†Capitulo 25†

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†AMARIS†

Una bola de humo negra intentó cubrirnos sin embargo uno de los magos de capa roja levanto la mano haciendo un extraño movimiento que regreso el ataque.

Los otros dos se lanzaron creando muchas bolas de humo negra que los magos detenían con sus poderes, cada mago usaba una magia distinta pero iguales el último de los magos empezó a elevar las manos hacia el aire  el cual comenzó a esparcirse una extensa capa de vidrio invisible que pude deducir era un campo de energía.

—¿Qué son?—preguntó una de las chicas terriblemente asustadas, podía sentir el miedo en ellas.—¿Qué es lo que quieren?

—Son nigromantes—Habló la reina mirando la pelea, mientras apretaba la mano de su esposo, su cejas se fruncieron y luego entrecerró los ojos—Y quieren acabar con nosotros.

Un murmullo temeroso se alzó entre todas, Susan se apego más a mi. Su cuerpo temblando asustada, tuve que pasar mi mano y esparcir feromonas por el aire mientras miraba fijamente la pelea.

La imagen de Asthor llegó a mi mente de golpe, algo que me hizo preocuparme sin razón alguna ¿El estará bien?

El campo de energía fue golpeado fuertemente por alguien más.

Dirigí mi mirada hacia la puerta donde una mujer de capa negra y cabello corto entraba levantando ambas manos en el aire mencionando palabras en latín.

No se que fue lo que hizo pero logro deshacer el campo de energía, los otros magos intentaban detenerla pero estaban enfrascado en la pelea.

Se abrió paso entre todos ellos con la mirada puesta en los reyes, sus ojos oscuros cómo la noche impartieron terror en cada una de las chicas, ni siquiera mi feromona pudo calmarlas,  vestía un traje de color oscuro pantalones de cuero y unas botas negras, llevaba una especie de diadema en la frente.

Una nigromante pura.

Mia me avisó con antelación sería difícil vencerla entonces sabía que los magos no podían hacer nada.

—Amaris.—la reina me llamo y de inmediato fui hacia ella, percibí que sus ojos miraban constantemente a la nigromante—Cuida mi esposo.

—Reina ¿Qué hará?—sin embargo ella no respondió, la reina con sus pasos elegantes bajo la escalera levantó su mano y creo una bola de energía blanca que empujó fuertemente a la nigromante contra la pared.

Jadeos de asombro se escucharon por la sala, yo la mire sorprendida, no podía apartar la vista de ella, la reina había dejado su capa atrás y dispuesta a luchar con esa mirada que demostraba decisión.

—Cariño.—la llamo su esposo, ella giro a verle con una sonrisa sus ojos brillaron cómo un diamante brindandole calma al rey de Ameles.

—Voy a protegerte.—dijo firme al mismo tiempo que la nigromante se lanzaba al ataque.

Nuevamente la reina con una sola mano la levanto en el aire con su magia blanca lanzandola hacia la pared, era magnífica su forma de pelear sin temor alguno.

Yo era solo una espectadora más de esa magnífica batalla entre ella y la nigromante, la nigromante volvió a levantarse con ambas manos al aire creando una bola de magia negra que fue en dirección hacia la reina, pero ella rápidamente reacciono girandose  para crear una enorme bola de magia blanca y lanzarla con fuerza hacia la nigromante.

Los poderes chocaron entre si, la magia blanca contrarrestaba a la negra sin esfuerzo alguno, la reina antes de que la otra reacciona, saco una daga de su muslo izquierdo y lo mando en dirección hacia la nigromante diciendo palabras en latín en voz alta mientras la miraba.

Pragma (1) Y (2) Where stories live. Discover now