†Capitulo 29†

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Amaris†

Solo un beso y ya.

¡Mia!

Vamos Amaris...no hay nada de malo en hacerlo..

¿No eras tu la que querías esperar a nuestro mate?

Si. Pero..el no vendrá. Además ya nos ha robado un beso, no es que nos vaya a embarazar con solo besarnos.

Solo uno si.

¿Estás segura que quieres hacer esto?

Lo quiero tanto cómo tú.

¿Sabes que posiblemente nuestro aroma quede impregnado en el?

No importa.

Suspiré mi loba estaba decidida y yo quería negarme pero también quería, Asthor tenía su mirada clavada en mi.

—Hazlo.—murmure sin saber que hacer, una sonrisa salió de sus labios.

—No podremos hacerlo aquí.—señalo en lugar—Es un lugar abierto. Ven conmigo.

—¿Dónde iremos?—su mano tomó la mía con calidez y escuché el ronroneo de mi loba en mi mente.

Ignore a mi loba y lo seguí en silencio mirando a todos lados cómo si fuera fugitiva, nuestros pasos son rápidos es cómo si tuviéramos la sensación de que lo necesitaramos más que nunca. seguía corriendo tomando de la mano a Asthor, era gracioso y a la vez interesante seguirlo por el jardín hasta llegar a una parte del jardín alejado de muchas personas.

Reconocí el lugar y sonreí en silencio.

El hermoso jardín dónde abundaban las rosas azules, levanté la mirada para verlo con una sonrisa en su rostro.

—Asthor.—no sabía que hacer estaba nerviosa.

—Confía en mi.—sus manos se posicionaron en mi cintura acercándome a su cuerpo.

Cada tacto era placentero, la calidez que desprendía era agradable, y el olor de su cuerpo me calmaba, sus ojos verdes miraban mi rostro y luego mis labios.

Bajo su cabeza para estar a mi altura y yo me coloque de puntas para alcanzarle el rostro. pesé a mi estatura el seguía siendo más alto que yo, sus labios atraparon los míos en un cálido beso que me atrajo en un mar de emociones.

Mis manos se guiaron por si solo hacia su espalda en un abrazo mientras sus labios saboreaban los míos con dulzura y anhelo, los míos respondían cada tacto, cómo queriendo fundirnos el uno con el otro.

Así abrazados entre un beso cálido y dulce me sentí cómo en un hogar, dónde podía sentir protección y seguridad, podía hasta escuchar el tintineo de la canción que había en el dije que papá me regaló.

Éramos solo nosotros dos en un completo silencio besándonos cómo si no hubiera mañana. pronto cuando sus labios se apartaron de los míos, sentí mi aroma marcar su cuerpo con intensidad.

Hice una pequeña mueca arrepentida pero el no me dejó procesarlo nuevamente me tenía entre sus brazos besándome ahora con fuerza y yo le correspondía olvidando lo que había pasado.

Sonrió luego de apartarse, lamió sus labios al ver los míos, sus ojos verdes esmeraldas me miraba con fascinación.

—¿Te gustó?

—Hueles a mi.—murmuré apenada.

—Si te gustó.—lo fulmine con la mirada y el solo se rió.

—No importa.—sus brazos se cirnieron sobre los míos.

Pragma (1) Y (2) Where stories live. Discover now