Divina Hechicera

Capítulo 40: La caída de los músicos de Dios

El Tian Mo Qin, que se había vuelto incomparablemente llamativo en el espacio de la herencia, se ha convertido en un bosque oscuro y podrido en este momento.

Oh, un poco mejor que la madera podrida.

El cuerpo del Qin se ha vuelto resbaladizo y suave, y las cuerdas rotas se han vuelto a conectar por sí mismas.

Además, hay algo muy curioso: la esquina izquierda del Qin tiene su nombre grabado en él: Jun Muyan.

Estos tres personajes son muy pequeños y la talla no es muy clara.  No se pueden ver sin mirar de cerca.

La cítara que Muyan sostiene actualmente daría a otros la impresión de un qin de siete cuerdas común y corriente.  Pero no atraerá miradas de menosprecio de los demás, no lo considerarán basura.

Sin embargo, ¡Muyan había visto el brillo y el glamour del verdadero Tian Mo Qin!

¿Cómo podría reconciliarse?  Ella dice consternada: "¿Qué está pasando?  Definitivamente era bonito hace un momento, ¿por qué se ha desgastado? "

Xiao Bao ve que Niangqin está realmente bien.  Su vitalidad es cada vez mejor, e incluso su tez se está volviendo rubicunda.  Él se relaja.

Empuja el Tian Mo Qin a un lado y se acurruca en el abrazo de Muyan.  Dice, con una voz infantil, "Xiao Bao solo necesita niangqin, no el Qin".

Muyan inmediatamente abraza a su bebé y sonríe: "Nn, niangqin tampoco quiere el Qin, solo a Xiao Bao".

El tesoro mundial ignorado, Tian Mo Qin: ... ¡este nuevo propietario simplemente no puede decir qué es bueno!

"* Tos * ... Tian Mo Qin simplemente no ha vuelto a su estado original.  Es solo porque fue sellado y el sello debe levantarse ".  Cuando Muyan y Xiao Bao se abrazan, la suave voz femenina no puede evitar hablar: "Felicitaciones por convertirse en el maestro de Tian Mo Qin, además de ser el único heredero de los Músicos Divinos".

“También me gustaría felicitarme.  Mil años, he esperado aquí durante mil años.  He esperado que finalmente llegara este día.  Después de todo, mi herencia de Musico Divino no se romperá por completo ".

Muyan suelta a Xiao Bao y mira al vacío, frunciendo el ceño, “¿Puedes decirme quién eres ahora?  Y dices que soy el heredero de la herencia de tus músicos de Dios, ¿no te mostrarás?

Después de decir eso, la silueta de una mujer aparece lentamente  frente a ella.

La mujer está vestida de blanco;  tiene rasgos refinados y un temperamento sublime.  Su edad parece estar en los veinte años, pero esos ojos contienen el reflejo de mares azules que se convierten en campos de moras *.  (*grandes cambios)

"Mi nombre es Baili Yinlou, un Músico Divino, el último de los Músicos de Dios".

La mujer pregunta lentamente con una voz suave: "¿Conoces a los Músicos Divinos?"

Muyan niega con la cabeza, "Solo he oído hablar de músicos".

"Así es, ¿cómo es posible que conozcas a los músicos Divinos?"  Baili Yinlou revela una expresión angustiada, "Ese es precisamente su propósito ... librar al mundo de los Núsicos Divinos, para que nadie sepa que alguna vez existimos.  De lo contrario, si esas personas supieran que el legado del Músico Divino todavía se conserva, ¡me temo que no tendrán un sueño reparador! "

"¿Son los Músicos de Dios muy poderosos?"

"Jaja ... ¿me estás preguntando si los Músicos Divinos son poderosos?"  Baili Yinlou revela una sonrisa burlona, ​​“Solía ​​ser la existencia más formidable del mundo, pero precisamente porque era demasiado fuerte, dio lugar a miedo y ansiedad a los demás.  Luego, esas personas despreciables se unieron para conspirar contra nosotros y destruir todo el Salón de los Músicos de Dios ".

“Mi padre y mi esposo han agotado la sangre de sus corazones solo para enviarme a este continente Yanwu, con la esperanza de salvar la última línea de sangre de Músicos de Dios.  Pero esas personas todavía se negaban a darse por vencidas.  Después de una persecución de miles de millas, todavía morí en sus manos ".