Divina Hechicera

Capítulo 33: La herencia de los músicos divinos

MuYan ​​se despierta con el sonido de una cítara tocando.

Debido a que la propia MuYan ​​también es buena tocando las cuerdas, pudo escuchar que la melodía de la cítara suena muy bien.  Sin embargo, la música no tiene ni un ápice de emociones en su interior.  Es como si un títere siguiera mecánicamente una partitura.

Aunque la interpretación es muy adecuada, sigue siendo inferior a la interpretación de Xiao Bao con cítara.

"¡¡Xiao Bao - !!"  MuYan ​​se levanta y mira a su alrededor.

Parece estar en una cueva, vacía por completo, sin rastros de personas.

“¿Xiao Bao?  Xiao Bao?  ¿Dónde estás?  ¡Ven rápido!"

MuYan ​​grita durante mucho tiempo pero nadie le responde.

En ese momento, MuYan ​​oye de repente la voz suave de una mujer dentro de su cabeza, "La herencia de los músicos divinos, ha comenzado el primer juicio".

¿Qué herencia de músico divino?

En este momento, hay un rasgueo y tarareo abruptos, la melodía de las altas montañas y el fluir del agua * de repente se transforma en un arreglo agresivo y ferviente.

* suave, reconfortante.  Por lo general, se refiere a música tocada con destreza.

Definitivamente es solo el sonido de una cítara resonando en los oídos de MuYan, pero parece el sonido de un ejército magnífico con miles de hombres y caballos galopando, como marejadas.

Podía sentir su sangre hervir voluntariamente por la agitación.

Las mejillas de MuYan ​​se enrojecen, un rubor escarlata parpadea en sus ojos.

Al mismo tiempo, desde las paredes de la caverna, innumerables espadas afiladas comienzan a volar hacia ella en todas direcciones.

El cuerpo de MuYan ​​se mueve rápidamente como un fantasma, evitando fácilmente las espadas voladoras.

Sin embargo, junto con el tempo progresivamente más rápido, el número de espadas voladoras aumenta, y su velocidad se vuelve cada vez más rápida.

Se podría estimar que el ataque inicial de las espadas voladoras solo es comparable con siete u ocho cultivadores de la Etapa Profunda levantando sus espadas contra ella.

Pero después, es como si docenas de cultivadores de Grado Tierra la atacaran al mismo tiempo.

A pesar del cultivo de MuYan, también se ha puesto algo agitara, con sudor frío en la frente.

Sin embargo, este no es el aspecto más terrible.

Lo más aterrador es que MuYan ​​podía sentir que su corazón latía cada vez más rápido a medida que el ritmo aumentaba cada vez más.

Los ojos inicialmente claros también comienzan a parecer confusos en ilusiones.

En un instante, se le abre el estómago y se extrae la placenta y su útero.

En otro, Gong Qianxue toma a Xiao Bao y lo arroja a un horno Dan.

Luego, ella está en una caverna de tono negro con ese hombre terrible presionándola bajo su cuerpo, un dolor hirviente al rojo vivo la desgarra, haciéndola desear el olvido pero incapaz de lograrlo.

En el abigarrado de luces y sombras, Xiao Bao cae desde un alto acantilado.  Ella mira impotente mientras él cae, convirtiéndose en un charco destrozado de carne y sangre.

¡Silvido!  La energía de la espada finalmente atraviesa la ropa de MuYan, la sangre brota.

Un dolor feroz atraviesa su brazo, pero también le permite a MuYan ​​despertarse de la ilusión.

Aprieta los dientes por el dolor mientras examina la cueva a su alrededor, esquivando ágilmente las espadas voladoras mientras lo hace.

Finalmente, cuando el nivel de las espadas voladoras se acerca gradualmente al ataque de un centenar de practicantes marciales de grado celestial, finalmente descubre la fuente de todos los ataques.

Es un guqin gris (cítara larga) que cuelga discretamente en lo alto de la pared.

No lo encontrarás a menos que mires con mucho cuidado.

Pero esta cítara sin complicaciones en realidad está tocando sus cuerdas por sí sola, creando una melodía.

El sonido resuena dentro de la cueva, rebota en las paredes y forma inmediatamente energías de espada para atacarla.

MuYan ​​aprieta los dientes mientras corre por la pared y rápidamente agarra una enredadera que cuelga de la parte superior de la cueva.

Ella opera la Energía Misteriosa en su cuerpo y corta el guqin.

Sin embargo, el guqin no se corta por la mitad, sino que el sonido se vuelve cada vez más frenético.