El trono de piedra

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Ya habían pasado algunos días desde aquel ataque. Habíamos montando vigilancia las 24 horas en la costa más cercana, para prevenir que resurgieran nuevamente a la superficie aquellas cosas. Hera estaba a la cabeza, no podía hablar pero sus ojos lo decían todo, bastaba mirarla para saber lo que pensaba y lo que quería, así que todos le obedecían por orden mía.
A pesar de todo me sentía inquieto, no quería ser predecible, se que vendrían por este sitio, ya que es la entrada más cerca hacia nuestra casa, debía cambiar eso y ponerles ventaja y sabía cómo lo iba a hacer. No me quedaría más en esa zona, necesitaba establecerme en un sitio, un lugar que sienta mi hogar...
Ha escondidas empaque mis cosas, tomé mi maleta y baje las escaleras, no había nadie en casa pero al salir todos me esperaban. Sus ojos estaban puestos en mi y en la maleta en mi mano. Baje levemente mi mirada pero no me apenaba ni tampoco me sentía mal, por alguna extraña razón no sentía nada en realidad.
—¿Ha donde vas? Preguntó Tae.
—Debo irme...
—¡¿Que!? ¿Por qué? Todos se miraron con nerviosismo.
—No se asusten, no voy a abandonar mi labor, ni tampoco estoy huyendo, al contrario, voy a mantenerlos a salvo, así que si quiero tomar mi papel como rey en serio debo hacer cambios y uno de esos es que todo rey necesita un castillo, un trono, su propio reino, por derecho la isla gorgona es mía y ahí es donde está el templo de mis madres, pero esta muy lejos, sin embargo cuando las saque de ahí ellas se establecieron en el templo de las 7 diosas de los mares ahí están los tronos de piedra y es a donde iré.
—Pero déjanos ir contigo, no puedes dejarnos.
—No, ustedes se quedarán acá deben resguardar este lugar, yo mientras tanto vigilaré los océanos y sumaré mi fuerza, así que debo estar solo. Tae se negó a dejarme ir pero en ese momento mis ojos se tornaron naranjas y en ese mismo momento de entre la oscuridad del bosque apareció Hera, se abrió espacio y se colocó frente a mi amenazantemente, yo la atraje con mi mente, no era la mejor manera pero no tenía otra alternativa.
—¿Jungkook porque haces esto? Continuó Tae quien se sorprendió al ver la gran serpiente que le miraba fijamente. La toque y esta se relajó un poco. —Lo lamentó, pero esto es por el bien de este mundo. Denali se acerco a mi, era ni hija y la amaba pero tampoco tentaría mi corazón por ella.
—¡Hija! Tae te cuidara al igual que tus tíos mientras yo no esté, ¿ok? Está se alejó de mi y tomó la mano de su padre recostando su cabeza a su hombro.
—Muy bien debo irme. Hera tenía la habilidad de abrir portales, así que con su mirada abrió uno directo a mi nuevo hogar, esta se introdujo primero y antes de yo hacerlo mire hacia atrás pero continué y cómo un sueño todo desapareció en segundos...
Llegue al templo precisamente a su entrada, dos grande puertas de piedra, las abrí y caminé por aquel oscuro pasadizo húmedo y frío hasta llegar a otras dos grandes compuertas de plata, las abrí y llegue al salón principal donde el techo era de cristal y donde se podían observar los 7 mares y ahí estaban los 3 tronos que ocuparon mis madres. Antes eran 7 pero luego cuando ellas llegaron eligieron tres tornándolos en piedra, me sentía nervioso mitras caminaba hacia el del centro, el más sobresaliente y el que perteneció a Medusa. Al llegar a el lo mire y luego lentamente me senté cuando lo hice mis ojos se tornaron esta vez dorados como el oro, sentía una gran fuerza y en mi cabeza de la nada se comenzó a hacer una corona de color negro, no tenía puntas era como raíces de árbol enlazadas y en el medio una gran gema. Yo era ahora el Rey y a mi lado tenía a Hera conmigo. Soy el poderoso Lord Gorgón...

Mermaid (Taekook)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz