Divina Hechicera

Capítulo 89: No me desagrada

Muyan se ríe: "Él es mi subordinado".

Ella no está interesada en tener esclavos como lo hace Gong Qianxue.

Y, sin embargo, ahora mismo necesita ayudantes leales y capaces.  Y así, se devanó los sesos y aprovechó la oportunidad para salvar a Yan Haotian de la Ciudad Fantasma.

Esto también se considera como "cada uno toma lo que necesita".

Muyan está muerto de aburrimiento al mirar a Yan Haotian eligiendo ropa que le quede bien.

Xiao Bao de repente tira de su mano para ir en cierta dirección.

Muyan está sorprendida, pero ella la sigue de acuerdo a donde Xiao Bao la está tirando.  Hasta que finalmente, ve que Xiao Bao la ha llevado frente a un vestido blanco con falda plisada.  Su pequeño rostro se vuelve hacia el dueño de la tienda y dice con total seriedad: "Quiero esto".

El dueño de la tienda se sorprende cuando lo mira, antes de volverse hacia Muyan nuevamente.

El dueño de la tienda observa mientras Xiao Bao saca una hoja de oro del bolsillo de su pecho y se la lanza casualmente, "¡Dámela!"

Aunque solo habló un niño de cuatro años, el tono de mando "como debe ser por derecho" que usa, así como esos ojos fríos y agudos ... asustan completamente al dueño de la tienda.

Hace lo que le dicen y baja el vestido blanco de la percha, presentándolo suavemente: "Este pequeño gongzi * realmente tiene buen ojo.  Este vestido es de hecho el mejor artículo de nuestra tienda.  Toda la pieza está tejida con hilo de seda Quicksand.  Después de ponérselo, la mujer no solo tendrá la elegancia etérea de un Inmortal descendiente, sino que también tendrá la característica de mantener al usuario abrigado en invierno y fresco en verano ".

*(honorífico) Hijo de un funcionario o de alguien acomodado. 

Xiao Bao le lanza una mirada irreverente, "¿Una hoja de oro no es suficiente?"  ¿Por qué está diciendo tantas tonterías?

"¡Suficiente suficiente!  ¡Basta! "  El dueño de la tienda dice repetidamente, e incluso con humildad y reverencia, queriendo devolver la hoja de oro: "De hecho, las monedas de oro que la niña proporcionó ya son suficientes".

Xiao Bao no se retracta.  En cambio, sostiene el vestido ante Muyan.  "¡Niangqin!"

Los ojos de Muyan se iluminan con una sonrisa.  Ella baja su cuerpo para acariciar suavemente la textura suave y tersa del vestido.  "¿Xiao Bao quiere comprar ropa para niangqin?"

Xiao Bao asiente con su carita, su par de grandes ojos azul hielo son más luminosos que el cielo después de la lluvia.

Los ojos de Muyan se curvan, "¿Xiao Bao cree que niangqin se vería bien en él?"

"Si."  Xiao Bao asiente con seriedad, "Niangqin se ve mejor".

Muyan está encantada con los elogios de su hijo y felizmente toma el vestido.  Dirigiéndose al dueño de la tienda, "Envuélveme esto, y envuélveme ese, este y este rollo de tela, envuélvelos todos".

Muyan señala las telas porque no hay ropa infantil confeccionada en esta tienda.

"Xiao Bao, niangqin comprará varios rollos de tela y personalmente coserá algo de ropa para ti, ¿de acuerdo?"

Xiao Bao, rígidamente, niega con la cabeza para negarse.

Con la artesanía de su madre, ya sería un gran logro tener dos piezas de ropa pegadas.  Al principio en las montañas, cuando no tenían muchas cosas, ¿cuántas de esas ropas raídas arregló Xiao Bao?

Muyan disfruta ver a su hijo negarse, pero al mismo tiempo, no quiere herir sus sentimientos.  Luego lo levanta y le pregunta de manera desanimada: "¿A Xiao Bao no le gusta la ropa poco atractiva que hace niangqin?"

Efectivamente, Xiao Bao inmediatamente abraza el cuello de Muyan y coloca su pequeña cabeza en su hombro.  Dice en un susurro: "No me desagrada.  Mientras niangqin lo haga, Xiao Bao lo usará ".

Incluso si no se ve bien, incluso si está en mal estado, siempre que niangqin lo hiciera, se sentiría muy cálido y muy feliz cuando lo usara.

Los bordes de los ojos de Muyan se tornan ligeramente calientes, y sostiene a la pequeña figura en sus brazos aún más fuerte.

Xiao Bao, gracias, gracias por estar al lado de su madre en esta vida.

Eres tú quien hace de mi vida algo más que una venganza oscura y sangrientamente, también eres tú quien me da el coraje para seguir viviendo.

Su mente de repente recuerda lo que había dicho Baili Yinlou: en el continente Yanwu, Xiao Bao solo puede vivir diez años como máximo.

Parece que también debe pensar en cómo buscar un método para abrir el Tian Mo Qin.