Mermaid (Taekook)

El Vínculo

Permanecí sentado porque sentía que si me levantaba caería desplomado contra el piso. El cristal del techo estaba roto y las gigantescas cabezas de mis hijos estaban en el salón cerca de mi.
Unos minutos después Jimin traía entre sus manos una taza de té, se acercó a mi y me la entregó, me dijo que lo bebiera, que me haría bien en estos momentos de caos. Di un sorbo, mismo que quitó ese nudo de mi garganta, respiré profundo y simplemente no entendía, era raro porque en vez de sentirme triste me sentía tan molesto, era como si mi sangre hirviera, sentía que mi familia me había traicionado y para mi clan eso era algo imperdonable. Pero al mismo tiempo tenía tantas dudas, todo fue tan repentino y extraño que me costaba creer que fuese real.
—¡Kook! No te preocupes yo estaré contigo, eres mi hermano aunque no compartamos sangre ni clan, para mi lo eres y yo estaré contigo siempre. Tomé su mano me sentía muy agradecido. De repente Gorgon, Hera y Nervem se pusieron ansiosos, salieron del sitio y en ese instante corrí hacia afuera, debía ver que era lo que ocurría, al salir mis hijos miraban fijamente la costa y cuando Jimin y yo vimos nos quedamos sin palabras, habían cientos y cientos de barcos, balsas y lanchas en el océano que se aproximaban, lo que me dijeron era real, venían más personas a contemplarme como su rey. Jimin sonrió se sentía tan orgulloso de mi. Voltee a ver a Hera y esta sabía que hacer, bajó su cabeza y me permitió subir a su lomo, debía darles la bienvenida.
—No te vas a quedar aquí, me acompañaras. Jimin me miró con sorpresa y sin creerlo, seguidamente Gorgon se acercó a él e inclinó su cabeza para que Jimin pudiese montar su lomo, estaba tan tembloroso que no pude evitar reír. — ¡Vamos! se su jinete, el mismo te los está permitiendo.
—¿Pero porqué?
—Sienten tu alma, miran más haya de tus ojos y saben que tu corazón está conmigo. Me sonrió y tomo un respiro antes de montarlo, cerró sus ojos al estar sobre el lomo de Gorgon. —¡Ay Dios! ¡Ay Dios! Espera yo soy un Dios, ¿que estoy diciendo! ¡Mierda! Gorgon elevó su altura hasta el nivel en el que me encontraba y se acercó a mi dándome la distancian perfecta para tomar nuevamente la mano de Jimin que con miedo comenzó a abrir sus ojos lentamente.
—¡Oye! ¡Tú te conviertes en un águila y vuelas ¿Y te da miedo esto?
—No es gracioso. Se sonrojó, moví mis piernas y Hera comenzó a avanzar enseguida Gorgon y Nervem, no sin antes escuchar el gran grito de Jimin. ¡Ahhhhhh carajo! Comenzamos a descender la montaña para llegar a la playa donde estaba llenar tu ando aquellos que se vivieron llamar mi pueblo , todos los que creían en mi y en mi poder.
Al llegar las miradas de sorpresa, impresión y miedo no se hicieron esperar, ver aquellas gigantescas serpientes les infundía tanto temor pero a la vez admiración, me baje de Hera al igual que Jimin de Gorgon y comenzamos  avanzar hacia la multitud y ayudar a niños, mujeres y ancianos a bajar de los navíos, nadie esperaba esa acción de mi, algunos derramaban lágrimas porque mis manos habían tocado sus cuerpos, me veían como un Dios. Cuando finalizaron todos estaban postrados frente a mi, cientos de personas y sin pensarlo se arrodillaron y bajaron sus cabezas en reverencia.
—Escuchamos de Jeon Jungkook, el rey Gorgón y de sus grandes dragones sin alas, así se difundió el rumor por el mundo.
—Ellos son mi hijos y el... Señale a Jimin. —El es como mi hermano y además mi consejero real y el jefe de mi guardia. Jimin me miró sorprendido y complacido a la vez. En su mirada pude ver su agradecimiento. —El se llama Cáele, los ojos del cielo, el Dios del aire y la tempestad. En ese mismo instante Jimin dio un salto convirtiéndose antes de caer al suelo en la gigantesca águila llamada Cáele, alzó vuelo con ese sonido tan hermoso que el águila imperial lograba generar, la multitud enloqueció con su belleza aplaudiendo lo que habían presenciado sus ojos.
—Mi rey estamos para servirle a usted, a sus hijos y su hermano. Sonreí al oírlos...