Capitulo XIV

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AMARIS

Aunque le prometí a la Omega la posibilidad de ver a su mate, no me siento muy segura conforme a ello, el dolor de una traición es muy fuerte y más siendo tu vinculo, tu pareja, el destinado con el que pasarías el resto de tu vida ¿Te imaginas eso? Siento el alma de la Omega quebrarse en mil pedazos, de pie en la plaza el lobo recibe su condena y aunque en el rostro de la Omega busca suplicar por su amado se mantiene firme sosteniendo mi mano y su mirada cambia a una fachada de frialdad cuando el lobo mira a su dirección pidiendo perdon ¿Perdón? ¿Qué es eso?

Le había roto el corazon a la única mujer el cual era devota a el, y cree que porque son mates y porque es una Omega debería estar agradecida de estar con el, que estupidez más grande.

—¿Estás segura?—pregunto mirando a la mujer temblorosa a mi lado, estamos alejados de la multitud pero al mismo tiempo visibles ante el ojo público.

Esto para darme la tarea de acompañar y sostener en brazos a la Omega buscando calmarla como su Alpha reina y al mismo tiempo evitando que el lobo quiere jugar en su contra.

—Segura.—murmuró, levantando la cabeza en alto, miro hacia el lobo que hará papel de verdugo y le doy la clara señal.

—¡Cari...!—ni siquiera tuvo tiempo de terminar lo que iba a decir, con un hacha separaron la cabeza de su cuerpo aunque no lo mereciera, aunque debería sufrir más, pero por el dolor de uno de los míos al menos tendría una muerte menos dolorosa que el que tendría preparado.

La loba a mi lado se desmayo en el momento que el lobo perdio la vida, le hago señas a Erick para que lo lleve al hospital y este pendiente de su cuidado, ahora que el vínculo está roto y ella apenas lo procesa durará exactamente una semana en la que la lucha dentro de su cuerpo decidirá si la loba de ella se irá o se quedará.

—Cuidala.—ordeno, Erick asiente con la cabeza y se va acompañado de otra loba de la manada, me llevo a Alina de regreso.

—¿Donde esta Clara?

—Clara está en su aposentos, Alpha.—respondió—Su madre la reina, ya tiene el vestido. su padre está listo para partir está misma tarde.

—No podemos postergar esto. ¿Hemos reunido evidencias?—Nos quedamos sin tiempos aunque ha pasado pocos días, ahora que Susan tiene la habilidad de manipular la mente de un lobo, nos deja en gran desventajas esto significara una pérdida si no hacemos algo cuanto antes.

Alina vaciló y confirmo lo que más temo, no digo nada más y me dirijo rumbo al palacio, frotando la pulsera de mi muñeca.

—Dile a Clara que se prepare, el concejo debe escucharnos si o si—indico, desviandome al segundo piso—Avisale a mi madre que estaré en el cuarto de oración.

—Si Alpha—Alina se despidió en silencio, subo las escaleras llegando al cuarto piso del castillo tomando rumbo hacia un enorme salón que muy pocas veces es abierto.

Solo mis pasos resuenan por el solitario lugar, diviso el paisaje boscoso a través de la ventana, el cielo azulado y los árboles que se mueven cuando el viento pasa, más allá de ese lugar está el reino de Ameles dónde mi mate está.

Cuando noto a dónde se dirige mis pensamientos de inmediato me detengo y también freno mis pies al llegar a una enorme puerta color caoba, con diseños antiguos y exquisitos que dan la imagen de una puerta de la época mediaval hecho a mano. 

Pragma (1) Y (2) Where stories live. Discover now