Dioses y Pasados (2)

1.7K 194 8
                                    

Estás en ese momento en el que de repente recibes una llamada y te dan una mala noticia tras el teléfono, dejas caer el mismo y tus lágrimas comienzan a brotar sin parar, porque escuchar la verdad no es fácil, la vida te golpea con fuerza sin estar preparado para ello, escucharlo es un dolor que carcome tu alma, sientes que todo se derrumba...
Ver la realidad se me dificultaba, mis rodillas temblaban, mis manos temblaban, mi corazón latía con fuerza, mis ojos se cristalizaban por las lágrimas, todo al mismo tiempo sin poder contenerlo. Durante todo ese tiempo pensé en cómo sería mi reacción si volviera a ver a Tae o a escuchar sobre el, lo pensé, pero cada día lo olvidaba porque creí que jamás regresaría, pensé que nunca más habrían noticias., sin embargo sucedió y vi mi cruel realidad, su amor ya no era mío, había alguien más que ocupaba su corazón, pero no podía sufrir yo también había hecho mi vida, aún así no podía engañar a mis sentimientos, lo amaba y dolía tanto saber que ese sentimiento pudo haber muerto para el.
Di la vuelta, debía irme de ahí cuanto antes, me alejaba con rapidez hasta que fui detenido por la voz de Hoseok: Recuerda, el ya no te ama, se olvidó de ti, tú le hiciste mucho daño y no quiero que lo vuelvas a hacer, por eso te aconsejo que te olvides de él para siempre. Le mire de vuelta, las lágrimas caían por mis mejillas con mi nariz enrojecida y quijada temblorosa. —No te preocupes, así lo haré, el merece ser feliz. Continué mi camino, pero durante el trayecto escuchaba el océano, mire hacia él de reojo pero aparte mi mirada de inmediato, comencé a correr desesperadamente, no pensaba en nada, todo parecía darme vueltas, era muy confuso y difícil de procesar. Llegue a casa y entre gritos y sollozos quebraba todo a mi alrededor, lanzaba jarrones hacia las paredes, adornos al suelo, floreros todo lo que hubiese a mi lado lo destruía, para luego terminar en una esquina en completo silencio.
No conté el tiempo, pero era de noche, en ese instante escuché que abrieron la puerta, un Jimin sorprendido y asustado me miró, no entendía lo que sucedía, lo que me había ocurrido.
—¿Kook, que te pasa?. No respondí, estaba inmóvil. Jimin se fijó en mi mano percatándose que estaba ensangrentada, al parecer me había hecho un corte sin darme cuenta, este se preocupó y me ayudó a ponerme en pie, me llevo al sofá, corrió hasta el baño y trajo algodón, agua oxigenada, vendas y crema. Limpió mi herida con el agua y el algodón, luego le untó un poco de crema para al final vendarla, al terminar me trajo algo de té para tranquilizar mis nervios, bebí el mismo.
—No se lo que te ocurrió y no te cuestionaré al respecto, cuando estés listo me lo dirás, ahora ven, debes descansar. Me guío hasta la cama en nuestra habitación y me recostó en la misma, este se cambió y luego se acostó a mi lado rodeándome con sus brazo, cerré mis ojos al sentirle, me dolía, porque ahora deseaba que fuera Tae.
La noche avanzaba sin poder conciliar el sueño, miraba hacia al techo como antes lo solía hacer, un punto fijo en la nada. Jimin ya se había dormido, así que con cuidado me levante y fui hasta la sala, daba vueltas sin parar mientras mordía mis uñas. —Debo olvidarlo. Repetía sin cesar en mi mente. Me acosté en el sofá mientras decía esa oración una y otra vez hasta que al final quede dormido. Desperté con una cobija cubriendo mi cuerpo. —Jimin. Dije en voz baja llevando mis manos contra mi cabeza exhalando fuertemente ya que no había dormido con el. Al ver hacia la mesa del centro había una nota, me levante y la tomé entre mis mano, al abrirla leí su contenido.
Kook, espero que hayas despertado mejor, desperté por la madruga y supe que no estabas conmigo al no sentirte a mi lado, te busque, hasta que te encontré dormido en el sofá de la sala. Al verte, fui por una cobija y te arrope ya que hacía frío, me quede a tu lado mirándote las horas restantes antes que amaneciera. No quiero que sufras, sea lo que te haya ocurrido no necesitas decírmelo, al final si lo quieres guardar para ti lo respetare, sólo te pido que vuelva esa sonrisa en tu rostro. Nunca olvides que te amo.
Park Jimin.
P.D
Te deje el desayuno en el microondas espero los disfrutes.
Mi Jimin, mi amigo, como lo siento, tú no te debes pasar esto... camine hasta la cocina y busque mi desayuno unos deliciosos pancakes junto a una deliciosa ensalada de frutos rojos y jugó de naranja. Sonreí levemente, pero segundos y regrese a mi rostro entristecido. Me senté y comí mi desayuno mientras miraba mi alrededor, noté que todo estaba ordenado, todo lo había hecho Jimin y no escuche nada, estuve profundamente dormido, me lamentaba que el formara parte de mis sufrimientos, no se lo merecía...
Fui a la habitación, tomé una ducha, al finalizar me vestí y me preparé para ir a trabajar. Al llegar a la Librería, me disculpe con la señora Teodora, el día de ayer luego de mi desayuno no regresé, esta amablemente acepto mis disculpas, así que sin pensarlo me dispuse a trabajar, ordenar libros en los pasillos me distraía de mis pensamientos.
Habían pasado unas horas, estaba muy concentrado organizando las estanterías, pero siempre escuchaba la campanilla cada vez que un cliente entraba o salía de la Biblioteca, ese fue el caso, escuche el tintinear de la campana.
—Bienvenido otra vez por acá joven. Oí a la señora Teodora sin prestar mucha atención, tomé algunos libros en mis manos para llevarlos al siguiente pasillo y al poner mi mirada hacia el frente deje caer cada uno de ellos al suelo, estaba tembloroso nuevamente con mis ojos brillosos al ver el rostro frente a mi. Di un trago de saliva para quitar el nudo de mi garganta, respire para poder hablar pero sólo alcancé a decir: Tae... antes de caer en un desmayo inmediatamente.

Mermaid (Taekook)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon