Mermaid (Taekook)

Euriale y Esteno

Rondaban las 11:00 pm en un club nocturno ubicado en la ciudad Múnich, capital de Baviera, Alemania., la música retumbaba las calles, jóvenes entraban y salían del sitio con cigarrillos y tragos en sus manos.
En el interior las personas bailaban al ritmo de la música, parejas besándose en los rincones del bar o otros en la pista de baile, en cuanto a los más atrevidos utilizaban los baños para follar sin miedo alguno.
Las luces neón iluminaban el sitio, se podía notar el humo de cigarrillos por el aire, otros en cambio inhalaban las drogas de las mesas en pequeños círculos de amigos, un ambiente alocado y sin restricciones.
La noche avanzaba y de entre la multitud un chico de facciones bellas a la vista de hombres y mujeres destacaba en el centro de aquellos que bailaban, se movía suavemente de un lado hacia el otro con gran picardía y sensualidad, acaparando las miradas de todos los presentes quienes aplaudían y gritaban con gran euforia, vestía una camisa blanca de ceda trasparente dejando su cuerpo a la vista, unos jeans rasgados en sus piernas mostrando una piel suave y pulida, unos ojos marrones que cautivaban al mirar y un cabello negro y húmedo debido al sudor, acentuaban su gran belleza.
Mantenía un trago en una de sus manos y con su otra mano acariciaba su cuerpo eróticamente, mientras lo hacía miraba fijamente a un grupo de chicos y chicas en una de las mesas del alrededor, aquellos mismos ni podían parpadear debido a la impresión que tenían. El sensual chico llegó hasta la mesa bebiendo varios shots de alcohol que se encontraban en la misma, lo cual generó que aquellos jóvenes gritaran elogiando y disfrutando lo que hacía el seductor bailarín.
El místico chico tocaba los cuerpos de los ebrios con jugueteo de por medio, mordía su labio inferior al hacerlo pero de repente sus ojos se volvieron blancos y luminosos dejando a las personas de la mesa adormecidos y atontados, sin pensarlo dos veces el seductor revisó los bolsillos y las bolsas de cada uno de los hipnotizados chicos, sacando dinero de sus carteras, para luego tomar relojes, cadenas y pendientes de valor de los hombres y mujeres que seguían sin tan siquiera parpadear. Una vez tomado todo, se alejó con una gran sonrisa haciendo una bomba de goma de mascar en sus labios para terminar con un guiño a un hombre de mirada seria y fuerte, facciones marcadas, pinta de chico malo que bebía en la barra y que no había perdido la mirada ni un solo segundo del sexy desenfrenado durante todo lo que había sucedido. El nuevo integrante le dio un último sorbo a su trago y caminó hasta las afueras del club para encontrase con su aparente "amigo"...
El serio hombre de cabello marrón, llamado Nam Joon, conocido en las calles como RM, buscaba a su compatriota, el sensual y seductor Jin, ambos hacían una mancuerna perfecta.
Logró divisarlo en la parte trasera del club, fumando un cigarrillo. Este se acercó.
—Misión cumplida bebé. Dijo Jin mostrándole toda la mercancía, ambos acostumbraban a robar y se habían vuelto hábiles y maestros en el arte del robo y la estafa. De repente tres hombres robustos gritaron: ¡Hey! Los mismos eran parte de la seguridad del club quienes se habían percatado del delito de aquellos jóvenes aparentemente normales. Los hombres avanzaron amenazantes, al estar cerca del dúo dinámico trataron de someterlos, pero de repente Jin y RM tornaron sus ojos blancos mientras de su boca salían sonidos de serpientes. Los hombres trataron de golpearlos pero ambos esquivaban los golpes con gran velocidad, Jin reía y se burlaba del tipo que trataba de golpearlo y detuvo uno de los puñetazos del hombre con su mano sin gran esfuerzo, presionó el puño rompiéndole así la mano al hombre el cual se quejó del dolor cayendo así sobre sus rodillas. —¡UPS! No me gustan los bravucones. Sonrió y terminó con su acostumbrada bomba de goma de mascar, se agacho y se acercó al rostro del hombre para mirarlo fija mente y este mismo quedó inmóvil, cayendo como un saco de papas sobre el suelo.
RM en cambio si devolvía los golpes con puñetazos a los rostros de los dos hombres restantes y con cada golpe, de su boca salía ese sonido de serpiente, miró a los ojos a uno de los tipos dejándolo inmóvil y en cuanto al otro se acercó a su cuello, RM abrió su boca y emergieron de sus encías colmillos afilados mismos que clavó en el cuello del hombre unos cuantos segundos para luego soltarlo, aquel mismo cayó al suelo como sus compañeros congelados pero a diferencia de ellos este convulsionaba y botaba espuma por su boca, su cuello se tornaba morado y fueron minutos para después morir. Sus ojos retornaron a la normalidad.
—¡Ufff! Eso estuvo bien. Vaciló Jin a quien se le iluminaron unos pendientes en forma de serpiente que decoraban sus orejas y de la misma manera pasó con RM, pero a este se le iluminó un brazalete en forma de serpiente igualmente.
—¡Carajo! Dijo RM.
—Pues bebé al fin a aparecido nuestro hermano. Jin golpeó el hombro del serio chico.
—Pues como descendiente de Esteno y tú de Euriale, solo nos faltaba el descendiente de Medusa, al final la nueva generación de gorgonas estará completa y seremos imparables.
—Entonces que estamos esperando busquemos a nuestro querido hermano. Le respondió Jin con un puchero en su boca, mientras se alejaba caminando. —Vamos bebé, robemos un Jet y vamos a buscar a nuestro hermanito...