Figlia Della Mafia

Papi, te descubriré.

Hace varias semanas ya, que mi padre y Marie se comportan extraño. Todo indica, que inició con aquél anillo que encontré.

¿Qué me ocultan?, ¿Qué es lo que no quieren que sepa?.

- ¿Estás bien Cami? -me dijo Baron algo preocupado.

- Sí -le respondí secamente sin dejar de ver a Marie, quien estaba tomando té con mi padre debajo de la pérgola del jardín.

- ¿Estás molesta con ellos? -dijo Baron observando por la ventana y notando que los miraba.

- No, para nada. Sólo me es raro ver que han cambiado sus rutinas. Papá nunca toma té, a estas horas, y si toma té, lo hace solo, no en compañía -dijo sin dejar de observarlos.

- ¿Estás celosa de tu padre? -me dijo burlonamente.

- ¿Qué?, ¿Por qué lo estaría?, Marie y papá son amigos desde que yo tengo memoria -contesté.

- Bueno, esa mirada asesina que llevas hacia ellos me dice lo contrario -dijo dándome palmaditas en mi hombro.

No estoy celosa. ¿Por qué estaría celosa de mí papá?. Es decir, es MÍ papá. Y siempre me ha demostrado que me antepone a mí, antes que cualquier cosa.

Además no tengo porque celarlo de Marie. ¿Cierto?, Marie es como mi mamá, ella me crió. Y ella es como una amiga de papá, pues se conocen desde hace años y años.

Solo me es raro que sus rutinas coincidan ahora. Hoy por ejemplo, están charlando y tomando té juntos bajo esa enramada, y no me invitaron. Qué groseros, dejarme de lado. Además, ¿Té?, Desde cuando papá toma esas cosas.

Además desde hace semanas, Marie desayuna, almuerza y cena con nosotros. En la misma mesa. La misma comida, al mismo tiempo.

Todo es tan extrañamente raro...

Debo descubrir que sucede con ellos.

- Baron -dije mirandolo serio.

- ¿Qué sucede? -me dijo fijando su mirada en mí.

- ¿Tú nunca me mentirías ni me ocultarias nada cierto? -le dije.

- Así es, jamás podría hacerte tal cosa -me sonrió dulcemente.

- Entonces dime que sucede con Marie y papá -le dije seria.

El se tensó un momento. Y desvió la mirada.

- Tengo órdenes estrictas de tu padre para no decirte nada -me dijo.

- ¿Eh? -eso me sorprendió.

Ahora sí, estoy segura que algo sucede. ¿Por qué mi padre le diría eso a Baron?.

- P-pero no te enojes conmigo, no me mires así -dijo preocupado Baron.

Lo ignoré y salí de allí.

- ¡Ah!, m-me ignoró, me odia, ahora me odiaaaa, noooo -escuché sollozar a Baron antes de salirme de allí.

Pregunté a todos los que me encontraba. Y todas las respuestas eran la misma. "Tu padre dijo que no te dijéramos", o "Pregúntale a tu padre".

¡Esto es tedioso!, todos saben de algo que yo no.

Y... me molesta no saber.

Entonces llegó la noche, llegó el momento de cenar.

Los tres estábamos reunidos en la mesa para comer. Marie, papá y yo.

- ¿Estás bien Cami?, no has tocado tu cena aún -me preguntó Marie con su tono de voz dulce y suave.