Capitulo V

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AMARIS

La manada celebro sin restricción alguna mi coronación y mi puesto cómo Alpha, los omegas sonrieron felices por mi nueva posición, en los ojos veía el agradecimiento y la lealtad hacia mi, durante mi tiempo como princesa heredera estudiar no solo era mi pasatiempo, caminar por todo el reino viendo las carencias y la necesidades de todos los rangos que habitan en el reino me ayudo para buscar una solución a sus problemas.

Cuando tenía doce me escabullí del Palacio para visitar la plaza central el lugar donde reposa la estatua de una diosa, recuerdo ver a los omegas siendo intimidados y eso era algo que no aceptaría aquí en mi reino, recuerdo que luche para que mi padre me escuchará, una nueva regla llena de igualdad ¿Que los omegas eran seres débiles? No, para mi no lo son.

Había que darles una oportunidad, no catalogarlo como seres inferiores solo por el hecho de haber nacido Omega, por tener un lobo "débil" le abrí los ojos a papá, todos se pueden proteger por igual todos tenemos lobos y tenemos un espíritu guerrero. O ¿Acaso no vieron que un Omega defiende a uñas y garras a su cría? De ser un rango "débil" vieran salido huyendo abandonando su cachorro pero ninguno lo ha hecho.

Y con eso en mente comenzo su entrenamiento y gracias a ello, hoy son lo que son, todos son respetados por igual, cuando intentan intimidarlos ellos mismos son quienes le cierran la boca a sus agresores y eso me hace sentir orgullosa.

Mi dia como Alpha reina apenas empieza, si me ocupe de problemas como eso en mi adolescencia, ahora haría lo mismo pero con más poder, le he pedido a Asthor el día de hoy que me acompañe en un recorrido por mi reino para mostrarle la belleza de mi manada y la que el gobernará.

Una sonrisa gigantesca salió de mis labios, mi amado mate, lo tuve tan cerca todo este tiempo y no lo noté, todo por esa ella le creí cuando fue dulce cuando no había rastro de amenaza en ella, pero como dicen hay que temer de los amigos más no de los enemigos, eh aquí el resultado ella escapó y no ha vuelto lo que supone que se enteró que he recordado y eso me tiene inquieta, porque si yo supuestamente sufrí algún daño el día que desperté ella sin duda hará algo para volver a hacerme daño.

Mi madre y los brujos que están en la manada intentan ayudar a mamá a resolver lo que sucedió ese día, algo que nos tiene confuso a todos.

—¿Como amaneció su majestad?—preguntó una voz femenina muy conocida.

Le sonrió terminando los últimos retoques a mi vestido—Mejor que nunca Clara ¿Disfrutaste la fiesta de anoche?

—De eso no hay duda—me guiño un ojo, ahora que lo pienso hay un leve olor a lobo mezclado con su aroma, su sonrisa se hizo más grande—No es lo que piensas.

—¿Te metiste con un lobo?—cuestiono sorprendida—¿Estás loca?

Levantó la mano—En mi defensa, él no dejo de insistir toda la noche.

Niego con la cabeza, tomo la corona entre mis manos y lo coloco sobre mi cabeza—Ten cuidado Clara, un lobo no te va a cambiar por un alma destinada.

—No hay cuidado fue solo una noche—expresó con una sonrisa diminuta—Se muy bien como son ustedes los chuchos.

Me giro a verla con una ceja alzada—¿Que dijiste qué?

—Nada su majestad—contestó entre risitas, evito gruñirle—¿Puedo acompañarte? ¿O es cita en pareja?

—Justo eso iba a preguntarte—digo sonriendo—Asthor deberá volver en tres días a Ameles y dar la noticia para el imperio.

Pragma (1) Y (2) Where stories live. Discover now