El Primer Marido Feo (EDITANDO)

CAPÍTULOS 169 - 170

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CAPÍTULO 169 – TE EXTRAÑO

Los ojos de los esclavos se enrojecieron cuando escucharon la feroz música. No solo habían matado a las esposas e hijas de los dueños de esclavos, sino que también habían tomado todo de las casas de los maestros y las habían quemado.

El área donde vivían los amos se convirtió en un mar de sangre y llamas, y los cadáveres estaban esparcidos por todas partes. Solo los amos más poderosos pudieron escapar de la Ciudad y traer a sus familias de regreso a Mundo Medio.

Los diáconos, que trabajaban para los dueños de esclavos, fueron maltratados por los esclavos. Al ver que todos eran esclavos, se apiadaron de ellos y no los mataron. Sin embargo, si no fuera porque tenían medicamentos para curar sus heridas, no estarían lejos de la muerte.

Ya no había amos en la ciudad, y los esclavos eran libres de rugir y vitorear mientras sacaban su botín de guerra en celebración.

Les preocupaba que los esclavistas de las otras ciudades se enfrentaran a una especie diferente de esclavos. No podían predecir cómo tratarían con ellos o con los esclavos en las otras ciudades, por lo que antes de eso, tendrían que unir fuerzas junto a los esclavos de las otras ciudades para expulsarlos más rápido.

"Todos, por favor, guarden silencio." El jefe de los esclavos de alto nivel les gritó a todos: "Aunque ahuyentamos a todos los dueños de esclavos en nuestra ciudad, todavía hay muchos maestros en otras ciudades. Mientras haya un maestro en Mundo Inferior, no podremos vivir una vida pacífica, y en cualquier momento habrá un maestro que atacará nuestra Ciudad y nos convertirá en esclavos nuevamente. Después de llenarnos el estómago, inmediatamente nos apresuraremos a los pueblos cercanos y a otros pueblos para conducir y alejar a todos los dueños de esclavos".

Ya no deseaban vivir una vida peor que la muerte. Ahora que se habían rebelado contra su amo, tenían que expulsarlos a todos por completo de Mundo Inferior.

"Bien." Los esclavos vitorearon y aceleraron sus comidas. Después de comer hasta saciarse, inmediatamente se sentaron en el Camión y fueron a las ciudades cercanas.

Bao Ye también se sentó en el camión con ellos.

El esclavo de alto nivel se acercó a Bao Ye y le preguntó: "¿Eres el hermano menor de Jin Lingrui de la ciudad de Gong, Jin Jiabao?"

"Cariño, ¿Qué puedo hacer por ti?" Bao Ye levantó su mano derecha para levantar la barbilla del jefe. En el siguiente segundo, su mano izquierda golpeó su mano derecha: "Maldita sea, duele ..."

El jefe estaba confundido porque sentía que este hombre era extraño. ¿Un hombre adulto que se llama a sí mismo un hombre precioso? No importa cómo lo mire, la piel de gallina aparecería en su piel. Entonces, de repente se golpeaba a sí mismo. ¿Estaba loco?

Casi dudaba si la otra parte era el hermano menor de Jin Lingrui: "¿Estás bien?"

Bao Ye vio que a este jefe no le gustaba ser irrespetuoso, y puso una cara seria: "Estoy bien, ¿Qué negocios tienes conmigo?"

"Mi nombre es Ma An, soy el jefe de Hucheng, estoy muy feliz de poder conocerte. Escuché que le diste la formación de plantación a Zizi para transmitirla a todas las ciudades, y también fuiste tú quien nos dio el antídoto contra la plaga, lo que hizo que no muriéramos. Te estoy realmente agradecido, ni siquiera nos conocías y aun así nos has brindado una gran ayuda." Ma An tomó con entusiasmo las manos de Bao Ye y le agradeció una y otra vez.

Bao Ye miró su brazo fuerte y curvó sus labios, tomando con fuerza la mano de Ma An, y sobarla en secreto, si Dongling Ce estuviera aquí, definitivamente lo agarraría y lo colgaría de un gran árbol para golpearlo: "Si realmente quieres agradecerme, entonces agranda el asunto, quiero ver una escena aún más emocionante y sangrienta".