Mermaid (Taekook)

Mentiras y Verdades

Salí de casa de Tae con mucho miedo, estaba asustado, no sabía lo que pasaría ahora y cómo sería capaz de enfrentar esta incertidumbre . Corrí a casa debía llegar rápido, mientras corría mi mundo se nubló, no prestaba atención más que en mis pensamientos y en la realidad del ahora.
Minutos después y llegue, abrí la puerta y al entrar lo primero que vi fue un Jimin sentado en el sofá serio y sin expresión, sólo me miraba fijamente, para empeorar las cosas yo venía sudoroso y agitado por haber corrido, me sentía nervioso al verle, este se levantó y se acercó a mi, me miró a los ojos pero de repente estos mismo se dirigieron a mi cuello, pasó sus dedos por los chupetones que se me habían olvidado ocultar, su expresión fue de gran sorpresa.
Dio unos pasos lejos de mi para luego voltearse y azotar fuertemente la pared con sus puños los cuales comenzaron a sangrar de los nudillos por el golpe. —¿Con quien estuviste? Pregunto, no sabía que responderle, que debía decirle. —No quiero mentiras, dime la verdad. Me miró nuevamente. Me acerqué y tomé asiento en el sofá, este lo hizo al lado mío y escuchaba atento lo que tenía que decir.
—¡Jimin!, ¡lo siento mucho!, tú eres una gran persona que merece estar al lado de alguien que verdaderamente te ame, mereces a alguien que te devuelva el mismo amor que tú entregas y creo que yo no soy esa persona, traté de asimilarlo pero fue inútil, sólo te veo como un amigo, luche por amarte sin embargo fue imposible porque yo no te amo... las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. —Lo mejor será que cada uno tome caminos por separados para buscar nuestra verdadera felicidad porque juntos jamas lo vamos a encontrar.
—¿Quien es? Le mire extrañado ya que no escuche muy bien debido al tono bajo de su voz. —¿Quien es el chico con el que pásate la noche? Di un fuerte trago de saliva.
—Lo conocí en el trabajo hace meses. Fue lo que alcance a decir. Este se levantó y se dirigió al baño donde se encerró, me entristecí verle de ese modo, pero era mejor así, al menos dije parte de la verdad, aunque no dije el nombre, ni quien era el chico en realidad, porque no quiero poner en riesgo a Tae, no lo permitiré.
Fui a mi habitación y tomé mis maletas, eché toda mi ropa y cosas personales en ella, al terminar fui al baño y toque la puerta, quería despedirme de mi amigo. —¿Jimin? Ya me voy, espero que algún día logres perdonarme y volvamos a hacer los amigos que éramos antes, te deseo lo mejor... se me quebrantó la voz al decir esas palabras, pero me contuve y salí del lugar, al estar afuera tomé un taxi el cual me llevo de nuevo a casa de Tae, pague la tarifa y baje del auto me dirigí hasta la puerta la cual se abrió sin tan siquiera tocarla, Tae ya me estaba esperando y tan pronto me vio me envolvió con sus brazos en un abrazo en ese momento comencé a llorar a más no poder.
—Le hice mucho daño, debiste ver el sufrimiento en sus ojos, jamás me perdonara, jamás lo hará. Dije entre sollozos y lágrimas.
—Mi amor sólo debes darle tiempo, verás que con el mismo todo cambiará, la verdad duele pero es mejor que vivir en una mentira, el debe ser feliz como tú debes hacerlo, la amistad volverá, se paciente. Asentí en su pecho, tenía mucha razón, era mejor terminar con eso que seguirle engañando toda la vida.