Cuando salí del colegio, me recogió Marie, en el coche de papá. Fue algo muy raro para mí, mi padre no vino a recogerme ese día.
Entonces Marie me explicó el porqué, mi padre había viajado de urgencia a Apulia.
Estoy algo preocupada. Se supone que allá están habiendo enfrentamientos entre las mafias, y mi padre... de seguro ya habrá llegado allá.
No quiero ni pensar en que estará pasando allá. Sólo deseo que mi padre se cuide y vuelva sano y salvo a casa.
Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue llamar a papá.
El teléfono sonaba, y sonaba. Nunca contestaba.
- D-Deberías de cambiarte el uniforme primero, d-de se-se-seguro tu padre estará ocupado ahora -me sonrió tímidamente Nathan.
- Pero es hora de almorzar... La hora de almorzar, es hora de almorzar -dije mirándolo con desánimo y sin dejar de marcar la llamada- ¿No tiene tiempo ni para almorzar? -le pregunté- Papá siempre almuerza a estas horas conmigo, ¿Estará bien allá?, ¿Ya comió?, ¿Comerá? -dije preocupandome por él.
Entonces Nathan me sorprendió, puso una de sus manos sobre mi cabeza.
- N-no t-te preocupes, e-el estará bien, e-es-es tu padre después de to-todo -dijo algo sonrojado mientras miraba hacia un costado y acariciaba mis cabellos.
Entonces también le sonreí. Y mientras sonreía aparte sus manos de mi cabello.
- Eres valiente eh -le dije burlona y el se sonrojó aún más- si mi padre estaba te mataría, pero como no está, será nuestro secreto, shss -le dije llevando mi dedo índice a mis labios para indicar silencio.
Nathan, y su rostro de tomate habían vuelto.
Seguí llamando unas veces más, pero mi padre seguía sin contestar.
Entonces suspiré profundamente y me rendí. Me fuí a mi cuarto a cambiarme.
Me sentía algo sola en mi gran cuarto.
Baron, se había ido con papá, y papá no estaba. Y Nathan nunca entra a mi habitación si no le llamo o si mi padre no le pide que me llame. Y mi tío, había salido de compras en la mañana y aún no volvía, al menos me divertiría si el estaba aquí.
Así que una vez que me alisté fuí a almorzar. Con Marie. Éramos sólo nosotras dos almorzando. El almuerzo parecía tan aburrido, que ni siquiera me comí todo lo que tenía en el plato.
- ¿Estás bien? -me dijo Marie.
- Sí -le dije mirándola sonriente.
- Es raro que no comas tu spaguetti, es tu comida favorita -dijo algo preocupada.
- Ahm.. ¿sí? -dije dudando.
Así que me levanté de allí. Y empecé a pasear por la casa. Y me percaté de que habían muchas más personas de lo usual, todos cargaban armas. Algunos... daban algo de miedo en sus apariencias.
Estaban en todas partes, dentro y fuera de la casa. Por lo que veo, mi padre reforzó la seguridad con sus matones antes de irse.
¿Realmente correremos peligro estando tan lejos de Apulia?.
Y la tarde entera me pareció muy aburrida, las horas parecían no pasar.
- ¡S-Señorita! -escuché gritar a Nathan- ¡S-su padre está en el te-te-teléfono! -y salí corriendo a donde estaba él.
Tomé el celular algo inquieta y feliz.
- ¡Papi! -le dije aliviada.
- Hola Camille -se notaba raro. Su voz, parecía... decaída.
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Figlia Della Mafia
Teen FictionFiglia Della Mafia, nos narrará la historia de Camille Galante y su padre Dave Galante. Camille no nació en el mejor momento que pudiese decirse, y con el pasar de los años, descubrirá quién es realmente y el cómo está atada a una palabra, «MAFIA». ...