†Capitulo 23†

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†Amaris†

—Estás aquí.—levante la vista, Lady clara se sentó a mi lado, levantó lentamente su vestido y sumergió los pies en el agua—Oh...¿Es permitido estar aquí?

—No.—conteste con una sonrisa—Pero no podía ignorar la gran piscina.

—Eso es cierto, el agua es magnífica.—jadeo complacida, moviendo sus pies dentro del agua—¿Cómo lo encontraste?

—Estaba aburrida y comencé a caminar por el palacio hasta dar aquí ¿Y tú?

—Solo te buscaba a ti y bueno me perdí hasta que te encontré.—mire el agua cristalina, me invitaba a sumergirme y por la diosa que yo no rechazaría la oferta—El Castillo es demasiado grande. El otro día Vi un laberinto.

—¿Un laberinto?

—Si, lo ví desde en segundo piso, es grande, fácilmente puedes perderte ahí.—Sonrió—¿No quieres entrar al agua?

Es opuesta a Susan.

Si por supuesto, Susan claramente negaría y diría que esto estaría mal que es contra de las reglas o algo así, pero Clara, parecía sentir la adrenalina y aquello me hizo sonreír.

—¿Por qué no?—Esbozo una sonrisa maliciosa, provocando que uno se formará en la mía.

—¡Veremos quién entra..—la empuje antes que terminara de hablar, cayó al agua empapado su vestido por completo.—¡Amaris!

—¿UPS?—pregunté divertida, ella río tirándome un poco de agua en el rostro.

Solté mi cabello para no perder el lazo y salte hacia al agua sumergiendome en ella, sentí el frío y el placer del agua, nade y nade moviendome libremente cómo un pez hasta que sentí un jalón, Carla que quería atraparme.

Salí a buscar aire y cuando tuve suficiente en mis pulmones volví a sumergirme sabiendo que ella me seguía tratando de atraparme, intente chapotearle en la cara pero ella, ya me había atrapado una pierna.

Salimos afuera nuevamente flotando gracias al agua mientras ella se reía—Para nadar eres muy lenta.

—Lo sé.—me queje sabiendo que tenía razón—¿Carrera?

—¿Quieres perder otra vez?—preguntó divertida.

—Quiero la revancha.—le respondí, ambas nos acercamos a la pared de la piscina, nos pegamos cómo estrellas de mar y luego nos posicionamos en nuestro lugar

—¡Ya!—gritó ella, sumergiendose debajo del agua, comencé a seguirla lenta, intentaba acelerar mis pies cómo si fuera el motor de un yate humano, mis manos se movían con insistencia, de un lado a otro cómo un remo de bote aún así.

Volví a perder y Clara se divertía de mi sufrimiento, levanta la mano mientras que con la otra estaba pegada a la pared cómo estrella de mar, al rato llegué yo a su lado completamente agotada.

—¿Quieres otra revancha?—levanto las cejas sin ocultar su felicidad.

—No gracias.

Se carcajeo divertida. el rubio de su cabello luce mojado y el mío por igual solo que a diferencia de ella, el mío estaba flotando.

—Fue divertido.—expreso y asenti, ambas mojadas, yo sin frío y ella tiritando—¿No tienes frío?

—No.

—¿Qué eres?—preguntó—no pareces vampiro.

—Porque no lo soy.—dije—Soy una licántropa.

—Vaya ver una chica loba cómo tú aquí, es raro..—asentí con la cabeza—¿Qué pasó con tu pareja?

Pragma (1) Y (2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora