Retorno

537 83 11
                                    

El día había llegado, estaba algo nervioso pero tenía que enfrentar mi pasado, la corona ya se me había sido otorgada, ya era el rey. Ahora era el tiempo de iniciar mi era y ponerle fin al caos que mi inmadurez cometió, aquellos errores que me hicieron pagar un precio muy alto, la muerte del amor de mi vida.
Medusa, Euríale y Esteno se acercan a mi, irían conmigo, las sacaría de este lugar. Se decía que cuando el rey fuese coronado las hermanas podrían retornar al mundo mortal, ya no habría nada que las retuviera en su isla, además son mis madres, mi familia, ahora son mi vida y los protegeré de todo y de todos.
Nos acercamos al océano y tomé mi forma monstruosa en ese instante, estás me miraron y seguidamente nos sumergimos en el agua para regresar al lugar que vio en lo que me convertí, era tiempo de que les demostrara quien soy realmente...
Bajo el agua nadábamos a gran velocidad, me sentía libre, sentía que podía hacerlo todo, alguna vez pensé que esto sería imposible, pero ahora yo lo he vuelto posible. La sensación no tenía una explicación clara, simplemente era satisfactorio estar en el agua, ver la oscuridad en la profundidad, las criaturas que vivían en el océano nadar a mi lado cerca de mi o en mi alrededor, era mágico.
Algunas horas después emergimos cerca de la arena, quien iba a pensar que el viaje de meses en barco lo realizaría en horas nadando, completamente irónico. Al emerger estábamos en una playa desolada, mire confundido pero enseguida Medusa explico que no debíamos ser vistos ni llamar la atención, debía volver a mi forma humana e ir en busca de pistas acerca de la gran bestia y su paradero, para así poder destruirla. Asentí, haría lo que mi destino siempre me tuvo reparado.
—Nosotras iremos a reclamar nuestro puesto y nuestro estatus.
—¿Que quieres decir madre? Respondí ante el comentario de Medusa.
—Te dije que era tiempo que nuestro clan sea el que domine el mundo tanto de mortales como de deidades, así que iremos al templo de las diosas de los océanos y tomaremos el trono, ahí será nuestra morada, tú , hijo mío ve y busca lo necesario para encontrar al brujo y al dragón, nosotras nos comunicaremos contigo por medio de ella. De repente una serpiente bajo de su cabello, arrastrándose por sus hombros hasta sus mano y finalmente llegando a la mía. —Será nuestros ojos y oídos y cuando quieras vernos ya sabes dónde encontrarnos. Baje mi cabeza en respeto terminado con un beso en la mano de cada una de ellas, al hacerlo individualmente estas respondían con un beso en mi frente. — Te estaremos esperando nuestro amado rey. Nuevamente desaparecieron en el agua. Respire profundo y me dispuse a caminar hasta la ciudad y mientras lo hacía me encariñaba más con mi nueva compañera.
—¿Cómo te llamaré? Pensaba en tantos nombres pero ninguno terminaba gustándome completamente. Al final logré encontrarle uno —Hera, ese será tu nombre, como la diosa que gobernó el olimpo, la madre de dioses, dulce y violenta al mismo tiempo, espero te guste. Sonreí. La playa no estaba muy lejos de la ciudad así que fue cuestión de segundo y llegue, pero al estar en el sitio todo estaba vacío, sólo notaba tanques de guerra, militares por las calles, autos policiales y hombres armados. Oculte a Hera en uno de mis bolsillos al ver cómo un oficial se acercó a mi.
—Joven no debe estar fuera de casa, no escucho que no se pude salir a la orden de emergencia, después del incidente con ese monstruo el pánico invadió las calles, no sabemos dónde está o si regresará así que por el momento se debe permanecer en casa.
—Lo sé oficial, de hecho voy de regreso, sólo salí por unas cosas rápidamente, pero disculpe la pregunta, ¿no tienen idea donde pudo ir, no hay más incidentes parecidos en otras partes del mundo?
—No, por ahora no han habido avistamientos, ni nuevos incidentes, sólo se sumergió en el océano y desapareció.
—Entiendo, bueno ya me voy, que tenga un buen día. Continué caminando, mientras pensaba donde podría estar, debía encontrarlo cuanto antes y hacerle pagar todo lo que a hecho. Finalmente llegue a casa, aquella donde Tae y yo vivíamos. Me detuve, por alguna razón estaba muy nervioso, pero debía entrar, vería a mis hermanos después de tanto tiempo y al mismo tiempo sería una forma de reavivar los recuerdos de Tae. Respiré profundo y continúe.
Toque la puerta y espere, hasta que fue abierta, Jin fue quien abrió y al verme se sorprendió pero con una gran felicidad se abalanzó hacia mi con un fuerte abrazo.
—¿Jungkook? No lo puedo creer, estaba tan preocupado por ti. No dejaba de sonreír ni yo tampoco. —¡RM, ven! Grito fuertemente. Mi hermano mayor llego hasta la puerta y la reacción fue la misma, me abrazó, estábamos muy felices de vernos de nuevo. —¿Dónde estuviste todo este tiempo?
—Les contaré todo. Respondí, de inmediato me dieron el espacio para que pudiese entrar. Al estar adentro mire el lugar: todo está cómo lo recuerdo. Susurré.
—Jungkook, debes saber algo. Dijo Jin
—Dime.
—Hay alguien que te ha estado esperando.
—¿Quien? Le miré confundido.
—Yo. Intervino una voz que conocía a la perfección, al voltear. El estaba ahí, era... Tae...

Mermaid (Taekook)Where stories live. Discover now