Papi, ¿Estás bien?.

10.1K 791 49
                                    

Las semanas pasaron rápidamente, faltaba menos de un mes para regresar a clases. Mi relación con mi padre y Marie había cambiado drásticamente, especialmente porque me alejé un poco más de Marie, aún me duele su traición. Yo confiaba en ella.

Y papá, hm. Hemos pasado días y días desafiándonos con las miradas, desde aquél día tratamos de mostrar quien tiene más control dentro de esta casa. Y eso... a veces me hace sentir pena por Marie y Baron, quienes irremediablemente terminan involucrados en las pequeñas discusiones de mi padre y yo, donde obligadamente deben mantenerse neutros si no quieren que corra sangre, claro.

Bueno, tal ves exagero con lo de la sangre. Pero definitivamente sería malo si uno de ellos trata de ponerse del lado de papá.

- ¿No comerán su brócoli? -dijo Marie algo nerviosa viéndonos.

- Camille, debes comer tu brócoli. Estás en crecimiento y necesitas consumir vegetales -dijo fríamente mi padre de brazos cruzados.

- Hm. ¿Entonces porque tú no te comes tu brócoli? -le pregunté acusadoramente.

- No necesito consumir vegetales, no estoy en crecimiento -me dijo desviando la mirada.

- A ti no te gustan y quieres obligarme a comermelo, ¡Papi te odio! -le dije mirándolo desafiante.

- No como porque estoy lleno -dijo devolviéndome la mirada- mira niña estás colmando mi paciencia, o te comes tu brócoli o te lo comes tu brócoli -me dijo seriamente frunciendo su ceño.

- No quiero -le dije.

- ¿Ah no? -me dijo mirándome fijamente.

- ¿Qué harás?, ¿Me "castigarás"?, ¿Le pegarás a tu hija como hacían contigo?, ¡Papi malo! -le dije fríamente cruzándome de brazos y desviando la mirada mientras inflaba mis mejillas.

Uh, escuché que el tenedor fue dejado sobre la mesa. Él al parecer iba a tratar de darme de comer de sus manos, escuché que se levantó de su asiento y sin decir nada se retiró de allí.

- Hm -dije manteniendo la mirada desviada.

No tengo porque preocuparme. El estará bien. No es como si unas simples palabras pudieran derrumbarlo... ¿Cierto?.

- Camille deberías disculparte con él... -dijo preocupada Marie- has dicho algo... cruel -dijo.

¿Cruel?, ¿Le dije algo cruel a la crueldad en persona?, ¿Qué chiste es este?.

- No te escucharé nunca más, traicionera -dije levantándome de la mesa.

- Andas con una muy afilada lengua últimamente... -susurró preocupada.

- ¡Pues que te importa!, Mala -le grité y salí de ahí.

- ¡Camille! -escuche decir a Marie.

Es lo único que pude oír antes de salir del comedor.

Iba subiendo las escaleras para dirigirme a mi cuarto.

- ¿Camille?, ¿Ya cenaste todo? -me preguntó Baron amablemente mientras llevaba unas cajas en sus brazos.

- ¿Qué te importa? -le dije mostrándole mi lengua y corriendo lejos de ahí.

Fui directamente a mi cuarto. Y me tiré en la cama.

- No dije nada malo... -me susurré a mí misma.

Por alguna extraña razón me siento rara, recordé repentinamente todos los buenos momentos al lado de mi padre. No le dije nada malo... ¿Cierto?, ¿Cier-to?.

Entonces suspiré.

- Quizá si... si dije algo feo -dije apenada- debo disculparme con papá por todo, no me gusta que estemos tan distantes -y entonces salí de mi habitación y empecé a dirigirme a la de él.

Llegué frente a la puerta de su habitación y toqué tres veces. Sonriente esperaba a que me abriera. Pero... el no se levantó a abrirla.

Entonces giré la perilla e ingresé. Su cuarto estaba oscuro, y ví a mi padre arrodillado a un costado de su cama, apoyando sus brazos sobre la cama, como si tratara de sostenerse para no caer.

- ¡Papi! -dije preocupada corriendo a él.

Cuando lo ví, noté una mirada apagada, y sus mejillas estaban muy, muy rojas.

- ¡Papi!, ¡Papi!, ¿Estás bien? -dije con lágrimas en los ojos mientras abracé su brazo.

Estaba muy caliente. Demasiado.

- E-estoy bien -me dijo tratando de ponerse de pie- ¿Puedes llamar a Marie o Baron o a cualquier persona? -me dijo tratando de parecer tranquilo.

La verdad es que el estaba tratando de parecer fuerte, pero se veía terriblemente mal.

Salí corriendo sin dudar por ayuda. Y justo me encontré a Baron quien estaba llevando aún esas cajas.

- ¡Baron!, ¡Baron! -le dije al borde las lágrimas- ¡Papá....papá está! -le dije jadeando, estaba algo cansada pues corrí como nunca antes había corrido en mi vida.

Una gran preocupación se vió en el rostro de Baron quien me tomó en brazos y corrimos velozmente a la habitación de mi padre. Allí me bajó al suelo con cuidado y ayudó a mi padre, lo dejó en su cama.

- Señor, está ardiendo en fiebre, ¿Llamo a un doctor? -dijo Baron preocupado.

- No es nada. Solo es una fiebre, ya pasará -dijo sentándose dificultosamente en su cama. Entonces empezó a toser- Maldición... yo que tenía que viajar mañana -chasqueó la lengua.

Entonces fijó su mirada en mí.

- No llores, estoy bien -me sonrió gentilmente. Se veía tierno con esas mejillas tan rojas y esa sonrisa.

¿Quién diría que podía verse tierno en un momento como este?.

Luego, al cabo de unos minutos llegó Marie, ella regañó a mi padre por no avisar desde antes, pues según ella la fiebre alta no aparece sola, se acumula con el tiempo hasta que finalmente arde.

El doctor llegó luego de otros largos minutos más. Por suerte consiguió bajarle la fiebre a papá, dejó a Marie unos remedios con indicaciones. Y se fue.

Apenas se fue, papá se levantó de la cama y abrió su ventana.

- ¿No dijo que reposaras papi? -dije al observarlo.

El me miró, llevó su dedo índice a sus labios y dijo "Shss".

Entonces me tomó en brazos y me sentó en la ventana. Entonces mi espalda chocó con su pecho, el me abrazaba.

- ¿Estabas preocupada? -me dijo tranquilo, casi como si ya estuviera normal.

- Yo... perdón por todo papá. Por mi... comportamiento malo e infantil -dije apenada.

- No te preocupes. Es normal, eres una niña después de todo. No debes tratar de actuar como una adulta. Deja que tu papá te proteja hasta que realmente seas una adulta -me dijo apoyando su mentón sobre mi cabeza- No me molesta que mi pequeña y adorada hija dependa de su guapo padre -me dijo burlón.

Yo sólo me mantuve callada. El tenía razón, creo. No pensaré en ello, disfrutaré de este momento tan tierno de mi padre. Debería enfermarse más seguido, je.

 Debería enfermarse más seguido, je

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Figlia Della MafiaWhere stories live. Discover now