†Capitulo 13†

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†Amaris†

—¿En qué habitación está su alteza?—pregunte de brazos cruzados, y con las mejillas de un color rojo.

El soldado me miró de arriba a abajo tratando de analizarme con la mirada—Soy princesa Amaris Klein, exijo ver a su alteza.

—Está en el pasillo dorado—me indica asiento con la cabeza siguiendo la dirección que me indicó, comencé a captar su olor en el aire y finalmente llegué a la habitación que deseaba.

Dos soldados me observaron de arriba abajo—Abran esa puerta.

—No podemos.—habló uno de ellos sin mirarme—hasta que el príncipe lo acepte.

—De acuerdo—gruñí, respire profundo y luego de unos segundos grite—¡Asthor!

Los guardias se sobresaltaron al escuchar su nombre se muy claramente que nadie debe decir su nombre pero a mí me vale tres hectáreas si le gusta o no.

La puerta desde dentro de abrió revelando una gran habitación, los guardias temerosos se hicieron a un lado y yo entre a la habitación.

Es hermoso mucho más grande que el de cualquiera con armario, muebles, mesas, cama, y un precioso balcón, en uno de los muebles está Asthor mirándome con una expresión indescifrable.

—¡Tú! ¿Quién te crees para besarme?—demande con voz enfurecida.

—No querías dormir. Tuve que hacerlo—.expresó, abrí la boca y la cerré de inmediato.

—¿No sé te ocurrió otra cosa Asthor?—volví a preguntar claramente enfadada.

—Bueno habían métodos pero dudo que quieras escuchar el otro método—habló con una sonrisa ladina—Lo siento por eso.

—¡No lo sientes!—señale su pecho—¡Me robaste un beso y me dormiste sin mi consentimiento!

—Que yo recuerde, tu me seguiste el beso algo torpe pero lo hiciste—mis mejillas adquirieron un color rojizo que le divirtió, levanté la mano empujándolo con fuerza.

—¡Fue muy bajo de tu parte dormirme de esa forma!

—¿Querías que te durmiera?

—¡No! Simplemente no debiste hacer eso.—le hable más calmada—mi manada me necesita no debí dejar que me besaras.

—Ni siquiera lo viste venir —sonrió, yo gruñí dándome la vuelta—Tengo las cartas de la manada Green moss.

Me volteó cuando escucho el nombre rápidamente el va hacia uno de sus cajones y saca un sobre amarillo con un aroma a bosques y tierra que reconozco es la carta de mis padres y beta.

Rápidamente la abro y comienzo a leerla con absoluta rapidez soltando un leve suspiro al saber que no hay anomalías por el lugar.

—¿Esta todo bien en tu manada?—pregunta con curiosidad.

—Si, no hay anomalías.—conteste con un suspiro—Hablare con ellos después.

—¿No deberías avisarles ya?

—No, ellos saben que si tú enviaste una carta apresuradamente hacia la manada es porque algo sucedió, y ellos estarán alerta.

—Son bastantes inteligente.—manifestó y yo asentí orgullosa.

Me permití por unos instantes admirar cada rincón de la habitación, las paredes pintadas de un color blanquecino muy hermoso y pulcro, los muebles de tonos azules brillantes, la cama con grandes mantas de color gris, la gran cortina roja cerca del balcón sin duda Asthor tiene buenos gustos.

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