Ha pasado ya dos semanas desde que Guido, Alessandra y Kenya están por aquí. Las chicas ya se llevan bien con todos, y Guido, ha tratado de hacer de todo por caerles bien, ya se llevan... bien, o eso parece.
- Marcus, Marcus -le susurraba Guido.
- ¡A-Aléjate de mí!, ¡Estás muy cer-cerca maldito de los gustos raros! -dijo Marcus.
- ¿Acaso te pongo nervioso? -dijo Guido posando su mano sobre el hombro de Marcus.
- ¡AAAAH!, no me toques -Marcus se alejó abruptamente.
- ¿Sabes Marcus?, me gusta que las personas difíciles -dijo guiñándole un ojo Guido.
Marcus se fue corriendo.
- JAJAJAJAJAJAJA -se reía a carcajadas Maicon- ¡Eres insuperable Guido!, tú si sabes molestar a Marcus, toma -dijo muy divertido mientras le daba billetes.
- ¿Verdad que sí?, es fácil de irritar -dijo chocando palmas con Maicon.
- No sean tan pesados con Marcus... pobrecillo -dijo Anthony aguantándose una risa.
- Guido, eres un gran amigo, cocinero, y todo lo demás, disculpa si creí que eras un enemigo al principio -dijo Claude.
- Te disculpo... pero tengo hambre -dijo abriendo su bolsa de papas fritas y empezando a comer.
Guido se ha vuelto cercano a los chicos en poco tiempo. Hablar con Guido, es divertido, el siempre te escucha sin interrumpir y luego da su opinión, es muy maduro, tal y como lo decían las chicas, y sí, da buenos consejos, es muy confiable.
Luego del recreo las clases continuaron. Y la profesora de Ética me encargó traer los libros hoy. Así que me encaminaba a realizar mi encargo. Los libros pesaban, y casi no podía observar lo que había en mi frente, de repente sentí los libros más livianos, me giré para ver quién los tomó.
- Eso es pesado para ti pequeña Camille -me sonrió Guido- Te echaré una mano -me dijo tomando aún más libros de mis manos.
- Gracias Guido -le sonreí y continué caminando.
Caminamos en silencio unos segundos, pero no era desagradable.
- Me preguntaba... ¿Sabes lo que tus amigos sienten no? -me dijo directamente.
Yo tropecé y caí.
- ¡Ah!, cuidado -dijo sujetándome antes de tocar el suelo.
Los libros ahora estaban esparcidos por todo el suelo, así que empezamos a recogerlos.
- Creo que haces bien, en alejar esos pensamientos mientras -continuó hablando- ¿Les has expresado directamente lo que tu sientes y piensas sobre ello? -me dijo Guido.
Negué con la cabeza.
- Sería cruel de mi parte... si les digo que no me interesan y que sólo los veo como mis amigos... -le contesté.
- Yo creo... que es más cruel dejarlos con esperanzas, ilusionados, ¿No crees? -me dijo terminando de recoger los libros- Deberías pensar en ello, no quiero sonar como alguien fastidioso, pero, ¿Te has puesto en sus zapatos? -me dijo- Ellos sienten tanto por ti, que no les importaría perder su propia vida, por ti. Me parece cruel que finjas no saber de lo que hablan-me dijo.
Me levanté del suelo con los libros en mano. Pensativa, miraba el suelo mientras empezaba a caminar.
- ¿Qué debería hacer? -suspiré.
El me miró de reojo. Sonrió de medio lado.
-Quién sabe -dijo deteniéndose- Llegamos a tu clase, nos vemos Camille -me entregó los libros, me abrió la puerta y se fue.
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Figlia Della Mafia
Teen FictionFiglia Della Mafia, nos narrará la historia de Camille Galante y su padre Dave Galante. Camille no nació en el mejor momento que pudiese decirse, y con el pasar de los años, descubrirá quién es realmente y el cómo está atada a una palabra, «MAFIA». ...