†Capitulo 37†

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†Amaris†

Dos horas después de estar acompañando a Susan con Asthor, regreso a la habitación de Asthor para buscar un vestido sencillo y a la vez elegante que tenga la aprobación de la reina, entre mi baúl encontré un hermoso vestido corto de color amarillo con bordado de flores blancas por toda la nagua.

Después de haberme duchado, me coloque el vestido, me calze unos tacones del mismo color. Comencé a trenzar mi cabello lentamente y luego lo termine de atar con un listón marrón.

Al terminar salí de la habitación caminando con lentitud mientras pienso en muchas cosas y sobre todo mi familia, que ahora recuerdo la coronación me toca dentro de dos semanas, debía volver a Green moss para ser coronada cómo Alpha reina y Erick cómo beta rey.

Mi padre abdicara el trono, para pasar a su siguiente heredero en la línea de sangre, si tuviera un hermano, estaría segura que el estaría con el cargo de Alpha rey, pero papá solo nos tuvo a Amira y a mí.

Por lo cual yo sería quien me haga cargo del reino entero, cómo había dicho antes, fui entrenada desde pequeña para el puesto, siempre cultivando actitudes digno de una buena Reina, saber escuchar a mi pueblo, saber calmar a la multitud con firmeza, saber lidiar con los problemas que presentan y con las adversidades.

Intento recordar si alguna vez, conocí a Asthor, pienso pero cada vez que lo haga un dolor se presenta en mi cabeza. No entiendo de que trata los recuerdos, Asthor y yo estábamos juntos cuando éramos pequeños, pero es extraño que ninguno de los dos recuerde algo tan importante cómo eso.

Algo extraño está pasando.

Mi loba se metió en mis pensamientos y por esta vez, decidí darle la razón.

Intentaré investigar que está ocurriendo y sobre todo, tratar de saber que es esa cosa que está en mi cuarto.

Porque aunque quiera pensar que es producto de mi imaginación, algo está oculto entre las paredes de la habitación que una vez me otorgaron, cada vez que quiero ir hacia esa habitación un escalofrío recorre mi espina dorsal, provocando un terror en mia que provoca que quiera gruñir.

Llegó a una parte del castillo que se encuentra fuera de palacio, puedo visualizar que en medio del césped verde y brilloso, se encuentra una mesa redonda de manteles de oro, con un juego de tazas blancas puesto con delicadeza y elegancia en ellas.

La reina se encuentra sentada en un sillón cómodo de color rojo, lleva puesto un hermoso vestido de color pastel que la hace ver aún más hermosa, sus ojos oscuros me observan de arriba abajo en señal de aprobación.

Me acerco a ella con la ayuda de un mozo me siento en la silla, dejo las manos en mi vestido mirando a la reina y detallo la diadema que reposa en su cabeza—Hace mucho tiempo no tengo una pequeña charla con té, princesa, creí que sería un buen momento para hablar.

—Me honra con su invitación majestad.—exprese con una sonrisa educada, miro con detalle la pequeña taza de té y los platillos con algunos dulces y postres que huelen delicioso—Puedo decirle que el vestido pastel que lleva le sienta bien.

—Oh. Este..es un regalo de mi difunto esposo.—sonríe con nostalgia tocando la tela de su hermoso vestido de tiras que deja al descubierto su delicada piel, y en su cuello muestra un esplendoroso collar en forma de luna.—Le había dicho una vez que no me gustaba los colores pastel, pero no me hizo caso y lo compro. no crei que quedaría enamorada de esta prenda.

—Por lo que veo, usted era querida por el rey Edward—comente con una sonrisa—El cariño que profesa por usted siempre va a perdurar reina, recuerdelo.

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