El Primer Marido Feo (EDITANDO)

CAPÍTULOS 43 - 44

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CAPÍTULO 43 – TRAER MALA SUERTE

Liu Xiaoyang y Bao Ye dejaron de hablar y miraron a Nian Gao.

Wang Qiao, que estaba cosiendo ropa para su hijo, no reaccionó por un momento: "¿Qué es más fuerte?"

Nian Gao estaba aterrorizado: "El juego de Dios no ha terminado todavía, después de los rayos, los vientos comenzaron a soplar de nuevo."

Wang Qiao se sobresaltó, y la ropa que tenía en sus manos cayó al suelo.

Liu Xiaoyang y Bao Ye caminaron hacia la ventana. Vieron, el sol abrasador en el cielo, siendo bloqueado por la arena y el polvo que volaban por todas partes. El paisaje delante de ellos era amarillo por la arena, impidiéndoles ver a lo lejos. Sólo podían oír el crujido de los árboles cuando eran arrastrados por el viento.

"Es una áfaga de viento..." Liu Xiaoyang lo que Bao Ye dijo hace unos días, y rápidamente giró la cabeza para mirar a Bao Ye: "Lord Bao ¿Realmente vendrá un desastre de viento?"

Esto significaba que lo que dijo Lord Bao hace unos días era cierto.

Bao Ye frunció un poco el ceño.

Nian Gao preguntó con curiosidad: "Esclavo Feo, ¿Cómo sabias que el Juego de Dios habría tormentas de relámpagos y ráfagas de viento? ¿Cómo sabes incluso sobre la secuencia de los desastres?"

Bao Ye sonrió: "¿No lo dije ya? Lo sé todo."

Nian Gao resoplo, mostrando que no creía en lo que decía. Debe ser que el Maestro le había contado, después de todo trabajaba cerca del Maestro.

Wang Qiao murmuró: "Si es realmente como dijo el Esclavo Feo, entonces después de la ráfaga de viento vienen las inundaciones y la plaga."

Las caras de Liu Xiaoyang y Nian Gao se volvieron especialmente pálidas cuando escucharon la palabra "Plaga".

Frente a los desastres causados por los rayos, los vendavales y las inundaciones, todavía podían evitarse o encontrar una manera de salvarse, pero no tenían ningún método para huir de la plaga. Ya que no podían saber cuándo, dónde o por quién se infectarían, y solo podían esperar la muerte si estaban enfermos.

Bao Ye dijo: "Cuando regresen, avisen a su familia sobre este asunto y tomen precauciones contra los desastres".

Liu Xiaoyang y los demás asintieron. No importaba si era verdad o no, no era algo malo estar preparado.

Cuando termino el día de trabajo, los esclavos se dirigieron a la puerta con las manos cubriéndose los ojos mientras caminaban con dificultad hacia la entrada. Sin embargo, el camión que venía a recogerlos no estaba allí todavía.

Esperaron en la entrada durante más de una hora antes de que el camión llegara.

Los esclavos se apresuraron a subir al camión.

El movimiento del Camión era extremadamente lento, el conductor no podía ver el camino que tenía delante de él, y el viento soplaba cada vez con mas fuerza, haciendo que el coche pareciera que estaba a punto de flotar.

Cuando regresaron a sus chozas, la situación no se veía bien. Los cobertizos estaban hechos de láminas de hierro, y no eran nada sólidos. Cuando el fuerte viento soplaba, el cobertizo se balanceaba y emitía un sonido vibrante, dando la sensación de que la choza sería arrancada por el viento si se hacía aún más fuerte.

Todos se escondieron dentro de la cabaña con miedo. Sus oídos estaban llenos de las sacudidas de la lámina de hierro. Parecía que el techo sobre sus cabezas se levantaría en cualquier momento.