se siente, estamos alejados de todo. Y tenía razón estábamos solos, la casa estaba ubicada en un pacifico paraje, árboles y flores le rodeaban. —Vamos, quiero que la veas por dentro. Caminamos hasta la puerta, Tae introdujo la llave en el cerrojo, entramos y quede sin palabras, era un sueño, la decoración era moderna pero a la vez tenía un toque medieval.
—¿Donde estamos? Pregunte.
—Cariño ahora vives en Roma, Italia.
—¿Roma?
—Así es.
Camine por la nueva casa, observando cada sala, la cocina, sus muebles, recuadros, todo...
Luego fui hasta las escaleras y subí al siguiente piso, Tae me esperaba con su mano extendida, la tome y me llevo hasta la habitación, nuestra habitación, una amplia y acolchonada cama era lo que resaltaba al entrar en medio de tanta inmensidad. Tae me mira y me da un beso en mis labios.
—Este es nuestro hogar, tú y yo solamente, aquí podremos tener hijos. Reí un poco. —Así es hijos, ¿no te gustaría adoptar y formar una familia?
—por supuesto, a tu lado todo lo que quieras, una hermosa familia. Me toma de mis muslos y me carga en sus brazos, sonreí y reía al mismo tiempo, me llevo a la cama y me puso suavemente en ella, luego estaba sobre mi, su rostro a centímetros del mío.
—Te amo Kook y mucho.
—Y yo a ti, estoy completamente enamorado de ti. Nos besamos apasionadamente, una noche en la que sólo estuvimos los dos en nuestro hogar, una noche en la que sentimos nuestros cuerpos, el calor del otro, las caricias y besos que hacen que nuestras pieles se estremecieran, una noche mágica y soñada.
Al día síguenos con los rayos del Sol dando en mi rostro desperté, al ver a mi lado Tae estaba profundamente dormido, me alegre al verle, me puse en pie y vestí mi cuerpo desnudó, baje y salí a tomar aire fresco. Fui al jardín una brisa fresca se sentía y era tan relajante, las aves cantaban y se mezclaban en una sinfonía perfecta, caminé por el césped entre las flores, hasta que sentí algo tras de mi, al mirar no había nadie, pero al dirigir mi mirada hacia el suelo había una serpiente, me asusté un poco y entre más retrocedía esta se acercaba más, como si yo tuviese un magneto que la atraía hacia mi, me detuve y me coloqué de rodillas, esta continuó hacia mi y de impulso extendí mi mano frente a ella, esta se enrollo en mi brazo suavemente, la mire a los ojos y sentí algo extraño en mi cuerpo, una electricidad, la mire sin tan siquiera parpadear y seriamente sin expresión, sentí algo en mis ojos no sabía que pero después movía mi cabeza y ella repetía mis movimientos estaba hipnotizada por mi mirada, era muy extraño, mi mente y mi cuerpo se sentían fuera de sí, estaba en trance, inmóvil. Escuche una voz a lo lejos, parpadeé y regrese a la normalidad, al ver, Tae estaba frente a mi con la boca abierta y al mirar a mi alrededor no sólo tenía la serpiente en mi brazo habían muchas más a mi lado, mi quijada tembló, al ver nuevamente a Tae le negaba ya que no entendía lo que había sucedido. Puse la serpiente nuevamente en el suelo y me puse en pie, me acerqué a mi sorprendido novio.
—No se que sucedió.
—¿Kook?, cuando estabas ahí la pupila de tus ojos era blanca no era marrón.
—Es imposible...pero.
—Mírame, ¿nunca antes te había sucedido algo parecido?, dime la verdad.
—No, creo que no. Después de eso este me abrazo, pero sentía que sospechaba algo de mi y debía averiguarlo, porque lo que hice no era normal, fue de otro mundo...

Mermaid (Taekook)Where stories live. Discover now