Divina Hechicera

Capítulo 91 La orden de Muyan

Dedos de porcelana hacen contacto con su muñeca llena de cicatrices.

Al sentir su pulso, Muyan frunce levemente las cejas.

Efectivamente, la lesión de Yan Haotian es mucho más complicada de lo que parece.

Cuando Yan Haotian fue el confidente de Gong Qianxue en su vida pasada, finalmente alcanzó la cima del Estado Cielo.

Sin embargo, tuvo efectos secundarios por haber sido tratado con demasiados borradores y elixires.

Es por eso que después de alcanzar la cima Del Estado Cielo, Yan Haotian sufrió dificultades para progresar y, finalmente, falleció a una edad temprana debido a una lesión grave.

En el momento de su muerte, no sabía que sus propios enemigos mortales eran Gong Qianxue y Yan Lie.

Muyan retira su mano y dice: "Siéntate con las piernas cruzadas en el suelo y, por un rato, no te resistas a lo que hago".

Yan Haotian se sienta en el suelo con las piernas cruzadas.

El Tian Mo Qin ya está en manos de Muyan sin que él se dé cuenta de cuándo.

Cierra los ojos y rápidamente moviliza su Fuerza Interna.

Xiao Bao se levanta y va a proteger a su lado, con su carita tensa como de costumbre.

Junto con sus diez dedos moviéndose lentamente a lo largo de las cuerdas de la cítara negra ceniza, la melodía suave y agradable fluye de su rasgueo.

La expresión feroz de Yan Haotian se suaviza gradualmente en dulzura mientras escucha la música.

Sus cejas se suavizan y su rostro lleno de cicatrices revela una expresión dulce y feliz, como si estuviera recordando un hermoso recuerdo.

Muyan suspira suavemente en su mente, pero los movimientos de sus manos no tienen la más mínima pausa.

El sonido de la cítara cambia lentamente de una dulzura conmovedora, se transforma gradualmente en una música triste, evocando un dolor desgarrador.

La expresión de Yan Haotian cambia progresivamente de la suavidad al dolor y la lucha.

Enormes gotas de sudor le caen por la frente.

El cuerpo corpulento no puede contener algunos temblores leves.

Y dentro del área de su Mar Qi, la Energía Misteriosa palpita junto con el ritmo de la música, y comienza a fluir en sus cinco vísceras y seis intestinos, así como en sus ocho meridianos extraordinarios.

Dondequiera que vaya la Fuerza Interna, lo que trae consigo no es el calor y la comodidad habituales, sino el dolor punzante de la carne que se desgarra continuamente.

Yan Haotian aprieta firmemente los dientes, la sangre se derrama por la esquina de su boca.  Su ropa también está completamente empapada de sudor.

Sea que no suelte el más pequeño de los gemidos, y mucho menos ningún movimiento.  Tampoco opera su Energía Misteriosa para resistir.

Es por orden de Muyan.

Cuando la Fuerza Interna, cargada por el sonido de la cítara, pasó por cada centímetro de sus meridianos, la conmovedora música del duelo cambia de repente de nuevo para convertirse en una melodía dura y violenta.

Un dolor aún más severo atormenta la carne y los huesos de Yan Haotian, por todo su cuerpo.

Al final, abre la boca, incapaz de reprimir un gemido de bestia sufriente.

Finas gotas de sangre, mezcladas con un líquido negro viscoso, se filtran desde la superficie de su piel.

En este mismo momento, Yan Haotian se ve cien veces más miserable de lo que nunca lo hizo en el Coliseo de lucha de bestias.

Sangre rojo-negra y lágrimas fluyen de sus siete aberturas de cabeza.  La ropa nueva que acababa de ponerse está completamente teñida por la sangre negra.

Sin embargo, el sonido de la cítara de Muyan no se detiene ni se suaviza ni un poco.

La música continúa durante media hora, hasta que se detiene lentamente.

Muyan retira los dedos que se han entumecido y dice en voz baja: "Regresa y báñate primero, cámbiate de ropa y después ven a verme".

Yan Haotian lucha por levantarse del suelo.  Todo su cuerpo es como un pez que salió de un lodazal de sangre negra, estaba sucio y sucio.

El cuerpo débil es aún más inestable, casi tropieza y cae justo después de que se levanta.

Pero se inclina respetuosamente y se retira vacilante.

Después de que Yan Haotian se va, Xiao Bao inmediatamente se abalanza sobre Muyan y se aferra a él.

"¿Bebe que está mal?"  Muyan pregunta en voz baja.