Mermaid (Taekook)

Agua dulce

Espere por horas, cabeceaba por el sueño y el cansancio, ya era de noche y hacía frío, mire el océano, se encontraba en calma, suspiré y puse mis rostro sobre la punta de mis rodillas y sujete mis tobillos con mis manos, cerré mis ojos.
Minutos después sentí como alguien se sienta a mi lado, al voltear estaba ahí, empapado desde la cabeza hasta los pies, de su cabello goteaban gotas de agua, su mirada estaba perdida. Relamí mis labios y respire profundo.
—Lo lamento. Habla en un tono muy suave de voz. —Fui un completo idiota.
—Lo fuiste... pero en parte también fue mi culpa, nunca debí presionarte.
Este voltea y conecta su mirada hacia la mía, pone su mano un poco fría y húmeda sobre mi mejilla, me sonroje al tacto, sonríe levemente para luego besar mi frente.
—Tú no me presionaste, lo que más quiero es hacerlo contigo porque te amo, pero temo perder el control y hacerte daño, como lo hice hoy. Baja su mirada al decirlo, tomé su mano.
—No, tú nunca lo harás.
Regresa su vista a mis ojos, sonreímos mutuamente, mientras apreciábamos cada expresión de nuestros rostros, sin pensarlo lentamente nos acercábamos, sentía su respiración cerca de la mía, centímetros de distancia uno del otro, unimos nuestros labios, cerré mis ojos y seguí su movimiento, este pone sus manos en mi cuello y yo las mías en sus mejillas.
El momento resulto tan mágico a la orilla del mar bajo el cielo estrellado con la brisa marina y el sonido de las olas al unirse con la arena, el beso era tan dulce, mordía levemente mi labio inferior y eso me encantaba.
Nos separamos por la falta de aire y reímos, reposo su frente sobre la mía, el roce de nuestras pieles, el palpitar de nuestros corazones, mi pulso estaba al mil.
—¿Estamos bien?. Pregunta.
—Lo estamos.
Que puedo decir, Tae es mi debilidad, por más que intenté enfadarme con el no puedo, estoy preso de sus labios, de este amor que siento, de las ganas y deseos de tenerlo a mi lado, una locura de la cual no quiero salir.
—Creo que ya debo irme, ya es tarde. Me levante de la arena, este también lo hace, su torso estaba desnudo, sólo portaba unos shorts, mantuve mi boca abierta por unos segundos y luego reaccioné avergonzado.
—Te veo mañana. Sonríe antes de volver al agua. Asentí a lo dicho, le mire desaparecer en una ola.
Regrese a casa, de camino no dejaba de tener fantasías con Tae al verlo semidesnudo, es extraño nunca antes había deseado estar con alguien como deseó estar con el.
Lo misterioso, místico, esa voz tan grave, su sonrisa encantadora y esa mirada tan penetrate tanto cuando tiene los ojos marrones o cristalinos, me parecía tan sexy.
Golpee mi cabeza suavemente para volver en si porque estaba descontrolándome en ese instante, pero no pude evitar sonrojarme mordiendo mi labio, para luego sonreír y correr entre saltos como un niño.
Llegue a casa y sólo me balance a la cama, la imagen del chico que domina el agua no salía de mi cabeza, realmente estaba loco por el...