Como uno solo

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Mi piel se estremecía al sentir su palma acariciar mi piel,  provocaba que mi respiración se agitase. Miraba sus ojos y estos se tornaban azules pero cristalinos, no había un iris, era como si se pudiese ver el agua en sus pupilas, era muy hermoso, realmente era bello. Me acerqué y uní mis labios a los suyos, por unos minutos su lengua jugaba con la mía y nuestros labios quedaban completamente mojados. Luego sujeto mi cuerpo y me recostó sobre la cama, se levantó y miré aquel cuerpo marcado y delgado a la vez.
Comenzó a quitarse el pantalón y su ropa interior dejando frente a mi su endurecido miembro, al verle desabroché mi pantalón y con su ayuda me despojé de él y de mi ropa interior. En ese instante se agachó hasta el nivel de mi entre pierna y puso mi miembro en su boca, sentía lo húmedo de sus labios, mojándolo por completo, retorcí mis ojos al sentirlo y mordía mi labio fuertemente conteniendo así mis gemidos, sentía que iba a gritar en cualquier momento y con mi mano sostenía las sabanas bajo de mi. Sus manos recorrían mis piernas, mismas que estaban sobre sus hombros, pero noté cómo empezó a abrirlas y a levantar mis caderas un poco. Me sonrió con picardía y fue ahí cuando no lo contuve. —Ahhh! Grite a más no poder al sentir su lengua en mi trasero, aquella sensación era tan placentera que arqueaba mi espalda y jadeaba un poco, introducía la punta de su lengua en mi entrada y luego con la humedad de su saliva introducía un poco sus dedos. Nunca antes había sentido lo que en ese momento sentía mi cuerpo. Sus labios besaban mis glúteos y luego repetía el juego, lamida, punta y dedo. Ya no aguantaba más así que me levante velozmente con mis ojos tornados en aquel color naranja tan distintivo, lo lance contra la cama y me puse sobre el. —Ya no puedo, hazme tuyo. Introduje su miembro en mi y al sentirlo adentro mis ojos se iluminaban más, comencé a mover mis caderas mientras Tae las sostenía. Su mirada estaba conectada a la mía, miraba cómo abría la boca de placer y cómo soltaba gemidos reprimidos. Comencé a saltar un poco y sus muslos golpeaban con mis glúteos provocando un sonido que se mezclaba con el rechinado del colchón. Ponía mis manos en su pecho con fuerza mitras gemía cerca de su rostro, así apreciaba mis expresiones faciales, el cómo mordía mi labio, como fruncía el seño, cómo retorcía mis ojos o cómo abría mi boca con cada senton que daba. —Así, sigue así. Decía con dificultad. Me tomo de mis piernas y con cuidado se puso de pie conmigo aún dentro de el, rodee mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello para un mejor agarre, puso mi espalda contra la pared y me envestía con fuerza, mi rostro estaba justo frente al suyo, mantenía sus mano en mis piernas manteniendo el agarre. Unimos nuestras frentes mientras gemíamos al unísono.
—Ahg! Me...no aguanto...ahhh!!! Volteó sus ojos y con una fuerte embestida le sentí venirse dentro de mi y justo cuando lo hizo yo también no pude contenerme y me corrí sin tan siquiera tocarme, estaba empapado en sudor al igual que yo lo estaba. Este sonrió y al hacerlo besé sus labios, con cuidado salí de él y nuevamente puse mis pies sobre el suelo, mis brazos rodeaban aún su cuello y lo besaba una y otra vez, estaba tan feliz.
—Creo que debemos bañarnos, mira como me dejaste el pecho y mira cómo te deje el trasero, escurre por tus piernas. Se sonrojó al
decirlo. Mordí mi labio y le respondí. —¿Cuando tenemos la segunda ronda? Dejándolo sin palabras camine hacia el baño no sin antes sentir una nalgada, volteé a mirarlo y le sonreí, tome su mano y lo lleve hasta el baño, en verdad necesitábamos una ducha.
—¡Kook! Frénanos el caminar. —Te amo...
— Y yo a ti mi amor...

Mermaid (Taekook)Where stories live. Discover now