Figlia Della Mafia

Papá, hoy será una tarde "especial".

La semana pasó muy rápidamente. Y sin darme cuenta me encontraba en el último día de la esta semana donde asistiría a la escuela.

Ahora me encontraba merendando con Sasha y Maicon, era hora de recreo.

- ¿Estás bien Camille? -me dijo Maicon.

Maicon es uno de los niños que se sentaban con Sasha y conmigo en nuestra mesa.

- Sí, estoy bien -le sonreí.

Sasha y yo nos llevábamos bien con Maicon. El era un chico amable.

Por otro lado, Químera dejó de molestarme desde aquella vez que vió a mi padre. Eso me alivia un poco.

- Cami -llamó mi atención Sasha- ¿Qué tal se chamamos a los chicos para reunirnos en tu casa? -sonrió- estaba pensado que eles podrían ayudarnos a entrenar defensa personal -dijo mirándome.

Ella esperara que yo aceptara.

Pero yo... no puedo aceptar sin el permiso de papá.

- ¿Eh?, ¿Entrenar en casa de Camille?, ¿¡Puedo ir!? -dijo emocionado Maicon.

- Definitivamente no -dijo Karla apareciendo en nuestro salón repentinamente.

Inmediatamente Karla llamó la atención de todos.

- ¿Eh?, ¿Y por qué no?, no eres Camille para decidir por ella -sonrió Maicon y me miró a los ojos- ¿Cierto Camille? -finalizó esperando mi respuesta.

Bueno, tenía razón en cierta parte. Es verdad que Karla no puede decidir por mí, pero también es verdad que no puedo aceptar que nos reunamos en casa sin permiso de mi padre.

No sé que decisión tomar. Me siento confusa.

- ¿Y quién te crees tú para sentirte tan cercano a Camille? -dijo Marcus quien se acercó a nuestra mesa. Vin lo acompañaba, el agarraba del brazo a Marcus, tal ves trataba de pararlo.

Y apenas ingresaron me dí cuenta de que en la puerta esperaban los demás. Claude, Owen y Anthony.

Entonces cuando notaron que me percaté de su presencia vinieron también a nosotros.

- ¿Qué hacen alumnos de tercero y quinto grado aquí? -dijo entonces Químera uniéndose a la conversación.

- Eso no es de tu incumbencia -dijo Anthony con una tierna sonrisa.

Genial, ahora todo estaba completo. Los chicos, Maicon y Químera reunidos en el mismo lugar. Espero que no ocurra nada malo...

- ¡Esperen! -dije sonriendo- creo que es un buen momento de hacer amigos, ¡Maicon, Químera!, ellos son mis amigos de Mayor a menor son: Anthony, Marcus, Karla, Owen, Claude y Vin -dije apuntando a cada uno- Chicos, ellos son Maicon y Químera, mis compañeros de clase -sonreí.

Por alguna extraña razón todos miraban mal a Químera y Maicon. Cielos, creo que no están nada contentos de que tengas nuevos amigos. Excepto Químera, ella aún no es mi amiga...creo. De hecho creo que me odia.

- Vamos a casa después de clases, ¡Practiquemos juntos defensa personal! -¡Rayos!, ¿Por qué terminé diciendo eso?.

Esto pinta mal... oh por Dios. Mi padre estará molesto conmigo, y mis amigos trataran de matarse. Pero no puedo retractarme en mis  palabras... aaaah, quisiera volver a ser una bebé, ahí no preocupadaba de nada. Ser niña es tan difícil.

Todos parecían estar contentos de la idea. Luego las clases transcurrieron normal. Al terminar, todos pidieron a sus padres permiso para ir a casa. Y aunque me cuesta creerlo, todos tuvieron permiso.

Y al medio día todos fuimos juntos en el automóvil de mi padre.

Creí que mi padre se molestaría, pero al contrario, se veía muy tranquilo. Por suerte el automóvil es bien grande y entramos todos bien.

Llegamos a casa. El chef fue muy rápido para preparar más almuerzo de última hora, lo siento señor chef. De seguro estará de malhumor. Bueno, siempre lo está.p

Luego de que almorzamos mi padre ordenó que nos quedáramos en la sala de estar.

Y así todos estábamos aquí esperando.

- Así que se reunieron en casa para practicar defensa personal y pulir sus habilidades -dijo tranquilo mi padre.

- Así es papi -dije sonriente.

Al menos todo marchaba bien.

- Hm, interesante -dijo tomando su orgullosa sonrisa- ¿Qué tal una tarde de competencias para ver sus habilidades? -dijo sin dejar de lado su orgullosa sonrisa.

Algo él estaba planeando. No sé que sería exactamente, pero podía imaginar algo como "Veamos de qué son capaces" por su sonrisa engreída y orgullosa.

Todos aceptaron la "tarde de competencia" que puso mi padre. Entonces mi padre ordenó a Evan, Gricel y los demás a preparar el patio.

Y nos dividió en tres grupos. Al primer grupo mi padre nos dibujó extrellas en las mejillas, no sabía que mi padre sabía dibujar. Y el grupo de las estrellas éramos: Maicon, Marcus, Vin, Karla y yo.

El segundo grupo tenía dibujado un trébol de 4 hojas. Y eran Químera, Anthony, Owen, Claude y Sasha.

No entendí porque nos distribuyó de esa forma mi padre, ¡Sasha no está en mi equipo!. Pero en fin, el sabe tomar decisiones. O eso creo...

Baron, Evan, Marie, Gricelda y mi Padre eran los "monitores".

Por alguna extraña razón sentí como si algo raro se estaba acercando. Estoy segura que esto será más que una tarde de práctica y juegos.

Y empiezo a preocuparme.

Y eso me pone nerviosa.

Sobre todo cuando no sé qué nos espera en esta tarde.

- Ahora sortearemos a los capitanes -dijo Baron trayendo un recipiente que contenía nuestros nombres.

Marie cerrando los ojos sacó 2 papelitos con nombres.

Mi padre tomó ambos papelitos y los leyó.

- Al parecer las capitanas serán Camille y Químera -dijo sonriendo malicioso.

Justamente nosotras... no puedo creerlo.

Esto me da escalofríos.

- ¡No te preocupes Camille! -dijo Karla sonriendo- estamos aquí para apoyarte en todo -dijo guiñandome el ojo.

Es verdad que los tengo a ustedes, pero esto no pinta nada bien. En cada grupo se encuentra, el rival del otro...

- Bien, empecemos -dijo mi padre con su hermosa y cínica sonrisa de "Buena suerte", es como si se viniera lo peor del mundo- Y el primer desafío será... -dijo mirando una lista que tenía.

¿Qué será el primer desafío de ésta tarde?, espero que no sea peligroso.