Papá, no te sientas mal.

13.9K 1K 31
                                    

Haaa, todo ha estado muy tranquilo últimamente. Mi padre es un poquito más amable que antes con los empleados.

Cuando me aburro Baron me divierte y me hace reír. Y cuando necesito ayuda Marie está ahí para mí.

Ahora me encuentro caminando en alguna parte de la casa. Si, si, sé que debería dejar de escaparme y dejar de causar problemas a Marie y Baron, pero qué puedo hacer. ¡Me gana la curiosidad!, y el aburrimiento sobre todo...

Entonces tropiezo contra alguien. Y al mirar hacia arriba, ví a Samantha, ella estaba llorando.

- ¡Ca-Camille! -dijo entre sollozos mientras se limpiaba en vano sus lágrimas que aún seguían cayendo sobre sus tiernas mejillas- No deberías de estar aquí, t-tu padre se enfadará -dijo tratando de sonreír.

Yo sólo la miré. No hice ningún gesto.

Y ella entonces empezó a llorar más.

- ¿Cómo es que puedes parecerte tanto a él? -sollozaba intranquila- nunca sonries al verme, ni tampoco lloras. Me miras inexpresiva. Aunque... tal ves lo que te diferencia de él es que aún no tengas esa mente psicópata y cruel que tiene él -se tiró de rodillas al suelo- ¿Sabes Camille?, mi padre murió, y antes de que pudiera escapar con mi amado Nora, tu padre apareció reclamándome, al parecer mi padre me había vendido y con contratos... Él, él mató a Nora frente a mis ojos y me entregó a Dave, le tengo miedo a tu padre, sólo quiero morir pero él no me deja -continuaba llorando ella mientras se aferraba a mi vestido.

No había notado eso de mí. ¿En verdad suelo verla sin expresión ninguna?. Pobre mujer. Parece triste su vida.

- Aún así traté de defenderme hasta el último, pero, Nora, Nora murió asesinado frente a mis ojos... Decidí continuar mi vida, viniendo aquí, dije que tal ves sería bueno. Pero no... tu padre no muestra ni el más mínimo gesto de respeto, consideración o amor hacia mí. Nunca sé que piensa o que quiere, y cuando estamos juntos no me habla de casi nada. Es como si yo fuera un adorno, quisiera poder tratar de quererlo, pero, pero... me enoja su indiferencia, no me ha tratado mal y quizá deba agradecer eso, pero es tan egoísta que no me deja matarme, quiero morir pequeña Camille, no quiero seguir existiendo -se quejaba entre lágrimas ella.

Quisiera poder decirle que mi padre es así al fin y a cabo. Me sentí triste por ella, entonces la abracé en las piernas.

- ¡Feliz!, ¡Feliz! -repetí para que se animara.

Ella solo me miró algo sorprendida.

- Aunque digas esas palabras, tus gestos continúan muertos, e indiferentes como los de tu padre -se limpió las lágrimas.

Me miró fijamente por un rato, y luego me tomó en brazos.

- E-es la primera vez que puedo cargarte sin miedo -me sonrió dulcemente- Tu padre no vendrá temprano hoy -me dijo observándome- en verdad eres muy bonita, y muy parecida a tu padre. Perdón por lo de recién, no sé porque pensé que entenderías algo de lo que dijera -suspiró- No seas como tu padre cuando seas mayor, tu debes ser feliz, he visto una foto de una mujer que se parece a tu mirada. Parecía feliz. Espero que seas feliz como ella -me dijo dándome un beso en la frente.

Bueno, no puedo decir nada. No puedo negar que me parezco a él, pues todo el mundo me lo dice muy a menudo. Y supongo que sí soy bonita, si así lo dices. Creo. Aunque, ¿Que foto habrá visto?, ¿Una mujer con una mirada parecida a mí?. ¿A qué se refería exactamente?.

Y entonces repentinamente fui arrancada de sus brazos. Y al mirar hacia arriba, ví a mi padre. Estaba muy furioso y no lo ocultaba ni un poco.

- ¿Quién te dijo que podías cargar a mi hija cuando se te dé la maldita gana? -mi padre estaba muy molesto.

Tengo miedo por Samantha. Ella no hacía nada malo.

- ¡D-Dave!, yo, yo puedo explicarlo -dijo empezando a llorar otra vez.

Mi padre la tomó del brazo fuertemente y la arrastró hasta fuera de casa, y la empujó al suelo.

Y todos los empleados vinieron de inmediato.

- Maldita perra, se te da un poco de confianza y abusas de ella -mi padre entonces sacó una pistola y empezó a apuntar a ella.

- ¡Por favor!, Mátame, mátame Dave, es lo único que deseo -dijo entre lágrimas Samantha mientras se arrodillaba frente a mi padre colocando su frente a la boca de la pistola y aferrando sus manos a los pantalones de mi padre- Mátame por favor, no quiero seguir viviendo, lo sabes, mátame -dijo ella mirando suplicante.

Entonces empecé a moverme con todas mis fuerzas en los brazos de mi padre, y el me bajó de inmediato.

Corrí y me puse delante de Samantha, y miré fijamente a mi padre a los ojos.

- ¡No papá! -dije- ¡Buena!, ella, buena. -traté de explicar.

Quisiera decirle que si le hacía daño a alguien que no hizo nada malo, se convertiría en alguien más malvado de lo que ya es.

- ¡Mounstruo!, ¡Malo!, ¡Feo! -dije firmemente tratando de hacer que me comprendiera.

Mi padre me miró sorprendido por un muy breve tiempo. Y luego guardó su pistola y agachó su cabeza. Y entonces me dió la espalda.

- Evan... enviala con su tía -dijo con un tono de voz que me preocupaba- Lo siento, si quieres morir hazlo lejos de mí Samantha -dijo y se fue de allí.

Marie y Baron miraban sorprendidos boquiabiertos, estaban paralizados casi como yo.

- Pequeña Camille, ¡Qué hiciste! -lloraba Samantha mientras levantaba su mano contra mí, pero al mirar mis ojos lo bajo otra vez- No tienes culpa de nada, yo quería morir y el nuevamente evitó que lo hiciera -dijo llevando su mano a su pecho.

- Señora, acompáñame -dijo Evan acercándose a ella.

Samantha asintió y se fueron.

Marie le dijo algo a Baron que yo no entendí. Baron asintió y se acercó a mí, y me cargó. Marie sin embargo fue corriendo hacia la dirección en la que se fue mi padre.

Ahora estaba preocupada. Y mucho. Pues Marie parecía muy preocupada mientras corría con todas sus fuerzas.

Baron y yo fuimos a mi cuarto. Baron no habló. Estuvo sentado a mi lado, mientras que yo me quedé parada en mi corralito.

No sé porque, siento que dije cosas que no debía. O tal ves, hice algo que no debía.

Empiezo a sentirne verdaderamente preocupada.

¿Cómo estará mi padre?, no parecía estar bien cuando se fue, y tampoco Marie. Y Baron no me dice nada.

Esperé y esperé, el tiempo parecía no pasar. Ni Marie ni mi Padre vinieron a verme aún. Y Baron no ha dicho nada aún. Se mantiene serio a mi lado.

Papá, espero que estés bien. ¿Es culpa mía?. ¿Por qué te alejaste con una mirada tan triste?.

 ¿Por qué te alejaste con una mirada tan triste?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Figlia Della MafiaWhere stories live. Discover now