Metafora

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Esa mañana desperté temprano, todo estaba silencio, salí de mi habitación y bajé las escaleras llegando al salón principal, había servidumbre pero traté de no llamar la atención y pasar desapercibido, así que en puntillas en pies descalzos corrí hasta la puerta misma que estaba abierta, llegue al corredor que daba a la salida, al estar afuera aún todo se encontraba un poco oscuro ya que no era la hora para levantarse, la brisa era fresca, movía mi túnica blanca, me abrazaba a mi mismo por el frío y para mantenerla en su lugar debido al viento, al ver hacia el mar, en la arena estaba él, lo miraba fijamente desde donde estaba, a esa altura lucía tan pequeño. Noté que estaba ahí estático, así que bajé aquellos cientos de escaleras, me escondía de los guardias, no quería que nadie me viera, a escondidas logré llegar a la orilla del mar, en la arena comencé a caminar aún abrazándome, mi túnica la movía la ventisca al igual que mi cabello, al verlo me aproxime a él, este me miró sorprendido, al llegar me puse a su lado y comencé a mirar el océano, cerré mis ojos y respiré profundo. —Ese sonido es hermoso ¿no crees?
—¿Que haces despierto tan temprano? Sabía que me miraba, podía sentirlo, respondí que quería salir a caminar y añadí la misma pregunta. Hubo un silencio pero respondió. —El océano es mi hogar, es lo único que conozco, aquí en la tierra me siento como un extraño, no sé qué debo hacer, aveces me culpo por haber abandonado a mis hermanos y hermanas, los traicione y deje que los enviaran a las profundidades para nunca más volver. Abrí mis ojos y lo miré conmovido. —Oye.. no te sientas mal por lo que paso, ellos eligieron su camino y tú tomaste el tuyo, hiciste lo correcto. Puse mi mano en su hombro.
—De donde vengo nunca tuve sentimientos, no sé qué es felicidad, no sé qué es tristeza, me siento mal por lo que paso pero al mismo tiempo no siento nada, es como un vacío dentro de mi, pero soy un monstruo supongo que ese es el precio.
—¡Tú no eres un monstruo! Sé que tú raza es de otros tiempos, viviste toda tu vida en las sombras, es normal que ahora sientas que no encuentras un lugar donde encajar, pero acá estoy para ti, te ayudaré a encontrarlo... sonreí dulcemente. Decidimos caminar a la orilla del mar en completo silencio, sólo disfrutamos del sonido de las olas y del viento hasta que una pregunta me tomo por sorpresa.
—Me hablaste de amor con tanta sinceridad, escuchaba tus latidos al hacerlo, ¿estuviste enamorado? Frené mi caminar y bajé mi mirada avergonzado. —Creí estarlo...pero ya es pasado, no era la persona para mi, ahora encontró su felicidad y su felicidad es la mía.
—El amor es muy extraño, felicidad, dolor ¿Cómo puede un sólo sentimiento tener tantas facetas?
—Eso es lo hermoso, ir descubriendo cada una de ellas, amar a alguien es amar sus defectos, no sólo lo bueno, si el amor no te hace llorar entonces no sientes amor por esa persona, el dolor es una manera de recalcar lo que sientes y de descubrir que verdaderamente amas a esa persona.
—Es muy difícil entenderlo.
—Mira el océano, vez el oleaje fuerte que hay, las grandes olas, ¿pero que sucede cuando llega a la orilla? la arena lo espera y aquella ola desaparece y llega como un dulce abrazo, el agua se vuelve mansa, no importa que tan turbio eres puedes encontrar la calma en alguien más y convertirse así en una balanza cómo el mar y la arena... tome su mano algo que le sorprendió y le dije que poco a poco iría descubriendo sus sentimientos, su mismo corazón lo dictaría en su momento, tal vez ahora sea confuso pero sabía que lo entendería y sobretodo lo experimentaría con alguien...

Mermaid (Taekook)Where stories live. Discover now