†Capitulo 48†

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†Amaris†

—¿Cuánto va a durar esto madre?—mia se está volviendo loca.—Estamos alejados y que no me permitan hablar mentalmente con el, me deja aún más desesperada.

—Solo hoy pequeña loba—dijo papá acariciando mi cabeza—Solo por hoy, hemos decidido que el ritual de tres días pase a ser solo uno.

—¿Qué?—los volteo a ver a ambos—No pueden hacer eso. Es un evento muy importante, llevo mi vida preparándome para esto padre.

—Lo se loba, pero debido a los acontecimientos sucedidos el día ayer, no tenemos opción—madre besa mi frente con ternura—Hubiera explotado el mundo entero si te pierdo hija mía.

Volteo buscando la mirada de papá, pero este lo desvía culpable por haberme ordenado con tono de Alpha y lastimarme en el proceso.

—Hemos perdido un día.—avisó papá—No podemos retrasar la coronación, haremos el ritual solo hoy.

—Para mañana, será tu coronación.

—Pero son tres rituales papá. Un baile para la diosa, la eliminación y restauración de mis poderes. Y la más importante de todas conectar mi alma con la diosa. ¿Cómo puedo dejar eso?

—No lo dejaremos, lo haremos.—aviso la reina con sus ojos dirigiendose detrás de mi hombro—Ya está preparado, el templo, las personas. Se ha corrido la voz, hoy realizará los tres.

—Disculpe que lo pregunté reina. ¿Pero eso no agotará las energías de Amaris?—Clara termino de peinar mi cabello—Esta lista.

La reina sonrio gentil, ladeo la cabeza de un lado para otro.

—No lo hará.

—Padre—lo llamo al ver que ellas dos se enfrascaron en una conversación.

La bata del vestido transparente que cubre mi cuerpo cae al suelo de forma espléndida, como tiene que ser el vestido de una sacerdotisa, pero yo no era aún así debía simular serlo.

Llegué hasta papá.

—No te sientas culpable, yo te di una orden como Alpha, solo debías obedecer.—hable aspirando su fragancia.—Me has salvado.

—Hice mal. Pequeña cachorra, no sabía que tenías guardado tantos sentimientos.—respondió acariciando un mechón de mi cabello—Lamento ser un mal padre, hasta Hades me reprocha con ello, me duele la cabeza de escuchar su parloteo.

Suelto una risa negando divertida, el lobo de papá es muy sobreprotector con ambas.

—Mia hablara con el padre.—beso su mejilla—Debo irme, te quiero.

—Yo a ti, princesa.—se aleja perdiendose entre los pasillos del palacio.

—Es hora de irnos.—habla madre, mientras me giro caminando a su dirección.

—¡Amaris!—levanto la mirada al escuchar su melodiosa voz, Susan se viene acercando con una sonrisa en sus labios—¡Estás bien!

Su cuerpo se estrella contra el mío, la abrazo acariciando su cabello, la escucho zollozar—Escuche que no despertabas, tenía tanto miedo.

—Estoy aquí.—le hablo suavemente, calmando el latir rápido de su corazón.

—Susan.—la voz fría de mamá nos sorprendió a Clara y a mi. Mire a mamá que parecía reacia a la presencia de la castaña.—Suelta a mi hija.

—Madre—digo.

—Vas a llegar tarde al primer ritual.—dijo sin dejar de mirar a Susan—Susan suelta a mi hija ahora.

Pragma (1) Y (2) Where stories live. Discover now