Los ojos de la Serpiente

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Tae se fue sin decir a dónde iba, habían pasado horas de su ausencia, cuando creí que todo podía mejorar, nuevamente todo se descomponía frente a mi.
Estaba cerca de la ventana que daba vista a la entrada de la casa y así percatarme cuando esté llegará, pero no habían señales de el...
De repente sentí a alguien acercarse a mi, como si unos ojos me estuviesen viendo fijamente, al voltear era Denali, que cautelosamente se aproximaba a mi. Sutilmente escuché: lo lamento. Me sorprendí al oírla. Me puse en pie y camine hacia ella.
—¿Que dijiste?
—Lo lamentó, no quise hacerlo enfadar, siento que desde que llegue sólo les he traído problemas a ambos, ahora veo cuanto se aman y yo lo estoy arruinando. Al oírla decir esas palabras tome sus manos. Le expliqué que nada de esto a sido fácil, para ninguno y sólo el tiempo era la solución, la convivencia y sobretodo el abrirnos uno con el otro.
—No los conozco y tal vez por eso se me es difícil poder acercarme.
—Tú tal vez no nos conozcas, pero nosotros si, te tuvimos en brazos cuando recién naciste, vi aquel pálido rostro con aquellos hermosos ojos,
En ese instante mis ojos que caracterizaban a mi raza se tornaron dorados como los de una serpiente. El poder comenzaba a emerger de mi cuerpo atrayendo hacia mi a mi fiel compañera, sentí como subía por mi pierna, torso, hasta llegar a mi brazo, Hera estaba enroscada en el mismo. Levante mi brazo con mi mano al nivel de mi hombro y esta desde mi palma observaba a Denali fijamente. Pude ver la sorpresa en su rostro al verme.
—No tengas miedo, esto es lo que soy, una sangre de guerreras corre por mis venas y por las tuyas, yo soy el descendiente de las gorgonas y esta pequeña es Hera, mi familia, se me fue entregada por mi madre Medusa, una serpiente de su cabellos y lo que tengo para recordarla.
—Así que es cierto, eres el elegido... Asentí al escucharla. —Y tú mi progenitora, mira tu rostro, ese ojo color miel como el oro proviene de mi y el otro de tu padre Tae, el océano mismo, el verdadero rey de las aguas. Nunca podrás borrar nuestras huellas de ti, porque tus ojos son el reflejo de ambos. Realmente estaba sorprendida, tanto que se tuvo que sentar para escucharme con atención y comodidad.
—No toda mi vida fui así, hubo un tiempo en el que solía ser humano con una vida ordinaria y normal, luego apareció Tae en mi camino y fue como si el activara esto en mi, el me hace fuerte y yo lo hago fuerte, es como si nuestros destinos siempre estuvieron conectados y te digo algo, lo agradezco, el es mi vida entera, lo amo con todas mis fuerzas. De repente sentí que alguien tomó mi mano libre.
—Y yo también te amo. Mis ojos se tornaron más luminosos y muy dorados y los de el tomaron esa tonalidad azul cristalino como dos diamantes. —Tú eres todo para mi y estaré contigo hasta el final... Sonreí al escucharlo y me abalancé a sus brazos, este me abrazó con fuerza y yo de la misma forma correspondí.

Mermaid (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora