†Capitulo 20†

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†Amaris†

—Hija mía.—Mi madre se acercó a mi, envolviéndome en un gran abrazo, me relaje apenas detecte el aroma que desprendía de ella.

—Madre, padre.—los mire a ambos aún en los brazos de mi madre, me separé de ella.

—Los extrañaba tanto, aunque me gustaría conversar con Ustedes, sinceramente no es un buen momento.—sonreí.

—Lo sabemos hija, sacaste el carácter de tu padre.—mire a mi papá que aún seguía con los ojos cristalizados, estableciendo conexión con muchos de sus antiguos guerreros.

—Hermana.—Amira se acercó a mi con una expresión cansina—Has llegado por fin, la manada entera se volvió un caos cuando no estabas, ahora veo mucha paz en ellos.

—No por mucho.—contesto.—es un gusto verte Amira.

—Aunque no te extrañe me da alegría verte.—sonrió ella—Ah y mi alpha está conmigo, me preguntó si querías ayudas. Que el te la daría.

—Lo necesito, trae al Alpha ante mi—me acerque a mi padre y le di un abrazo rápido.

—Pequeña loba—me recibió con preocupación—¿Cómo fue el viaje? ¿Necesitas comer?

—Por supuesto, pero ahora no me importa eso.—corté con seriedad—Se que también lo sabes y te platique acerca de la nueva planta, padre es urgente encontrarlas.

—¿Tienes algún plan en mente?

—Lo tengo.—hablé—Se dónde puede estar su guarida, secuestraron Omegas de un rey Alpha, no de un Alpha común.

Los Alphas reyes, Alphas de Alphas bendecidos por la diosa Luna con su mismo poder, podemos localizar a cada manada incluyendo a los rogues que aunque no son nuestros, sabemos dónde están, El poder de nosotros los reyes alphas es algo limitado pero es efectivo cuando lo necesitamos cómo ahora, anteriormente me había puesto a localizarlo y se con certeza que están en una madriguera con todos las Omegas reunidos, puedo palpar su miedo y también la valentía que corre por sus venas.

Confiaban en que yo las iría a buscar no cómo sus antiguos Alphas, y eso haría, los iba a buscar sin importar si sería herida en el proceso.

—Alpha Reina.—la voz gruesa del alpha de norte colmillo rojo se presentó con una leve inclinación, luego mostró su cuello en señal de respeto y sumisión.—Es un placer verla de nuevo.

—Lo mismo diría si no fueran en estás circunstancias.—conteste hacia el—Necesito algunos de sus lobos.

—Todo lo que desee será hecho mi Alpha.—me observo por unos segundos—Ahora si permite que me valla, para llamar a veinte de los míos.

—Ve y que sea rápido.—le ordenó, el asiente llevando consigo a Amira.

—Hija ¿Cuando los vamos a rescatar?

—Esta noche.—dije—Padre necesito diez de los tuyos y diez de los míos.

—¿Por qué llevaremos muchos lobos? Si solo son rogues.—habló confundido.

—No lo subestimes padre.—le hice saber yo—Por muy Alpha que seamos ellos tienen su as bajo la manga, todos lo tienen y hay que ir preparados, confía en mí.

—Hazle caso cariño.—mi madre depósito un beso en su mejilla—Ire a preparar comida para mí pequeña, ustedes hagan lo posible para recuperarlas, confían ciegamente en nosotros y no lo vamos a defraudar.

—Eso jamás.—sentencie yo.

Me despido de mi padre para subir a mis aposentos y cambiarme de vestimenta, al llegar le pido a una de mis criadas que preparen un baño, mientras yo peino mi cabello en un moño trenzado y corto, luego entro al baño, limpiando rastro de olor del reino de Ameles y sobre todo de Asthor, se que muchos notaron que traía un olor encima de mi, un olor leve pero fuerte casi potente para ellos, al terminar me puse varias escencia y luego una ropa cómoda para ir al encuentro de los rogues.

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