†Capitulo 17†

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†Amaris†

Desde pequeña siempre eh anhelado en mi vida tener un soulmate, es el sueño de cualquier niña, tener a alguien que te ame, que te mime, que te bese, que te brinde su amor, cuando crecemos nos damos cuenta que aquellos príncipes azules en los que creíamos no existían y solo habían hombres con defectos esperando a ser amados o esperando para dañarnos. había visto chicos en mi manada, todos físicamente guapos gracias a los genes de los lycans pero su corazones albergaba egoísmo cómo cualquier otro, para ellos siendo licantropos no le importaba tener un soulmate ya que para ellos romperle el corazón a chicas era su placer favorito.

Y cuando un soulmate aparecía sus vidas cambiaban para bien o para mal, lo veía desde adolescente ellos no la apreciaban y ellas tampoco a ellos, guiados por el egoísmo y no por el compañerismo que podría haber entre ellos e inclusive un amor, solo querían un puesto alto en la manada y dejaban atrás a quienes verdaderamente los haría feliz.

¿Por qué? ¿Por qué si he sido buena no tengo un mate? No tengo a alguien a quien amar, a quien recibirlo con un beso o un abrazo, a alguien que pueda gritarle que es mío, ¿Por qué?

Las personas buenas salen sufriendo y las malas salen victoriosas. Yo dejé de creer en los príncipes azules y crecí viendo los corazones roto de las criadas que lloraban con pesar por un sentimiento que afligía su corazón, aveces quería ir a abrazarlas y brindarle mi apoyo pero en un momento dado siempre me detenía.

Yo no sabía lo que ellas sienten, podía oír los constantes susurros de muchos hacia mi persona, yo no tengo nadie a quien amar y me tildaron de tonta cuando solo me entregaría en cuerpo y alma para mí mate, cuando el sería el primero en probar mis labios.

Era un sueño tonto, decían las chicas a mis espaldas «¿Quién espera por un hombre para tener sexo cuando existen muchos aquí?

Ellos no lo merecían, no merecen mi cuerpo, ni mis labios yo lo sabía, esperaba fielmente a mi soulmate uno que nunca llegó, que nunca apareció, buscase por dónde buscará no lo encontré. y me ví a mi misma cerrandome a la idea de que alguna vez lo encontraría.

Me ví a mi misma llorando una noche justo cómo las demás pero a diferencia de ellas, mi corazón no estaba roto por un hombre, mi corazón estaba rota por mi misma al esperar a alguien que nunca llegó.

Deje de tocar el piano, limpie mis lágrimas aquellas que sin previo aviso habían salido, me levanté de la silla y solté un suspiro endureciendo mi mirada, note a las chicas con una expresión de ojos brillosos, parecían haber recordado parte su pasado a excepción de algunas que parecían aburridas o lo aparentaban, Charlotte intentaba mantener su compostura pero sabía que la melodía había tocado parte del alma de los presentes fuera quien fuera.

Me acerque a ellas sin perder de vista a Susan que me observaba con una triste sonrisa, el ambiente ya no era agradable era triste melancólico porque eso era lo que yo provocaba cuando tocaba un instrumento, yo no lo tocaba por tocar no.

Yo lo tocaba con el alma, con cada parte de mi ser, con mis emociones, con mis sentimientos y por eso se veían atrapado entre todos esos sentimientos que salían de cada melodía que yo tocaba.

—Lady Susan.—dije firme, mirando hacia el frente, note que por las expresiones de los reyes también le había llegado a su corazón, la reina apretaba fuertemente el brazo de su esposo y la recibía con cariño.

—Eso fue..—suspiro ella sin saber que decir.

—Fue tristemente hermoso.—hablo Lady Clara con una sonrisa, mirando hacia el frente—Fue magnífico y todos lo saben, es obvio que no quedarás eliminada.

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